El Gobierno quiere seguir controlando al dólar: no habría unificación cambiaria hasta después de las elecciones

La idea es moverse con pies de plomo y no arriesgarse a una flotación en un año clave. El Central tiene muchas reservas líquidas para mantener la brecha debajo del 10%. Milei reconoció su preocupación por el impacto de la apreciación cambiaria en las empresas, que solo podría revertirse con menos controles

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El propio presidente se ocupó de explicar los próximos pasos, pero no hay apuro para levantar el cepo
(Foto: Shutterstock)
El propio presidente se ocupó de explicar los próximos pasos, pero no hay apuro para levantar el cepo (Foto: Shutterstock)

Javier Milei en persona se ocupó a través de varias apariciones y en distintos formatos (cadena nacional, streaming y entrevista radial) de delinear los próximos pasos del plan económicos. Una de las novedades que aportó fue su preocupación por el comportamiento del tipo de cambio. “Ahora tenemos el problema que baja el dólar, porque si sigue cayendo muchos sectores se van a ir a la quiebra”, dijo el presidente.

La “fase 2″ del plan, que se lanzó a principios de julio tuvo mejores resultados a los esperados por el propio equipo económico. Luis Caputo se había puesto como meta que los dólares financieros retrocedieran desde 1.500 hasta 1.100 pesos. En aquel momento la mayoría pensó que se trataba de una expresión de deseos o de marcar un rumbo. Finalmente, el derrumbe fue incluso mayor y en corto tiempo: la cotización nominal llegó a retroceder 30% desde aquel pico.

En un clima de mayor confianza, la caída nominal del dólar tiene muchas razones. Básicamente se explica por la continuidad del cepo cambiario, tasa de interés real positiva y la decisión de mantener fija la cantidad de pesos que corresponden a la base monetaria ampliada. Coincide, además, con la eliminación del impuesto PAIS y con una apertura comercial, que permite a cualquiera importar sin restricciones y pagando los aranceles correspondientes.

Importar o morir

Los industriales tomaron nota de este súbito cambio de escenario y ahora van en procesión a China. Importar o morir, es el lema. Si no son ellos los que empiezan a producir en Asia, terminarán tapados por la ola de importaciones que inevitablemente sucederá, sobre todo a medida que recupere el consumo interno.

En la medida que la tasa en pesos se mantenga por encima del ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial, será difícil que se produzca mayor presión cambiaria. Al contrario, eso más la continuidad de trabas en el mercado cambiario provocan que los dólares financieros tiendan a plancharse

Para los meses de verano se esperan muchas novedades en el frente financiero y especialmente en el cambiario. Con la inflación en baja, se acerca la reducción del ritmo de “crawling peg” del tipo de cambio oficial del 2% al 1% mensual. Se estima que esa medida ayudará a profundizar el proceso de desinflación. Cada vez son más los analistas que piensan que el año próximo el índice podría ubicarse por debajo del 25 por ciento.

Al mismo tiempo, Milei aseguró que se acerca el acuerdo con el FMI y dio a entender que a partir de allí se podría salir del cepo cambiario. La excelente relación del Presidente con Donald Trump y Elon Musk facilita mucho las cosas y vuelve más probable la posibilidad de conseguir un fuerte desembolso inicial que permita acumular reservas netas.

La excelente relación de Milei con Trump hace pensar en la posibilidad de fondos frescos del FMI
La excelente relación de Milei con Trump hace pensar en la posibilidad de fondos frescos del FMI

Sin embargo, desde el propio equipo de Caputo dejaron en claro que el plan para la salida del cepo sigue siendo “gradual”. Esto significa que las restricciones se irán levantando de a poco y posiblemente lleve todo el 2025 hacerlo de manera completa.

El Gobierno no está dispuesto al menos en esta etapa a ir a un esquema de flotación cambiaria. Tanto Caputo como Milei lo consideran demasiado arriesgado. Y el Presidente reiteró que “el cepo no es un obstáculo para crecer”.Esto significa que seguirá habiendo un tipo de cambio oficial y varios financieros, como sucede ahora. En 2025 la gente que quiera atesorar dólares lo seguirá haciendo vía MEP, que no compromete las reservas.

