En el cine o en el mundo de las carreras, hay autos que han pasado a la historia por su significado, incluso más allá de los resultados deportivos. El Porsche 917K que condujo Steve McQueen para rodar “Le Mans”, una de las películas de automovilismo más famosas de todos los tiempos, es uno de ellos, y ahora busca nuevo dueño.
En el año 2001, después de haber pasado por varias manos durante 30 años, el auto había sido comprado por otro famoso de la televisión, el comediante Jerry Seinfeld, cuya serie homónima fue uno de los más grandes éxitos de la historia de la pantalla chica en Estados Unidos por diez años, entre 1989 y 1998. Anteriormente, el auto fue propiedad del propio Steve McQueen por dos años, luego pasó a manos de Reinhold Jöest entre 1971 y 1975, de los pilotos Brian Redman hasta 1977 y Richard Attwood hasta el año 2000, quien se lo vendió a un coleccionista llamado Frank Gallogly en 1,3 millones de dólares.
Seinfeld, que actualmente tiene 70 años, lo compró un año después en una cifra que nunca se reveló y lo tuvo en su propiedad por más de 20 años, pero ahora decidió venderlo a través de la casa de subastas norteamericana Mecum el próximo 18 de enero. El auto tiene una cualidad que lo hace único no sólo por su “pedigree” sino porque tiene estampada en una de sus puertas, la firma de Steve McQueen acompañada de la leyenda “Terminado, gracias por permanecer unidos” escrita por el actor.
Las referencias que los especialistas hacen respecto al precio que podría tener este Porsche 917K se toman de dos modelos similares que se subastaron en 2017 y 2021. Ambos tenían la misma decoración de Gulf aunque con otros números y combinaciones. El primero, que tenía en número 21 se subastó en 14 millones de dólares, y el segundo, con el número 22, fue adquirido por 15 millones de dólares. Ninguno de esos chasis había participado del rodaje de “Le Mans.”
Teniendo en cuenta que esta unidad que se subastará en enero fue parte de la película, fue propiedad de Steve McQueen y tiene su firma en un lateral de la carrocería, y fue completamente restaurado a nivel de carrocería y mecánica, se calcula que podría cambiar de dueño por una cifra cercana a los 20 millones de dólares.
Las características del auto
El chasis número 917-022 fabricado en 1969 tiene un motor V12 de 4.5 litros de cilindrada que eroga 580 CV de potencia a sus ruedas posteriores a través de una caja de cambios de 4 velocidades. Ese potencial mecánico y aerodinámico, que de todos modos no es el de configuración de baja carga aerodinámica y cola larga como hubo otros modelos, alcanzaba en la larga recta de Le Mans una velocidad superior a los 350 km/h.
Para correr en Le Mans, Porsche llevó tres unidades de Porsche 917K con los colores de Gulf. McQueen tenía previsto correr en la edición de 1970 como parte de la filmación de la película, pero la productora Cinema Center Films no lo autorizó por el alto costo de la prima de seguro que debía pagar y así el actor-piloto que ya había competido en Sebring, se tuvo que limitar a rodar la película después de la carrera.
Para identificar un auto del otro, Porsche decoró los tres autos con diferencias visibles a larga distancia. El auto número 20, el que usaría McQueen bajo el personaje de Michael Delaney y que es el vehículo que se subastará, tenía la parte baja de la trompa de color naranja y una franja que subía por el frente y seguía por el techo con el mismo color. El auto número 21 tenía desde el inicio de la trompa únicamente esa franja central naranja que continuaba en el techo, mientras que el auto número 22 no llevaba el naranja en la trompa, que era totalmente celeste, pero el techo sí estaba pintado de color naranja.
La película fue una de las más costosas de los años 70, ya que involucró mucho material de gran valor, como los autos de carrera en sí mismos. El rodaje comenzó durante la carrera misma, en junio de 1970, pero después se extendió durante cuatro meses en el mismo circuito francés. Hubo más de 50.000 extras representando a los espectadores, y a lo largo de todas la pista se colocaron 19 cámaras que fueron operadas por un equipo de 45 miembros.
Para obtener más realismo, se inscribió en la carrera de 1970 un Porsche 908, que por su condición de ser Spyder y no tener techo, podía montar cámaras para registrar material real que se usaría en la película. La productora de McQueen reclutó a un equipo de 221 personas que incluyeron 56 de los mejores pilotos de la época y 25 autos Sport, entre ellos cuatro Porsche 917, varias Ferrari 512, los autos oficiales de ambas marcas, que habían protagonizado la carrera y naturalmente también la película. El film se estrenó en el verano europeo de 1971.