Ni las advertencias por el atraso cambiario o las dudas por el resultado de las elecciones legislativas lograron frenar por ahora el rally alcista de los activos argentinos. Ayer se vivió otra jornada de fuertes subas para las acciones bancarias luego de una recomendación de compra de Morgan Stanley, que estiró las subas hasta niveles insospechados: el ADR de Grupo Financiero Galicia, por ejemplo, ya acumula una impresionante suba de casi 300% en dólares desde el inicio de año.
No hay dudas que se está viviendo el pico de optimismo por Argentina, habiendo pasado poco más de un año desde la asunción de Javier Milei. Esta euforia se acerca, ahora sí, a los mejores momentos que se vivieron durante el gobierno de Mauricio Macri, a fines del año 2017, en coincidencia con la victoria legislativa lograda por Juntos por el Cambio. Luego llegarían los piedrazos al Congreso y la crisis cambiaria a partir de abril de 2018, que dio vuelta por completo el sentimiento de los inversores.
Aún a pesar de las espectaculares subas del sector bancario, sin embargo, el precio de los ADR de este sector que cotizan en Wall Street todavía no llegaron a superar los máximos alcanzados en la “era Macri”. El papel cerró ayer a USD 67,76, pero pese a multiplicar por cuatro su precio todavía está 7% debajo del pico de USD 72, alcanzado en enero de 2018.
En el caso de Banco Macro, todavía le queda casi un 25% para llegar al máximo de USD 132 de octubre de 2017, tras haber alcanzado ayer los USD 106,83.
El comportamiento del mercado bursátil argentino en los últimos diez años es difícil de encontrar en cualquier otro lugar del mundo. Luego del pico de 2017, los papeles perdieron hasta 90% en dólares tras el regreso del kirchnerismo al poder. Pero con la victoria de Milei se produjo un salto espectacular.
El índice S&P Merval medido en moneda ya superó con amplitud los máximos de esa época. Luego de la suba de las acciones de los últimos días el principal indicador de la Bolsa local ya se ubica en 2.177 dólares, tomando como referencia el contado con liquidación. El máximo a fines de 2017 había sido de 1800, por lo que fue superado con amplitud.
Las acciones bancarias llegaron a perder el 90% de su valor tras el regreso del kirchnerismo en 2019. Ahora están recuperando prácticamente toda aquella pérdida, con algunas subas de hasta 300% en dólares en el año. Para los grandes bancos de Wall Street, la suba todavía tendría recorrido
En el caso de los bonos, los precios están más lejos de los de aquel momento. El riesgo país en la era Macri llegó a desplomarse a 450 puntos básicos, lo que permitió un acceso fluido a los mercados de financiamiento, con tasas inferiores al 8% anual.
Ahora este indicador viene cayendo sostenidamente, pero recién ayer perforó los 700 puntos básicos. Esto denota algo más de cautela por parte de los inversores internacionales, pero que también va dejando lugar a la euforia. Cada vez son más los fondos internacionales que no se quieren quedar afuera de la fiesta.
Los especialistas en renta fija explican que si se volviera al riesgo país que consiguió Macri, los bonos todavía tendrían un potencial de apreciación de entre 20% y 25%, tras haber subido más de 80% en dólares en 2024.
Por supuesto que la pregunta que surge al ver semejante recorrido de los mercados lleva a pensar si se trata de un recorrido sostenible o si podría ocurrir algo parecido a lo que sucedió en la última experiencia. Lo que juega a favor en esta oportunidad es que el Gobierno mantiene el superávit fiscal desde el primer mes, mientras que Macri nunca consiguió equilibrar las cuentas públicas. Esa dependencia del endeudamiento precipitó la crisis, al cerrarse los mercados en medio de una suba del riesgo país y fuerte aumento del tipo de cambio en pocas semanas.