Una familia tipo de cuatro integrantes - dos adultos y dos niños - en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) necesitó en noviembre ingresos superiores a los $1.614.641 para ser considerada como de “clase media”, sin contemplar el gasto por un alquiler. Así surge de los datos que publica mensualmente el Instituto de Estadística y Censos porteño (Idecba).
El universo alcanza a los hogares que pueden cubrir 1,25 veces la Canasta Total de bienes y servicios para no ser considerado pobre, pero que no superan ingresos equivalentes a cuatro veces esa cesta. Si ese mismo hogar debiera alquilar un departamento de tres ambientes en la Ciudad, necesitaba el mes pasado percibir $2.264.641 según el costo promedio que arrojó el último relevamiento de Ceso para un departamento de tres ambientes.
El Idecba señaló que una familia tipo además requirió más de $1.032.246 para no ser considerada pobre, un aumento del 1,6% mensual y de 160,2% en el último año.
Por otro lado, la canasta de indigencia aumentó de $550.350 a $551.679 en noviembre, una suba del 0,2% respecto a octubre y del 141,9% en los últimos doce meses. El grupo familiar analizado precisó ingresos por encima de ese umbral para no ser considerado indigente.
Una familia tipo requirió en noviembre más de $1.032.246 para no ser considerada pobre
Esas variaciones quedaron por debajo de la que marcó el mes pasado la inflación porteña. El Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad (IPCBA) tuvo un aumento del 3,2% el mes pasado. Este dato destaca una desaceleración en la trayectoria interanual, que se ubicó en el 177,4%, con una reducción de 23,5 puntos porcentuales respecto a octubre. En los primeros 11 meses del año, la inflación acumulada alcanzó un incremento del 129,1%.
El IPCBA señaló que las divisiones Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, Transporte, Salud, Restaurantes y hoteles, y Alimentos y bebidas no alcohólicas explicaron el 73,5% del alza general.
- Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles aumentó un 4,2%, contribuyendo con 0,80 puntos porcentuales (p.p.) al índice mensual. Este incremento estuvo relacionado principalmente con las subas en alquileres y gastos comunes de vivienda, junto con actualizaciones en los precios de servicios de reparación.
- Transporte registró un alza del 4,7%, con una incidencia de 0,50 p.p., impulsada por el ajuste en la tarifa de taxis, seguido por aumentos en combustibles y lubricantes.
- Salud tuvo un incremento del 4,2%, aportando 0,38 p.p., debido a los ajustes en las cuotas de la medicina prepaga.
- Restaurantes y hoteles subieron un 3,1%, con una incidencia de 0,34 p.p., reflejando aumentos en los precios de alimentos preparados en bares y restaurantes.
- Alimentos y bebidas no alcohólicas promedió un alza de 1,7%, con una incidencia de 0,31 p.p. en el índice general. Dentro de esta división, los mayores aumentos se dieron en frutas (9,1%), carnes y derivados (2,3%), pan y cereales (2,1%), y leche, productos lácteos y huevos (2,1%). En contraste, las caídas en verduras, tubérculos y legumbres (-7,2%) ayudaron a moderar el alza de este rubro.
Los datos de noviembre consolidan una tendencia de desaceleración interanual, atribuida principalmente al menor ritmo de aumento en bienes y servicios. La inflación núcleo –medida por el índice que excluye los factores estacionales y regulados– registró un incremento mensual del 3,1%, con una variación interanual del 165,2%, 24,5 puntos porcentuales menos que en octubre.
Por su parte, las tarifas reguladas, que tuvieron un papel significativo en el aumento mensual, reflejan el impacto de ajustes en servicios básicos como agua, electricidad y gas, además del transporte. Aun así, el índice general logró evitar un repunte debido a la moderación en otros sectores.