Al mismo tiempo, el Gobierno también se reserva el derecho de seguir interviniendo en el mercado financiero para evitar que se dispare el tipo de cambio. El actual escenario es el ideal a los ojos de Caputo: múltiples tipos de cambio, pero una brecha controlada que no se aleja del 10 por ciento.

Aunque las reservas netas son negativas, la capacidad de intervención del Central es muy grande, ya que las líquidas subieron a USD 17.000 millones. Es casi imposible tener una sorpresa en el plano cambiario con este nivel potencial de intervención. Mas allá de los dólares que ingresarán por diversas fuentes en 2025: una cosecha, superávit energético, colocación de deuda por parte de las empresas e inversiones reales.

El Gobierno busca el acuerdo con el FMI para refinanciar vencimientos y recuperar reservas netas. Esto permitiría de manera gradual eliminar restricciones cambiarias, pero no habría unificación de los tipos de cambio al menos hasta después de las elecciones

En los últimos días se fueron tomando medidas que tímidamente buscan consolidar un piso para el dólar: baja de la tasa de interés, más tiempo a los exportadores para que liquiden, facilitar compras a los importadores y permitirte a los free lancers y otros a entrar las divisas de su trabajo sin necesidad de pasar por el mercado cambiario, hasta USD 36.000 anuales.

¿Brecha negativa?

Claro que estas medidas lucen insuficientes para para frenar en los próximos meses la presión cambiaria, que tranquilamente podría llevar a los dólares financieros incluso por debajo del oficial. Una brecha “negativa” no sería imposible que ocurra, ya que se trata de dos mercados que operan de manera separada: es más, quienes transaccionan por el oficial no lo pueden hacer en el MEP o el contado con liquidación, al menos por ahora.

El dólar fue perdiendo brillo y cayó 30% desde julio 
REUTERS/Sam Mircovich
El dólar fue perdiendo brillo y cayó 30% desde julio REUTERS/Sam Mircovich

Milei siempre recuerda que es “libertario” pero que no lo tomen por “libertarado”, aludiendo a lo inconveniente de tomar riesgos excesivos más allá de las exigencias de algunos sectores.

Para Domingo Cavallo, mantener el cepo impedirá que el riesgo país de Argentina vaya al nivel de otras economías latinoamericanas. Sin embargo, la compresión de tasas se sigue dando a nivel soberano y corporativo. Vista Energía colocó un bono internacional a 10 años en dólares a una tasa de 7,6 por ciento

Esto llevará al Gobierno a moverse con pies de plomo. En la hoja de ruta aparece la reducción del crawling peg, el acuerdo con el FMI y una liberación muy gradual de las restricciones cambiarias. Sin embargo, no habrá flotación cambiaria, la que consideran muy arriesgada en pleno proceso electoral.

Sostiene Cavallo

En un video que dura más de una hora, Domingo Cavallo consideró que mantener el cepo va en contra de la posibilidad de bajar más rápido el riesgo país, a niveles parecidos al de otro países latinoamericanos, es decir menos de 400 puntos básicos.

Según Cavallo, la vigencia del cepo retarda la reducción del riesgo-país
Según Cavallo, la vigencia del cepo retarda la reducción del riesgo-país

Sin embargo, los bonos argentinos volaron este año a pesar de las restricciones y el riesgo país quedó a punto de perforar los 700 puntos básicos. Incluso hay empresas argentinas como Vista Energía que ya lograron financiarse en Nueva York a tasas inferiores de 8% a 10 años. Esto equivale a un riesgo de unos 350 puntos básicos.

Las elecciones legislativas todavía quedan lejos, pero ya están presentes en el radar de los inversores. Milei vaticinó que podría sacar el 50%, a partir de la baja de la inflación y la recuperación económica.

Pero los inversores quieren saber cómo le irá a Cristina Kirchner, si tiene chances de ganar en la provincia y cuáles son las verdaderas posibilidades del kirchnerismo para regresar al poder. La disputa de Milei con su vicepresidenta no es bien vista y además empieza a vislumbrarse que el Gobierno no irá con el PRO a las legislativas. Todo esto por ahora no está incorporado en los precios de los activos, pero sí podrían empezar a sentir el impacto a partir del segundo trimestre.

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