Las ventas de combustible en la Argentina acumularon en noviembre dos meses consecutivos de crecimiento según un informe realizado por Surtidores en base a datos de la Secretaría de Energía de la Nación, en línea con la sensación de recuperación que observan las empresas petroleras. Los niveles de despacho de nafta y de gasoil continúan muy por debajo de los del año pasado, momento en el que los precios se encontraban atrasados y en los que se vivieron tensiones de abastecimiento.
El trabajo muestra que la demanda total de combustibles volvió a estar por debajo del mismo mes del año pasado, por doceavo mes consecutivo. La caída fue del 10,5% interanual y aceleró respecto a la retracción del 8,8% que había arrojado en octubre.
“Como dato relevante, vale destacar que el comparativo intermensual por segundo mes consecutivo fue positivo para el sector, con un incremento en las ventas del 3,9%”, destacó Surtidores.
Dieciocho provincias y CABA vieron un crecimiento en el consumo de combustibles, siendo Mendoza la más beneficiada con un crecimiento intermensual del 11,56 por ciento y Tucumán la más perjudicada con una baja del consumo de 5,29 por ciento. En Misiones, Corrientes, Formosa, Santiago del Estero, Salta, Catamarca, Chaco, Jujuy y Tucumán las ventas cayeron entre un 0,26% y un 6,44%, con Catamarca como la más perjudicada.
Cuatro de las siete compañías mostraron en noviembre mayores niveles de despacho respecto a octubre, en donde se destacó el salto del 5% que tuvo YPF. Sólo Shell demostró un porcentaje positivo en comparación con el mismo mes del 2023, con un 4,54 por ciento.
Según los datos que dio a conocer la Secretaría de Energía de la Nación, el mes pasado se despacharon 1.472.085,27 metros cúbicos de naftas y gasoil. Nuevamente se observó una migración de los consumidores hacia los productos más baratos.
La nafta premium exhibió un descenso del 13,02% interanual y la nafta súper un 3,33 por ciento. Por su parte, las de diésel de máxima calidad cayeron un 6,32% y las de gasoil Grado 2, 19,98%, en comparación con noviembre del 2023.
En el caso de los combustibles se observaron fuertes aumentos de precios en el último año, concentrados entre finales de 2023 y principios de 2024, y por eso en el sector destacan el repunte de las ventas.
En la petrolera estatal YPF -líder absoluta del mercado local - señalan que sus precios ya están alineados con los niveles internacionales. En noviembre de 2023 la nafta de YPF en CABA se vendía a $311 y en diciembre de este año a $1.108 por litro, un salto del 256% en ese mismo período. En la empresa afirman que las nuevas subas seguirán en línea con el ritmo de devaluación del dólar oficial, el cual es del 2% mensual y que podría bajar desde febrero al 1% dependiendo de las desiciones que tome el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El Gobierno tiene previsto para 2025 la suba escalonada en el impuesto a los combustibles líquidos (ICL) que fue postergada este año para evitar un salto mayor en la nafta y el gasoil, que suele ser trasladada a los surtidores de manera directa. La consultora Economía y Energía calculó que hay pendiente un aumento de $200 en la nafta y de $110 en el gasoil. El Tesoro se pierde de recaudar el equivalente a aproximadamente USD 231 millones por mes por la no actualización del tributo.