Después de semanas de calma financiera, el Gobierno enfrentó en los últimos días una volatilidad cambiaria que parecía haber quedado atrás desde el lanzamiento de la “Fase 2″ y su amenaza implícita de vender reservas en los mercados de Dólar MEP y Dólar Contado Con Liquidación (CCL).
Aquella vía libre que se había dado el ministro de Economía, Luis Caputo, para frenar sin restricciones los avances de las divisas financieras tuvo en la última semana su expresión más contundente y dejó una señal: el ancla cambiaria también opera en los mercados paralelos.
La reaparición de la volatilidad cambiaria impulsó a Caputo, y a su socio Santiago Bausili al frente del BCRA, a reaccionar de inmediato. Según estimaciones preliminares de Romano Group, en la semana las ventas oficiales para bajar las cotizaciones MEP y CCL acumularon en torno a USD 250 millones.
El mercado recibió la señal de que el ancla cambiaria también opera en los mercados paralelos
El movimiento que llevó al dólar libre de valer menos de $1.100 a superar los $1.200 tras casi cinco meses de bajas prácticamente ininterrumpidas y a los financieros a saltos similares no fue menor.
Dos consultoras privadas calcularon que la suba de los tipos de cambio financieros, de en torno al 10% en cuatro ruedas, revirtieron 4 meses de ganancias de carry trade (las inversiones en pesos que buscan colocarse a tasas que superen el avance del dólar) según GMA Capital.
Por su parte, 1816 remarcó que, por primera vez desde el inicio de la “Fase 2″ hubo un período de 30 días en el que las colocaciones en pesos dieron pérdidas medidas en dólares.
“Desde que asumió Milei, estar invertido en pesos a la tasa Badlar rindió un acumulado 54%, medido al CCL, pero lo más interesante es quizás que desde julio (o sea, desde que el Central anunció que esterilizaría en el MEP los pesos impresos por intervenciones en el tipo de cambio oficial) recién ayer cerramos el primer período de 30 días en el que el carry trade dio rendimientos negativos en moneda dura”, consignó 1816 en su informe semanal.
Para los analistas del mercado, la reacción de Caputo ante el amague de un despertar de los dólares paralelos transmite una señal clara.
“La intervención fue muy fuerte. Aunque no se puede confirmar, probablemente sea récord para esta administración en cuanto a venta de dólares para bajar cotizaciones financieras”, observó Juan Manuel Truffa de Outlier.
La intervención fue muy fuerte. Aunque no se puede confirmar, probablemente sea récord para esta administración en cuanto a venta de dólares para bajar cotizaciones financieras (Truffa)
La clave está en la necesidad de que las tenencias en pesos, desde depósitos hasta fondos comunes de inversión, pero sobre todo deuda del Tesoro en pesos, sigan siendo atractivas. Aunque el Gobierno insiste en que no hay pesos suficientes para presionar al dólar, parece ser mejor no correr riesgos. Si esos stocks se movilizan hacia las divisas, pueden generar un efecto imitativo y afectar la confianza.
“La señal clara es que no quieren ninguna volatilidad en el dólar. El seguro de cambio implícito en la posibilidad de intervenir que asumieron desde julio con la Fase 2 no se puede diluir, no van a dejar que se diluya. Tanto el diferencial de tasas en el mercado oficial como este seguro de cambio son pilares fundamentales que no se negocian”, agregó Truffa.
Lo que más llamó la atención a especialistas es el escaso recorrido que tuvo la divisa desde su más reciente piso.
A principios de mes, el BCRA decidió una baja de la tasa de interés de referencia ante la expectativa de un buen dato de inflación. El movimiento fue leído como cierta incomodidad de Caputo con la apreciación del peso, y como una señal para que las divisas paralelas recuperen algo de terreno.
En ese momento, varios analistas consideraron que, para el esquema de Caputo, el dólar había encontrado un piso. Y esto tenía sentido, dadas las novedades de Brasil y EEUU.
Varios analistas consideraron que, para el esquema de Caputo, el dólar había encontrado un piso. Y esto tenía sentido, dadas las novedades de Brasil y EEUU
GMA Capital destacó los riesgos que enfrenta Argentina debido a recientes adversidades globales:
- El endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal de EEUU fortaleció al dólar y elevó las tasas internacionales, afectando a los mercados emergentes y debilitando los precios de las materias primas clave para el país, como la soja. Este contexto complica aún más la ya delicada competitividad externa de Argentina, con un tipo de cambio real en mínimos históricos y un escenario de ingresos por exportaciones menos favorable para 2025.
- La crisis financiera en Brasil, principal socio comercial de Argentina, representa otro desafío. La devaluación del real no solo incrementa la volatilidad regional, sino que también erosiona la demanda de productos argentinos en el mercado vecino.
La consultora conducida por Nery Persichini advierte que este deterioro externo podría traducirse en una mayor presión para sostener el tipo de cambio y en desafíos adicionales para implementar las reformas necesarias para mejorar la competitividad sistémica.
Lo llamativo, entonces, es que, si para el Gobierno los dólares paralelos habían encontrado su piso, también parecen haber encontrado su techo.
“Es llamativo ver al Banco Central intervenir para bajar al dólar MEP en un valor tan apreciado”, comentó Salvador Vitelli, de Romano Group.
“Hay un mensaje en esa intervención de que el Gobierno se siente cómodo con estos niveles de brecha, en torno al 10%. Aunque no me sorprendería que lo dejaran subir más porque estás a un tipo de cambio muy apreciado en un contexto regional complicado, pero es claro que no van a permitir movimientos disruptivos que generen sustos”, agregó Vitelli.
Así como el ministro Luis Caputo hace de su “ancla fiscal” su principal fundamento para intentar convencer al mercado de que esta vez es diferente, también consolida el manejo firme del frente cambiario como su ancla nominal. Tanto en el oficial, con su crawling peg a rajatabla, como, al parecer, también en los dólares financieros. Entre traders, es común la frase de que flujos matan fundamentos. Y Caputo no quiere dejar flujos librados al azar.
“El grado de discrecionalidad que Caputo se arrogó en julio para intervenir le da espacio para marcar precios cuando quiera. Con el tiempo vamos a ver si es una intervención puntual para abortar distorsiones o si la intención fue marcar un techo persistente para fomentar el carry trade y seguir garantizando buenos resultados en pesos”, dijo Pablo Repetto, de Aurum Valores.