Las discusiones respecto al valor del dólar se multiplicaron en los últimos días, sobre todo a partir de la devaluación del real y un contexto más volátil en Wall Street, con caídas de los mercados y la búsqueda de refugio por parte de los inversores.
El dólar ayer volvió a pegar un nuevo salto en Brasil, al llegar hasta los 6,20 reales. Todo esto a pesar que el Banco Central de ese país ya destinó arriba de los USD 15.000 millones en reservas para evitar una depreciación mayor del tipo de cambio. En lo que va del año, el dólar ya subió cerca de 25% en ese país.
Un informe realizado por el economista Alberto Cavallo, que dirige PriceStats, llegó a la conclusión que “la Argentina es hoy 19% más cara que Brasil en dólares”, tomando como referencia una canasta de productos similares de alimentos, combustibles y electrodomésticos.
“Históricamente -indicó en un posteo en X- la ley de precio único se cumple en promedio entre ambos países. Las desviaciones se suelen corregir en pocos meses”.
La pregunta que surge es, en todo caso, cómo se dará esa corrección. Si será con una apreciación del real o bien con una depreciación del peso que abarate los precios medidos en moneda dura. Lo ideal, como resaltó Javier Milei hace pocos días, sería entrar en un proceso de deflación, pero es algo que al menos en Argentina difícilmente suceda. Salvo algunos productos puntuales que tendrán más competencia por la apertura económica, como electrónicos, indumentaria y calzado.
Otro de los que salió con fuertes advertencias es Robin Brooks, economista jefe de Brooking Institute: “Entre los emergentes la moneda que más se devaluó en 2024 es el real y la que más se apreció es el peso. Eso no tiene ningún sentido y la única forma de solucionarlo es con una devaluación en Argentina”.
El ex economista jefe del Institute for International Finance (IIF) se pasó todo el año despotricando contra la política económica del nuevo gobierno argentino, pero por ahora las cosas se dieron al revés de todo lo que viene advirtiendo.
Ayer fue otra jornada con renovada presión sobre el tipo de cambio. El dólar libre subió otra vez a $1.200 a pesar que el Banco Central ya habría destinado más de USD 500 millones para frenar la suba de los dólares financieros. En el caso del MEP y el contado con liquidación las subas fueron menores, pero igual operaron con tendencia al alza (de más de 1%), finalizando a $ 1.158 y $ 1.176 respectivamente.
Estos rebotes ponen en tela de juicio lo actuado en los últimos días por el equipo económico, que destinó reservas que siguen siendo escasas para que el tipo de cambio no pegue un salto significativo. En medio de un contexto internacional menos benigno, la estrategia puede servir para amortiguar las tendencias del tipo de cambio pero difícilmente logren corregirlo.
Milei se mostró optimista respecto a la evolución del dólar para 2025, asegurando que en Argentina “van a salir dólares hasta de las orejas”, haciendo referencia a la cantidad de proyectos de inversión que se anuncian en el sector energético.
Está claro que la tendencia de mediano plazo es que la Argentina tendrá mayor oferta de divisas, especialmente por una balanza energética superavitaria. Pero en los próximos meses seguirá haciendo ruido la situación de Brasil y también la demanda de dólares por parte del sector turístico. Ayer fue una jornada en la que quedaron otras señales de alerta, por ejemplo el Banco Central terminó con saldo vendedor de USD 179 millones, pero la buena noticia fue la baja del riesgo país por debajo de los 650 puntos básicos, una reducción de más de 3%.