El Pasaje Martín Pescador, ubicado en Villa del Parque, es un espacio único dentro del entramado urbano porteño. Con un diseño que forma una letra “C”, comienza y finaliza en la calle Teodoro Vilardebó, algo poco común en el trazado de la ciudad de Buenos Aires.
Esta disposición le otorga una atmósfera tranquila y exclusiva, ideal para quienes buscan un entorno residencial alejado de la vorágine urbana pero con buena conectividad.
Además, esta particular calle también en forma de “herradura” es buscada tanto para comprar como para alquilar viviendas ubicadas en ella.
El pasaje tiene varios puntos de interés a lo largo de su recorrido. En el primer giro, se encuentra la plazoleta Arco Verde, un espacio arbolado que aporta frescura y sombra a los vecinos. Más adelante, al cruzar las calles Jáchal y Cnel. Rohde, se ubica la plazoleta Lindor B. Sotomayor, rodeada de calles que, aunque a veces funcionan como estacionamientos informales, mantienen su atractivo visual gracias al cuidado de los residentes.
Finalmente, el tramo final incluye la plazoleta Martín Pescador, un pequeño espacio verde que marca el final del recorrido antes de volver a la calle que lo vio nacer.
Diseño urbanístico<b> </b>e historia
El trazado del pasaje fue obra del arquitecto Fermín Bereterbide (el mismo que hizo la Mansión de Flores entre otras joyas de la arquitectura de CABA) en la década del ´30.
Según Rossana Castiglioni, arquitecta y presidenta de la Junta de Cultura y Estudios Históricos de Monte Castro, el diseño buscó romper con la monotonía de las manzanas tradicionales. “Bereterbide planteó un pasaje vehicular que intercalara bloques construidos y espacios verdes, generó un equilibrio entre lo urbano y lo natural. Creía que la especulación inmobiliaria podía convivir con áreas públicas de calidad”, explicó a Infobae.
Este enfoque pionero no solo ofreció lotes mínimos accesibles para las clases trabajadoras de la época, sino que también sumó valor a través de paisajes amigables y espacios verdes.
Esta zona está muy próxima a Monte Castro, Villa Santa Rita, Villa Devoto, entre otros barrios donde hay otros pasajes como Granville, El Ñandú, Pasaje Tokio, entre otros
“La combinación de arquitectura y urbanismo sigue vigente en el Pasaje Martín Pescador, que mantiene su esencia residencial con construcciones bajas y una estética que prioriza la convivencia y el disfrute de sus plazas”, agregó Castiglioni.
Un entorno pintoresco y exclusivo
El pasaje ofrece un entorno apacible que lo distingue de otras zonas de Villa del Parque. Sus calles, casi libres de tráfico, están rodeadas de jardines y plazoletas que los propios vecinos cuidan con esmero.
Román Andrés Paikin, de San Román Propiedades, dijo que esta tranquilidad es uno de los principales atractivos del lugar. “El diseño en forma de C limita la circulación vehicular, crea un ambiente seguro y silencioso. Esto, sumado a las construcciones amplias con patios y terrazas, lo convierte en una opción ideal para familias que buscan calidad de vida”.
La oferta inmobiliaria en el pasaje es limitada, lo que refuerza su exclusividad. Actualmente, las casas a la venta tienen cuatro ambientes, terrazas y pequeños parques.
“Los valores oscilan entre USD 298.000 y USD 315.000; en cuanto a la zona cercana, los precios varían según el tipo de propiedad: los PH parten de USD 93.000 para unidades de dos ambientes, mientras que las casas más amplias pueden alcanzar los USD 428.000″, detalló Paikin.
El porque del nombre
Pablo R. Bedrossian, experto en patrimonio urbano que además hace su blog sobre la ciudad, informó que según el experto Miguel Iusem (quien escribió el Diccionario de las calles de Buenos Aires), la calle Martín Pescador recibió su nombre en honor al Chloroceryle americana, una especie de ave que habita cerca de cursos de agua y se alimenta de pequeños peces.
Sin embargo, “es probable que el nombre refiera a toda la familia Alcedinidae, conocida en Argentina como martines pescadores, ya que su distribución es más amplia y representa mejor a la fauna del país”, dijo Bedrossian.
La calle adquirió su denominación actual mediante la Ordenanza Nº 12028 de 1940, publicada en el Boletín Municipal Nº 6059. Antes de esa fecha, no existía un nombre registrado para este pintoresco pasaje. Las calles vecinas, como Jáchal y Cnel. Rohde, obtuvieron sus nombres en 1945. Jáchal rinde homenaje a una ciudad sanjuanina, mientras que Cnel. Rohde recuerda al militar y geógrafo Jorge Rohde, conocido por sus mapas de La Pampa, Río Negro y Neuquén.
En el caso de la plazoleta Martín Pescador, la más pequeña del conjunto, no se encontraron registros históricos específicos sobre su origen. Bedrossian agregó: “A pesar de ello, este espacio verde contribuye a la identidad barrial que define al pasaje y a su particular trazado en forma de C”.
Demanda en crecimiento
En esta zona, al igual que en varios barrios porteños, creció la demanda para comprar viviendas frente al alquiler, sobre todo luego de la reintroducción de los créditos hipotecarios.
Damián Valoni, de Valoni Propiedades, señaló que el perfil de los compradores en el Pasaje Martín Pescador está compuesto mayoritariamente por familias de clase media y media-alta. “Buscan tranquilidad, espacios al aire libre y buena conectividad. Este equilibrio entre lo urbano y lo residencial es difícil de encontrar en otros barrios de Buenos Aires”.
Comparado con zonas vecinas como Santa Rita o La Paternal, el pasaje ofrece un nivel de exclusividad que se refleja en los valores de las propiedades. Santa Rita, aunque residencial, tiene precios más bajos debido a su menor reconocimiento. Por otro lado, Villa Devoto, con su dinamismo creciente y desarrollo inmobiliario, muestra precios superiores, impulsados por proyectos modernos y su polo gastronómico.
Precios y disponibilidad
El pasaje mantiene su exclusividad gracias a la limitada oferta de propiedades. Según Paikin, los valores actuales reflejan la alta demanda y la calidad de vida que ofrece el lugar. “En comparación con otras áreas de Villa del Parque, las propiedades aquí tienen un valor agregado por su entorno y diseño. No es solo un lugar para vivir, sino una inversión en un estilo de vida”, agregó.
En términos de alquiler, la oferta es escasa. Los PH de dos ambientes en la zona parten de $600.000 mensuales, mientras que los de tres ambientes rondan los $700.000. Sin embargo, la mayoría de las propiedades en el pasaje son ocupadas por sus propietarios, lo que refuerza el sentido de comunidad y exclusividad del lugar.
“La valorización de Villa del Parque y, en particular, del Pasaje Martín Pescador se ve influenciada positivamente por la demanda de quienes buscan un equilibrio entre la vida urbana y la tranquilidad residencial, sumado a las mejoras en infraestructura, servicios en la zona y espacios verdes, como su cercanía con la Plaza Aristóbulo del Valle y la plaza que actualmente se construye en Villa Santa Rita”, concluyó Valoni.