Las dos caras de la moneda son la Argentina y Brasil. La euforia del mercado argentino contrasta con la caída de los activos financieros de su principal socio comercial.
El Banco Central de Brasil intentó defender al real con una licitación inesperada de USD 1.600 millones. Las divisas fueron compradas en su totalidad, pero el dólar alcanzó su récord histórico de 6,15 reales, mientras la Bolsa de San Pablo soportaba la quinta caída consecutiva. Esta vez, el índice Bovespa perdió 0,84%. En tres ruedas, el Banco Central de Brasil vendió USD 3.245 millones.
La Argentina, en tanto, recibía elogios de los grandes bancos internacionales y de las calificadoras de riesgo. Pero para compensar las alabanzas coincidieron en recordar el pasado de incumplimientos del país. La fuerza de los elogios y la percepción de que la Argentina puede lograr un riesgo país de menos 600 puntos básicos que lo alejarían de cualquier riesgo de default, pudo más que la conmemoración de incumplimientos.
Si bien la Bolsa brilló en el mercado con la fuerza de un cartel luminoso por lo voluptuoso de la suba de las acciones de los bancos, el gran logro fue de los bonos soberanos que con alzas superiores a 2,5% lograron que el riesgo país bajara 31 unidades (-4,4%) a 677 puntos básicos, un nivel que no conocía desde mediados de febrero de 2019.
A la baja del riesgo país no la ayuda la suba de la tasa de retorno de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años que está en 4,40%. En otras palabras, si el riesgo país llegara a 600 puntos básicos, la Argentina conseguiría dinero para refinanciar los vencimientos de 2025 a una tasa de 10,40% anual, bastante lejos de lo que paga la ciudad de Buenos Aires o los bonos corporativos que se manejan con el equivalente a un riesgo país de 200 puntos básicos.
Pero como contrapartida, hay bonos soberanos que acumulan ganancias de 100% en dólares en lo que va del año.
Los dólares siguieron en alza como para avisarle a diciembre que no van a dejar de repetir la historia de cada año. La demanda estacional siempre fue elevada. Una parte por el turismo que viaja al exterior y otra, por los que quieren alejarse del carry trade, transformando en dólares las ganancias en pesos para vacacionar tranquilos. No falta la compra de empresas, al ver la brecha con el dólar oficial, para mejorar sus balances.
De todas maneras, a pesar las subas de las últimas 2 ruedas, los dólares financieros están $150 debajo de lo que cotizaban a mitad de año.
En estas circunstancias, el MEP subió $27,19 (+2,5%) a $1.100,27 y el contado con liquidación (CCL),$23,79 (+2,2%) a $1.119,10. El dólar “blue” los acompañó con un aumento de $20 a $1.125, el nivel que tenía a fines de febrero.
Para Nicolás Cappella, trader del Grupo IEB, se nota “más demanda que en semanas anteriores de la mano de la menor oferta de los exportadores”.
Para la consultora F2 de Andrés Reschini “el índice dólar (DXY) no mostró un fortalecimiento, sino que más bien un leve debilitamiento frente a las seis principales monedas del mundo. Pero las divisas en la región no estuvieron calmas. Por caso, el real brasileño volvió a depreciarse hasta casi 6,15 unidades por dólar, un comportamiento similar al de los dólares financieros locales”.
En el Mercado Libre de Cambios (MLC) se negociaron USD 375 millones y el Banco Central compró apenas USD 8 millones por la mayor demanda de los importadores. La consultora F2 señaló que “la presión de la demanda en el MLC creció justo cuando el CCL superó al tipo de cambio importador. Atentos a los movimientos en la curva pesos, los dólares futuros iniciaron la semana con ajustes positivos en prácticamente toda la curva. Los datos de alta frecuencia de inflación en diciembre arrojan buenos augurios; el mercado se ilusiona con una baja del crawling peg al 1% en enero y con ello una nueva baja de tasas”.
Los bonos en pesos a tasa fija tuvieron comportamiento dispar. Bajaron las LECAP más cortas. Las de enero y febrero rinden 2,7% mientras subieron las de mediano plazo a 2,6% efectivo mensual. Las BONCAP, los bonos de más largo plazo que tienen vencimientos en 2026, rinden ahora 2,30%.
Hubo subas en los bonos CER, porque cuando la sobretasa, lo que se paga sobre la inflación, excede 9% son rentables. El TX26 fue el más buscado y subió 0,33%.
Sobre la Bolsa convergieron las buenas noticias que trajo la apreciación de Goldman Sachs sobre el sector bancario argentino al señalar que fue el de más alto crecimiento de la región. La calificadora se suma a la fila de elogios internacionales y a los buenos datos que sigue dando la economía local. Por caso, el crecimiento de 3,9% en el tercer trimestre del año fue otro de los motores que animaron a los inversores.
De hecho, antes de la apertura de la Bolsa, había una demanda adelantada de acciones de los bancos que concentraba 70% de los negocios. El Merval de las acciones líderes subió 7,3% en pesos y 5% en dólares. Los bancos lideraron las subas. Supervielle aumentó 18,82%, seguido de Macro con 17,36%.
Los ADR -certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en las Bolsas de Nueva York- también tuvieron un cierre verde. Supervielle encabezó la rueda de ganadores con 16,5%.
Para hoy se espera calma. Cuatro ruedas seguidas de alzas y de bajas del riesgo país, pueden encontrar un límite. La incógnita es si al haber perforado el riesgo país el piso de los 700 puntos básicos no atrae más dinero de fondos del exterior y prolonga el rally de bonos soberanos.