El mercado de criptomonedas continúa mostrando volatilidad e interés renovado por parte de los inversores. En las últimas horas, XRP, el token nativo del XRP Ledger también conocido como Ripple, experimentó un salto de 23,75% en su valor, alcanzando los 2,34 dólares. Este aumento lo posicionó como el tercer token con mayor capitalización del mercado, superando a Solana (SOL), Binance Coin (BNB) y la stablecoin USDT. La capitalización de XRP se ubicó en 133.000 millones de dólares, frente a los 105.000 millones de Solana, consolidando su posición detrás de Bitcoin y Ethereum.
El precio actual de XRP marca un hito importante, siendo el más alto desde principios de 2018, cuando alcanzó su máximo histórico de 3,40 dólares. Este comportamiento se da en un contexto de incertidumbre regulatoria, pero con señales alentadoras. El presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), Gary Gensler, anunció que abandonará la agencia en enero. Esta noticia revitalizó las expectativas de resolución de la disputa legal entre Ripple, empresa que gestiona el desarrollo de XRP, y la SEC, conflicto que comenzó en 2020.
Además de estos factores regulatorios, varios analistas atribuyen el desempeño de XRP al creciente interés por los fondos cotizados en bolsa (ETF) relacionados con esta criptomoneda. Empresas como 21Shares, Canary Capital y Bitwise presentaron solicitudes para crear ETFs de XRP, luego de los éxitos recientes de los ETFs de Bitcoin y Ethereum en el mercado estadounidense.
Desempeño en el mercado frente a otros criptoactivos
XRP no solo registró un avance notable en su precio, sino que también superó el rendimiento del índice GMCI 30 de The Block, que rastrea los movimientos de los 30 principales criptoactivos. Mientras el índice subió un 1,30% en las últimas 24 horas, XRP lideró con una ganancia de más del 23% en el mismo período.
El mercado en general mostró señales de optimismo en medio de una reconfiguración de sus dinámicas. Los inversores también se preparan para posibles cambios en las regulaciones tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El índice GMCI subió un 64% en el último mes, en parte gracias a la especulación sobre políticas favorables para el ecosistema cripto.
Por otro lado, Bitcoin y Ethereum, las principales criptomonedas del mercado, mantienen su predominancia. Sin embargo, el crecimiento de XRP plantea interrogantes sobre su capacidad para competir en términos de funcionalidad y adopción.
¿Qué impulsa el interés por XRP?
XRP fue diseñado para facilitar pagos transfronterizos rápidos y económicos, enfocándose en instituciones financieras y empresas. A diferencia de Bitcoin, que se centra en ser un activo de reserva de valor, XRP utiliza un mecanismo de consenso que no requiere minería intensiva en recursos. Este sistema permite procesar transacciones en solo 3 a 5 segundos, con costos significativamente menores en comparación con Bitcoin, cuyo tiempo de confirmación puede extenderse a varios minutos u horas.
El interés en XRP también responde a su enfoque en la escalabilidad y sostenibilidad ambiental, dos puntos críticos en la discusión sobre el futuro de las criptomonedas. La red de XRP emplea un protocolo de consenso que consume una fracción de la energía utilizada por el modelo de prueba de trabajo de Bitcoin.
¿Qué es XRP y cómo se diferencia de Bitcoin?
XRP es el token nativo del XRP Ledger, una blockchain diseñada para ofrecer soluciones rápidas y económicas en pagos internacionales. Su modelo de consenso, conocido como Protocolo de Consenso de XRP Ledger, reemplaza la minería tradicional con validadores que verifican transacciones en segundos.
A diferencia de Bitcoin, que tiene una emisión limitada de 21 millones de monedas, XRP cuenta con una oferta total de 100.000 millones de tokens, de los cuales 80.000 millones fueron otorgados inicialmente a Ripple. Este diseño busca garantizar previsibilidad en la circulación, con lanzamientos controlados desde cuentas de depósito en garantía gestionadas por Ripple.
Mientras Bitcoin ha sido percibido como un activo de refugio, XRP se ha posicionado como una herramienta funcional para empresas que necesitan una forma eficiente de realizar transacciones globales. Su capacidad para tokenizar activos y su enfoque en el sector corporativo lo diferencian aún más del enfoque público y descentralizado de Bitcoin.