El Gobierno tiene bajo análisis la privatización de la concesión del Gasoducto Perito Moreno, antes llamado Presidente Néstor Kirchner, que conecta los yacimientos de Vaca Muerta con Buenos Aires. Así lo reconoció este lunes la secretaria de Energía, María Tettamanti, al ser consultada por el futuro de la obra pública que comenzó durante la gestión de Alberto Fernández y fue terminada con Javier Milei.
“Enarsa (Energía Argentina SA) estaba en la lista de empresas a privatizar de la Ley Bases y para privatizarla primero tenés que empezar a desprenderte de los negocios. No tengo ninguna duda de que eso tiene que ser una concesión privada”, dijo Tettamanti ante la consulta sobre declaraciones recientes del ex titular de su cartera, Gustavo Lopetegui, en la inauguración del evento Energy Day organizado por EconoJournal.
El ducto actualmente es propiedad de Enarsa, empresa que pertenece al Estado nacional, y es operado por la empresa Transportadora Gas del Sur (TGS). La firma controlada por Pampa Energía y la familia Sielecki presentó recientemente una propuesta de iniciativa privada, la primera de la gestión Milei, para ampliar la capacidad de transporte en unos 14 millones de metros cúbicos diarios.
El Gobierno declaró ese proyecto como de “Interés Público” a través de una resolución publicada este lunes en el Boletín Oficial. El proyecto prevé una inversión de USD 500 millones, que podrían generar un ahorro de USD 500 millones en importaciones y otros USD 500 millones en subsidios durante los picos de consumo local de gas natural.
Según explicaron desde la firma transportadora, ahora deberá llevarse adelante un concurso a través del cual, tanto TGS como cualquier otra firma interesada, presentarán ofertas conforme los parámetros que incluya el Ministerio de Economía. Al ser TGS quien presentó el proyecto, en el concurso gozará de preferencia en caso de quedar igualado con otros oferentes. La empresa estatal Enarsa luego debería transferir la operación del gasoducto, al menos de manera parcial, a la empresa que resulte ganadora.
El proyecto prevé la ampliación en 14 millones de metros cúbicos día en la capacidad de transporte de la etapa 1 del ex GPNK que va desde Tratayen (Neuquén) hasta Saliquello (Buenos Aires) con trabajos en cuatro plantas compresoras. Esta parte tendría un costo de unos USD 500 millones y se abrirá a un concurso privado, del que podrán participar competidores internacionales. Actualmente, el ducto quedó en condiciones de transportar 21 millones de metros cúbicos.
Según comentaron desde TGS, con esta obra se podría primero reemplazar y después complementar la construcción del segundo tramo del ex GPNK, que está prevista desde Saliquello hasta San Jerónimo (Santa Fe) pero a tan solo un 15% de lo que costaría la segunda etapa del ducto, estimada en USD 2.500 millones. Tettamanti aclaró hoy que ese proceso “no está en agenda por ahora”.
Adicionalmente, TGS comprometió una inversión de USD 200 millones para otras plantas compresoras y 20 kilómetros de loop (gasoducto paralelo) para llegar a las zonas de consumo de la Ciudad Autónoma y el Gran Buenos Aires. Ese desembolso se realizará, aunque la empresa no gane el concurso por la obra de USD 500 millones.
De concretarse el proyecto, el ahora llamado Gasoducto Perito Moreno tendrá la capacidad de transportar unos 35 millones de metros cúbicos diarios de gas proveniente de Vaca Muerta a través del sistema operado por TGS hasta la Transportadora Gas del Norte (TGN), para llegar al Litoral y al Norte del país, lo que permitiría dejar de depender de las importaciones.
La Argentina tiene en la cuenca neuquina la segunda reserva no convencional de gas natural y la cuarta de petróleo del mundo, por lo que el país cuenta con la oportunidad de aprovechar sus recursos durante la ventana que otorgue la transición energética.