El Gobierno cree que más allá de la volatilidad de los últimos días en los tipos de cambio paralelos, no habrá pesos suficientes sueltos en el mercado que puedan provocar una escalada más pronunciada. Este miércoles, luego de una jornada cambiaria que había comenzado con nuevas subas, finalmente los dólares financieros frenaron la tendencia y quedaron estacionados, todavía por encima de los $1.100, mientras el libre volvió a la zona de los $1.200.
En el equipo económico esta semana trataron de bajarle el tono al rebote de las cotizaciones paralelas y piden mirar la secuencia completa, entre la baja desde los $1.500 que habían tocado los dólares financieros en julio y los $1.050 que llegó a alcanzar como piso nominal. Una escalada de unos 100 pesos, aseguran, no es relevante desde ese punto de vista, pero la seguidilla de jornadas en alza posó la mirada del mercado nuevamente sobre el tipo de cambio después de varios meses de tranquilidad.
Según pudo reconstruir Infobae en base a ejecutivos presentes este miércoles por la mañana en un evento en la Bolsa de Comercio, el ministro de Economía Luis Caputo hizo una breve referencia a esta cuestión, en la que aseguró que el rebote de los dólares no tiene características de corrida, sino de volatilidad que, señaló, era esperable en algún momento de fin de año por la demanda estacional por el inicio de la época de vacaciones de verano o por el cobro de aguinaldos.
El ministro de Economía, de todas formas, insistió en que no hay condiciones monetarias para una escalada de otra proporción porque “no hay pesos” suficientes para forzar una suba de esa naturaleza y que por las características del plan económico tampoco los habrá en el futuro. La lógica que sostienen en los despachos oficiales es que a esta altura el peso ya se convirtió en la moneda escasa y el dólar en la que abunda, en especial por la inyección de divisas que hubo durante el proceso de blanqueo de capitales.
Por su parte, el director del Banco Central y asesor del ministro, Federico Furiase, aseguró en el mismo evento que hay espacio para una apreciación cambiaria incluso mayor a la que se acumuló en el último año tras la devaluación de diciembre de 2023. “Hacia adelante habrá escasez de pesos y van a empezar a circular más dólares y eso explica el proceso de apreciación del tipo de cambio real que se fue dando endógenamente por las buenas razones”, consideró ante la platea inversora.
Caputo aseguró ante inversores que no hay condiciones monetarias para una escalada de otra proporción porque “no hay pesos” suficientes para forzar una suba de esa naturaleza y que por las características del plan económico tampoco los habrá en el futuro
A propósito de esta cuestión, un informe de Delphos Investment interpretó que el Gobierno insiste en que tiene margen para “mayor apreciación cambiaria, lo que es clave para lograr reducir el crawling peg y las tasas”. En ese sentido, interpretaron “la reciente ampliación de la brecha cambiaria como una oportunidad de posicionamiento en estrategias de carry trade”, plantearon.
En una entrevista el martes por la tarde Caputo había ensayado una explicación similar al asegurar que se trata de una suba del tipo de cambio que no está acompañada por una caída generalizada o sostenida de los bonos o las acciones y una suba del riesgo país, por lo que la lectura oficial asegura que no hay un cambio de “sentimiento” de mercado hacia los activos argentinos.
Un informe de Portfolio Personal Inversiones (PPI) indicó tras la última suba del martes, antes del freno del miércoles, que el contado con liquidación “en términos nominales regresó a niveles comparables con los de mediados de noviembre. Producto de este reciente repunte del contado con liquidación, la brecha cambiaria más que se duplicó desde el mínimo en la era Milei de 4,9% el 9 de noviembre a 12,5%, la mayor desde el 15 de noviembre”, aseguraron en un informe.
Gustavo Ber, analista del mercado, “ocurre que el optimismo de los operadores sigue vigente, aún con los crecientes ruidos en Brasil de fondo, dado que incluso muchos detectan rebalanceos de carteras que siguen favoreciendo la dinámica a partir de la confianza que despiertan los sucesivos progresos ‘macro’ y la expectativa de una importante agenda económica y de reformas hacia el año próximo”.
“Así es que el deslizamiento reciente de los dólares financieros no viene generando preocupaciones relevantes, más allá de que la ‘brecha’ vuelve a ubicarse algo por encima del 10 por ciento. Ocurre que se considera que dicha dinámica sería transitoria por el aguinaldo, vacaciones, rebalanceos de fin de año, expectativa de una futura eliminación del ‘dólar blend’ y algunas señales de que la apreciación cambiaria ya habría sido suficiente”, indicó Ber.