Elegir un crédito hipotecario para acceder a la vivienda propia implica analizar varios factores como las tasas de interés, los plazos de devolución, los ingresos requeridos y los costos adicionales.
En Argentina, existen cuatro modalidades principales de préstamos: compra de vivienda única, adquisición de una segunda propiedad, construcción de una vivienda y refacción.
Cada uno está diseñado para necesidades diferentes, y conocer sus características es esencial para tomar una decisión informada.
Tipos de créditos disponibles
El crédito para vivienda única es el más accesible debido a sus intereses y plazos más amplios.
Lisandro Cuello, experto inmobiliario, dijo a Infobae que “se destina exclusivamente a propiedades con uso residencial y no permite adquirir inmuebles para fines comerciales. Por otro lado, los créditos para construcción y refacción están estructurados de manera diferente, ya que el dinero se entrega en etapas según el avance de la obra, a diferencia del crédito para compra, que se otorga en su totalidad al momento de la operación”.
En Argentina no existen préstamos hipotecarios para la compra de terrenos pero a partir de las hipotecas de bien futuro o divisibles, es probable que los bancos comiencen a ofrecer los créditos a partir del primer trimestre de 2025
Además, todas estas líneas de crédito están diseñadas para que las cuotas sean similares al costo de un alquiler, para fomentar así que las familias puedan acceder a la vivienda propia sin una carga excesiva.
Requisitos y combinación de ingresos
El ingreso mínimo necesario para acceder a un crédito hipotecario varía según se trate de una solicitud individual o conjunta. Para un solicitante individual, el ingreso mensual requerido ronda los $2.400.000. En el caso de parejas, ambos deben demostrar ingresos mínimos de $1.200.000 cada uno.
Varias de las 23 entidades que los otorgan permiten combinar ingresos con hasta dos codeudores adicionales, como familiares directos, lo que amplía las posibilidades para quienes tienen salarios más ajustados.
La mayoría de los créditos hipotecarios cubren hasta el 80% del valor de la propiedad. Esto significa que el comprador debe disponer del 20% restante, más los costos asociados a la operación, como honorarios, escrituración e impuestos, que pueden sumar alrededor de 6.000 dólares.
Cómo elegir la entidad financiera adecuada
Es recomendable solicitar el crédito hipotecario en el banco donde el solicitante tenga su cuenta sueldo, ya que esto permite acceder a tasas de interés más bajas. En algunos casos, la diferencia puede ser significativa, con porcentajes que bajan de 8% a 4,5% para quienes cobran sus salarios en la misma entidad.
Otra variable a considerar es el tipo de banco. Las entidades públicas suelen ofrecer tasas de interés más competitivas, pero los procesos de aprobación y desembolso del dinero tienden a ser más lentos.
En cambio, los bancos privados pueden aprobar los créditos en menos tiempo, aunque sus intereses suelen ser más altos.
¿Convienen los créditos en UVA?
Los créditos hipotecarios en UVA son una alternativa que depende de la estabilidad del ingreso del solicitante.
“Esta unidad de valor, ajustada según el costo de construcción del metro cuadrado, actualiza las cuotas según la inflación. Si los ingresos del solicitante acompañan este ajuste, las cuotas pueden mantenerse manejables. Sin embargo, en casos de ingresos inestables o que no sigan el ritmo de la inflación, las cuotas pueden convertirse en un problema financiero”, dijo Cuello.
Solicitar un crédito en UVA puede ser más conveniente si el banco ofrece tasas de interés bajas y opciones de cancelación anticipada sin penalidades. Estas características permiten pagar cuotas más accesibles y minimizar el impacto de los ajustes.
Reactivación del mercado
Los créditos hipotecarios muestran una reactivación que no se registraba desde hace seis años. Según datos recientes, en septiembre se otorgaron más de USD 100 millones en créditos UVA, lo que permitió financiar poco más de 1.000 operaciones para departamentos de 60 metros cuadrados en CABA con un 75% de financiación. “Aunque parece un número bajo, es significativo tras años sin avances en esta herramienta de acceso a la vivienda”, señaló Fernando Álvarez de Celis, de la Fundación Tejido Urbano.
Actualmente, los bancos ofrecen líneas hipotecarias con tasas entre 3,5% y 9% más UVA, con plazos que alcanzan los 15 y hasta 30 años.
De Celis destacó que, aunque los créditos UVA representan un alivio en términos económicos, su impacto es limitado frente al déficit habitacional estructural del país.
“Argentina necesita al menos cinco años de financiamiento hipotecario continuo para comenzar a reducir este problema. La posibilidad de financiar entre el 75% y el 100% del valor de una vivienda en pesos es clave, pero no es suficiente para resolver una demanda de esta magnitud”, sostuvo.
Costos adicionales
Además de la cuota del crédito, el comprador debe afrontar otros gastos, como la escrituración, honorarios de escribanos e inmobiliarios, y el impuesto a los sellos, que pueden sumar hasta 6.000 dólares en una operación de USD 100.000 promedio. Por ello, es fundamental calcular con precisión el dinero disponible antes de tomar la decisión.
Elegir un crédito hipotecario requiere evaluar las condiciones ofrecidas por cada entidad financiera, los costos asociados y la estabilidad de los ingresos del solicitante.
Cuello concluyó: “Analizar con detenimiento todas las variables permitirá tomar una decisión que no solo facilite el acceso a la vivienda, sino que también sea financieramente sostenible a largo plazo.