La demanda de viviendas a estrenar en la ciudad de Buenos Aires cobró impulso en los últimos meses de 2024 y refleja una recuperación similar a la del mercado de usados, tras más de cinco años de crisis. Así, este segmento emerge como una tendencia destacada del sector inmobiliario.
Este incremento fue impulsado por factores económicos y políticos, lo que generó una mayor confianza entre los compradores e inversores.
“El factor político fue clave, ya que se cumplieron las promesas de campaña y se transmitió confianza a compradores, vendedores e inversores”, le dijo a Infobae Agustín Walger, director de Nuevos Emprendimientos de Lepore Propiedades.
Además, se destacan los créditos hipotecarios y el blanqueo de capitales como motores fundamentales de esta reactivación del mercado.
“El impacto político fue fundamental, pero la estabilización económica y las medidas implementadas generaron confianza entre compradores, inversores y vendedores. Estas condiciones se tradujeron en un incremento de las operaciones hacia los últimos meses del año, triplicando los niveles del primer semestre”, agregó Walger.
Incremento en los precios y prioridades
En términos de precios, las propiedades a estrenar en barrios cotizados como Palermo presentan incrementos significativos. Un departamento de dos ambientes en esta zona alcanza aproximadamente los USD 165.000, mientras que uno de tres ambientes ronda los USD 250.000, lo que representa un aumento del 12% respecto al año anterior.
Los valores de las propiedades a estrenar reflejan aumentos respecto a 2023, impulsados por una demanda sostenida y el incremento en los costos de construcción (subieron un 145% interanual).
Sofía Grinberg, responsable de marketing de Newland, resaltó que las viviendas mantienen su atractivo frente al costo de construcción y la inflación. “En el caso de los monoambientes, los valores oscilan entre USD 69.000 y USD 180.000, según las características y los amenities que ofrezcan”, dijo.
Los compradores priorizan las propiedades con buena ubicación, servicios de transporte como el subte, cerca de sus lugares de trabajo, escuelas o espacios sociales.
Según Walger, la ubicación se mantiene como el principal factor de decisión. Además, los interesados valoran las terminaciones de calidad, como pisos de porcelanato y carpinterías con doble vidriado hermético, que ayudan a reducir costos de climatización y mejoran la eficiencia energética.
Por otra parte, las amenities desempeñan un papel importante en el mercado actual. Balcones amplios, parrillas y espacios comunes funcionales son algunos de los elementos más solicitados, mientras que opciones como piscinas o gimnasios quedan reservadas para desarrollos premium.
Diversidad en la demanda
Las unidades de dos y tres ambientes concentran el 60% de las operaciones en la ciudad, seguidas por propiedades de cuatro ambientes, que representan el 20%, informaron desde el mercado inmobiliario.
Los monoambientes atraen principalmente a inversores, aunque su participación en el mercado se mantiene en niveles más bajos.
Walger destacó que los desarrolladores adaptaron sus proyectos para responder a las restricciones económicas de años anteriores. Esto se tradujo en unidades más compactas y accesibles. “En barrios como Palermo, Caballito y Belgrano, las superficies de las propiedades se mantuvieron estables, pero en zonas menos tradicionales las viviendas presentan diseños más ajustados, enfocados en los nuevos propietarios”, detalló.
En cuanto a las zonas más demandadas, Palermo y Belgrano lideran las preferencias por su consolidada oferta de servicios y conectividad. Sin embargo, barrios emergentes como Chacarita (está entre los más cool del mundo), Villa Urquiza y Barracas muestran un notable crecimiento.
“Chacarita se transformó en un imán para desarrolladores y compradores, gracias a su oferta gastronómica y su cercanía con Palermo,” señaló Grinberg.
Perspectivas para 2025
El mercado de viviendas a estrenar mantiene un panorama alentador para el próximo año. La llegada de inversiones extranjeras y la consolidación de créditos para desarrolladores (a través de las hipotecas divisibles o bien de futuro) podrían impulsar aún más la actividad.
Walger anticipó que los valores continuarán en alza en 2025, con proyecciones de crecimiento de hasta un 20% en barrios como Caballito y Palermo.
Este contexto podría fortalecer la recuperación de sectores clave y fomentar la expansión de proyectos en zonas estratégicas.
Grinberg también señaló que la renovación de barrios menos tradicionales, como Barracas y Villa Urquiza, abrirá nuevas oportunidades para compradores interesados en propiedades con excelente relación costo-beneficio.
Recomendaciones para los compradores
En un mercado caracterizado por su dinamismo, desde el sector aconsejan actuar con cautela al definir una operación.
Walger sugirió que quienes planean vender para comprar una propiedad más grande aseguren su nueva adquisición antes de concretar la venta, evitando la pérdida de capital en un escenario de precios crecientes.
Por su parte, Grinberg destacó que los desarrollos modernos en zonas con alta conectividad y servicios representan las mejores opciones para los compradores. Además, recomendó evaluar terminaciones y amenities que optimicen los costos de mantenimiento y los servicios a largo plazo.
Con un cierre de año marcado por el aumento en las transacciones (octubre marcó el mejor registro de los últimos siete años, con cerca de 6.000 escrituras concretadas) y la recuperación del sector, el mercado inmobiliario de viviendas a estrenar se posiciona como una de las principales opciones de inversión.
“Las perspectivas para 2025 confirman un escenario de crecimiento sostenido, con oportunidades tanto en barrios tradicionales como en zonas en pleno desarrollo”, concluyó Grinberg.