De cara a un cierre de ejercicio anual que arrojó ganancias sin precedentes, en el mercado bursátil se extendió este jueves una continuidad de la fase de ajuste de las cotizaciones, con el foco puesto también en el escenario internacional.
Así las acciones y los bonos de Argentina operaron en terreno negativo, para profundizar una lógica toma de utilidades tras los máximos recientes, en un contexto global cambiante luego de que la Reserva Federal de los EEUU (Fed) dejó trascender que prevé una desaceleración para el esquema de recorte de las tasas de referencia.
El S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires restó 4%, en los 2.419.894 puntos. El panel de acciones líderes conserva en diciembre una suba de 7,2% en pesos y de 2,9% en dólares, según la paridad del “contado con liquidación” implícita en los ADR argentinos que se negocian en Wall Street. En el exterior, la renta variable argentina negoció con mayoría de bajas, encabezadas por Telecom (-4,1%).
El S&P Merval anotó esta semana un valor máximo histórico nominal de de 2.680.484 unidades (y más de 2.300 puntos medido en dólares) en la operatoria intradiaria.
Mientras que los bonos soberanos en el MAE (Mercado Abierto Electrónico) operaron con una merma promedio del 0,9% en pesos, liderados por las emisiones dolarizadas, el riesgo país de JP Morgan subió nueve unidades para la Argentina, en los 663 puntos básicos. “Estos instrumentos presentan una Tasa Interna de Retorno promedio del 10,8% y paridades de 72,4%”, reportó el agente de compensación y liquidación Cohen.
En el contexto externo, los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años operaron en su nivel más alto desde mayo, un día después de que la Reserva Federal dijo que moderará el ritmo de rebajas de tasas de interés, una situación que afectaba a los mercados. La rentabilidad del Treasurie a 10 años alcanzó el 4,57% anual.
“En este contexto externo, los activos domésticos también aprovechan para intercalar un respiro tras las vertiginosas subas acumuladas, aunque habrá que evaluar su duración dado que hasta el momento dichos descansos resultaron efímeros ante renovadas apuestas de inversores”, afirmó el economista Gustavo Ber.
“Ocurre que el optimismo de los operadores sigue vigente, aún con los crecientes ruidos en Brasil de fondo, dado que incluso muchos detectan rebalanceos de carteras que siguen favoreciendo la dinámica a partir de la confianza que despiertan los sucesivos progresos ‘macro’ y la expectativa de una importante agenda económica y de reformas hacia el año próximo”, agregó.
“Aunque los aumentos recientes en el tipo de cambio son un reflejo de factores estacionales y de oferta y demanda, se espera que este efecto alcista sea transitorio. Las medidas del Gobierno y los flujos de divisas provenientes de sectores clave brindan un panorama optimista para la estabilidad cambiaria en el futuro cercano”, explicó Yanina Skiba, economista Jefa de MM Investments.
Las políticas ortodoxas implementadas por el presidente libertario Javier Milei lograron domar una fuerte escalada inflacionaria y equilibrar las cuentas públicas, lo que crea un clima positivo para el mercado.
El Gobierno argentino busca avanzar en negociaciones con el FMI (Fondo Monetario Internacional) por un nuevo programa del crédito vigente de 44.000 millones de dólares, que daría lugar a un desembolso para reforzar las reservas del BCRA y avanzar en el levantamiento de las restricciones cambiarias.
Freno para la devaluación del real
La moneda brasileña repuntaba este jueves desde mínimos históricos, después de una intervención récord del Banco Central brasileño para apuntalar la tasa de cambio en un contexto de agitación del mercado financiero debido a fuertes salidas de capitales y crecientes dudas sobre la política fiscal.
El real brasileño ganaba un 2% respecto del dólar, a 6,15 reales por unidades, luego de que el Banco Central vendió USD 8.000 millones a través de dos subastas en 48 horas, la intervención más grande de su tipo desde que la moneda local comenzó a flotar en 1999. El dólar en Brasil tocó un récord de 6,30 reales.
La entidad que preside Roberto Campos Neto ha realizado seis intervenciones al contado desde la semana pasada, con ventas totales por USD 13.750 millones, además de tres subastas de dólares con acuerdos de recompra que totalizaron 7.000 millones de dólares.
Campos Neto dijo que los flujos de capital que salen de Brasil habían aumentado hasta alcanzar niveles cercanos a los más altos de la historia, y señaló que las empresas estaban enviando dividendos mayores que el promedio al exterior y que los individuos habían comenzado recientemente a contribuir a las salidas.
En el marco de un monumental déficit fiscal del 10% del PBI, el Gobierno de Lula da Silva reveló el mes pasado un plan para aumentar los impuestos sobre dividendos y a las personas con ingresos altos para expandir las exenciones tributarias para la clase media, como parte de un paquete más amplio de medidas fiscales que ensombrecieron la confianza del mercado en las últimas semanas.
“El mercado aún no tiene una definición sobre los recortes de gastos del Gobierno”, dijo a Reuters Lucelia Freitas, especialista en tipo de cambio en Manchester Investors. “Mientras no tengamos una definición precisa de cuántos de esos recortes se realizarán, seguiremos viendo un debilitamiento del real”.
“El dólar en Brasil escaló 27%, la mitad de ese recorrido se dio en los últimos 90 días lo cual da cuenta de un mercado disconforme con la administración de Lula”, explicaron los analistas de Rava Bursátil.