Con acciones cuyos precios saltaron hasta 300%, las empresas argentinas en Wall Street ya valen más de USD 200.000 millones

Los bancos argentinos tuvieron fuertes escaladas a lo largo del año por las medidas del plan económico del Gobierno. Las energéticas también mostraron mejoras en medio de la desregulación del sector y la liberación de tarifas

El presidente Javier Milei en Wall Street, en septiembre pasado (AFP)

Las empresas argentinas que cotizan en Wall Street experimentaron a lo largo del año una marcada suba en sus cotizaciones, que llevó a algunas firmas a orillar una mejora incluso superior al 300% en su capitalización bursátil, en especial entre las firmas del sector bancario.

Son unas 21 compañías que, juntas, tienen un market cap, o valor de mercado que supera por estos días los USD 200.000 millones.

Entre las empresas con mayor valor de mercado, la que se ubica históricamente con mucha diferencia por encima del resto fue Mercado Libre, que alcanzó hoy los USD 91.718 millones, tras una variación de su acción cotizante en Wall Street de 18 por ciento en 2024. La segunda compañía con mayor valor tampoco tuvo una suba tan considerable (12%), pero su valor de mercado alcanzó los USD 21.095 millones, como es el caso de Tenaris.

YPF completó el podio de las firmas con mejor market cap en los mercados internacionales. La petrolera de bandera tuvo desde la primera jornada bursátil el 2 de enero de este año una escalada de 172% y fue de esa manera la empresa del sector energético con mejor performance en la bolsa en lo que va del año.

En términos generales, las subas más fuertes estuvieron explicadas casi en su totalidad por el sector financiero, en un contexto macroeconómico que favoreció la actividad de los bancos en un mercado todavía relativamente pequeño como el argentino. Algunas de estas características –y su potencial– fueron remarcadas en un informe reciente de un gigante de Wall Street que provocó la última oleada de compras a esos papeles.

Así, por ejemplo, Grupo Financiero Galicia tuvo una mejora de 305% en lo que va del año, con una acción que pasó de valer 16,96 dólares en enero a 68,72 dólares. Así, su capitalización bursátil escaló hasta los USD 9.929 millones y es, con diferencia, la institución financiera con mayor valor en el mercado. En segundo lugar, de este sector se ubicó el Macro, con una mejora de 279% y alcanzó los USD 6.675 millones. Otros bancos con considerables avances fueron BBVA con 266% lo que la ubicó un terreno apenas debajo de los USD 4.000 millones y Banco Supervielle (294% y USD 1.256 millones).

Un informe de GMA Capital explicó por qué los bancos fueron los más beneficiados en este proceso. “Las entidades financieras, con mayor certidumbre sobre el marco monetario y con el descarte de la dolarización o reestructuración agresiva de Leliq y pases al comienzo del mandato, pudieron volver a ‘actuar como bancos’. Así, lograron capitalizar el bajo stock de crédito al sector privado de principios del año, incrementando éste en 1,6 puntos del PIB en los últimos 6 meses”.

Días atrás, Morgan Stanley ponderó el potencial del sector bancario argentino y disparó las compras de acciones. Así, la institución consideró que Argentina podría posicionarse como el mercado bancario de mayor crecimiento en América Latina, impulsado por factores macroeconómicos y estructurales. El país registra una baja penetración bancaria, con un ratio de préstamos al PBI del 12%, el más bajo de la región, a pesar de ser la tercera economía más grande de América Latina, lo que evidencia un potencial significativo para ampliar el acceso al crédito y a los servicios financieros.

Milei y Marcos Galperin, CEO y fundador de Mercado Libre

“Un entorno económico más constructivo podría convertir a Argentina en el mercado bancario de mayor crecimiento en la región”, señala el reporte. “Proyectamos un crecimiento de préstamos del 35% en términos reales durante los próximos tres años, el más alto de toda América Latina”, agregó el banco de inversión estadounidense.

Los bancos argentinos cuentan con ventajas estructurales que podrían acelerar la bancarización. Entre ellas, se destaca la presencia de una amplia clase media con mayor poder adquisitivo respecto a otras naciones de la región y un acceso masivo ya consolidado a los servicios bancarios. Aunque el uso del crédito continúa siendo bajo, este segmento de la población está bien posicionado para impulsar un aumento en la utilización de productos financieros.

Por último, los balances de las entidades financieras argentinas presentan niveles altos de capitalización y bajo apalancamiento, lo que reduce los riesgos y proporciona una base más estable para sostener el crecimiento proyectado.

Por fuera de los bancos, las energéticas tuvieron también marcadas subas en su cotización, como la mencionada YPF, pero también otras como Vista (104%) hasta un market cap de USD 5.531 millones. Pampa Energía lo hizo un 88% hasta un valor de mercado de USD 5.132 millones, Transportadora Gas del Sur (96% y casi USD 4.700 millones) y Edenor (148% hasta USD 2.215 millones).

Hubo otro grupo de empresas con subas mucho menos marcadas que el resto o bien con caídas, como el caso de Globant (-1% a lo largo del año), Ternium (-27%) o Bioceres (-50 por ciento). De este modo, se fueron delineando dos grupos bien diferenciados de empresas en los sectores financiero y energético: aquellas con un crecimiento muy pronunciado y aquellas que no lograron captar el impulso de los activos argentinos de renta variable. En todos los casos mencionados, se trata de firmas vinculadas a la economía real, pero —a diferencia de las energéticas, que también forman parte de este grupo— dependen en mayor medida del desempeño del mercado interno y del consumo.