Mercado Libre es la plataforma de comercio electrónico más grande de la región, es también una fintech gigante, que gestiona por medio de Mercado Pago, y ahora también quiere convertirse en un banco, según adelantó Infobae semanas atrás.
Para eso está trabajando hace meses: la idea de conseguir una licencia bancaria no es un trámite simple, pero la empresa de mayor valor de mercado del país –USD 98.000 millones– tiene experiencia, ya que la está tramitando en México y también en Brasil.
Como uno de los pasos de esa conversión, meses atrás, en mayo, la empresa que fundó Marcos Galperin hace 25 años solicitó el registró la marca que usará para su nuevo proyecto.
No fueron muy originales, pero respetaron la tradición de todos los nombres de sus productos. La marca que la empresa registró ante el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INPI) es Mercado Banco.
Entre las actividades a la que dedicará la nueva marca están:
- Transacciones financieras con monedas físicas, digitales y virtuales
- Servicios de información financiera y datos y tendencias del mercado
- Emisión de tarjetas de crédito y servicios de tarjetas de crédito y débito
- Servicios de calificación crediticia
- Administración financiera de inversiones de capitales
- Asesoramiento en inversiones
- Servicios de fondos de inversiones
- Gestión financiera de cuentas de ahorro, cuentas corrientes, cuentas de efectivo
- Operaciones financieras, monetarias e inmobiliarias
- Asesoramiento sobre créditos
- Servicios fiduciarios
- Servicios financieros de compra y venta de monedas virtuales
- Servicios de pago por billetera electrónica
La lista de posibles servicios financieros es más larga, aunque eso no quiere decir que los ofrezca a todos, y menos desde el comienzo de la operación. Es una amplia descripción de lo que el nuevo banco podría hacer. Incluso podría usar otra marca, pero Mercado Banco ya está reservada. En la empresa aseguran que van con paso firme, pero juran que no están tan apurados: el proyecto podría comenzar a desarrollarse recién en 2026, comentaron allegados en las últimas horas.
El expediente del INPI tuvo más novedades semanas atrás. Luego de la solicitud de mayo, la misma fue publicada en junio para ver si había algún tipo de oposición; no las hubo. La marca Mercado Banco le fue concedida por diez años a la empresa de Galperin en octubre pasado.
Tradicional
Mientras busca convertirse en un banco tradicional, Mercado Libre está en guerra, justamente, con la banca tradicional.
En el país, el unicornio está en medio de una batalla legal con Modo, la billetera virtual de los principales bancos, públicos y privados. En marzo pasado, Modo acusó a Mercado Libre por comportamientos anticompetitivos exclusorios y abuso de su posición dominante “en perjuicio de múltiples actores del mercado, incluidos competidores, comercios y consumidores”. En agosto, en tanto, llegó la contradenuncia: Meli acusó también ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) a Modo por “cartelización”. Es una guerra de titanes.
En Mercado Libre aseguran que Mercado Banco no será “tradicional”, por más que su licencia así lo diga. “Es una idea, queremos ser banco, pero no hay tiempos. Comprarlo o hacerlo lleva el mismo tiempo”, aseguraron. Apostarán al mundo digital y móvil. “Nos permitiría hacer un negocio como el que hacen los bancos, tomar tu plata y pagarte cero mientras la colocan a tasa”, dicen irónicamente en Meli, tal la sigla con la que cotiza en Wall Street.
Hay dos vías para registrarse para operar como banco. Una es tramitar la autorización del BCRA desde cero y, la otra, comprar a un banco que ya cuente con ese visto bueno del regulador. La segunda, en general, es la vía más rápida y sencilla, ya que existen 75 entidades financieras habilitadas por el Central. Un número altísimo para un mercado todavía pequeño como es el argentino. Sin embargo, pudo saber este medio, la opción de comprar un banco no sería la preferida por la empresa de Galperin, al menos por el momento. “No somos del todo buenos comprando, es más difícil la integración”, afirmaron.
En el sector financiero están convencidos de que por la buena relación que hay entre Galperin y Milei –que incluye desde apoyo en redes por parte del hombre más rico de país, hasta visitas del mandatario a la empresa y negocios con Anses, por ejemplo– el extenso y riguroso trámite de la autorización del BCRA podría no serlo tanto. Es más, calculan que “podría salir en un año, cuando suele tomarse el doble de tiempo”.
Como sea, la empresa empezó hablando en público del proyecto y ahora también le puso nombre y apellido.