La llegada de Javier Milei a la presidencia de Argentina marcó un antes y un después para el rumbo económico del país.
Con un discurso orientado a una drástica reducción del gasto público, la dolarización de la economía y apertura al mercado internacional, su administración generó altas expectativas tanto entre sus seguidores como entre críticos.
A un año de gestión, el balance entre las promesas cumplidas y las que quedaron pendientes muestra un panorama mixto.
Equilibrio fiscal
Uno de los compromisos más destacados fue la reducción del déficit fiscal a través de un ajuste en el gasto público. En 2024, el Gobierno implementó recortes significativos en subsidios al transporte y la energía, eliminando beneficios para sectores de ingresos medios y altos.
También recortó un 80% las transferencias a las provincias, razón por la cual los mandatarios provinciales se vieron obligados a hacer sus propios recortes puertas adentro.
Implementó recortes significativos en subsidios al transporte y la energía, eliminando beneficios para sectores de ingresos medios y altos. También recortó un 80% las transferencias a las provincias
De esa manera, el Estado nacional llegó al equilibrio fiscal. Sin ir más lejos, en octubre el resultado fiscal arrojó un superávit financiero de $523.398 millones, lo que representa un giro significativo respecto al mismo mes del año pasado. Este superávit contrasta con el déficit financiero registrado en octubre de 2023, que había alcanzado los $454.000 millones, ajustados a precios actuales.
El superávit financiero acumulado en lo que va del año (enero-octubre) llegó a $2,96 billones, equivalente a 0,5% del Producto Bruto Interno (PBI). De cara a 2025, el Gobierno nacional ya presentó un presupuesto sin déficit y se comprometió a honrarlo, independientemente del contexto económico.
En vistas a 2025, el Gobierno nacional prepara el terreno para continuar por la misma vía. El Presupuesto 2025 no tiene déficit y el Gobierno se compromete a honrarlo, independientemente del contexto económico.
Cierre del Banco Central
Milei mantiene su postura sobre el cierre del Banco Central, una de las propuestas más controvertidas de campaña. “Sigue en pie absolutamente”, afirmó durante la presentación de su libro en Madrid, al ser preguntado sobre si finalmente planeaba concretar el proyecto de cerrar el organismo estatal, que fue una de las ideas principales de su campaña electoral.
Conforme avance la dolarización endógena va a haber un momento en que va a ser muy grande la operatoria en dólares, en pesos muy chiquita, y cuando se dé esa situación vamos a estar en condiciones de cerrar el Banco Central (Milei)
En el cierre de la 60.ª edición del Coloquio IDEA, expresó: “Conforme avance la dolarización endógena va a haber un momento en que va a ser muy grande la operatoria en dólares, en pesos muy chiquita, y cuando se dé esa situación vamos a estar en condiciones de cerrar el Banco Central”.
Sin embargo, esta medida aún no se concretó. En cambio, el Gobierno decidió el cierre definitivo de la planta de fabricación de billetes (ex-Ciccone) y anunció la reestructuración de la Casa de la Moneda.
Cepo cambiario
Otra promesa clave de campaña, el levantamiento del cepo cambiario, tampoco se cumplió hasta el momento. Aunque se han quitado varias restricciones, la liberación total parece lejana.
El presidente del Banco Central, Santiago Bausili, explicó recientemente que para eliminar el cepo es necesario alcanzar un equilibrio monetario. “Estamos muy cerca de lograrlo, pero no necesariamente del equilibrio cambiario. Por ahora, el cepo actúa como una barrera para la entrada de dólares, más que para su salida”, observó.
Economistas de la consultora Abeceb estimaron que, “estabilizar el tipo de cambio real y la deuda pública en dólares facilitará una apertura económica y salir del cepo”.
Por su parte, Econviews, destacó que “una de las razones por las que el Central no saca el cepo es por temor a la volatilidad. En teoría, es correcto pensar que un esquema de flotación libre no necesita reservas, pero en la práctica, será crucial contar con un cierto poder de intervención para evitar movimientos bruscos”.
Milei también vinculó el levantamiento del cepo a la evolución de la inflación. Según explicó el Peresidente: “Al alcanzar un IPC mensual del 2,5%, el cepo podría eliminarse. El crawling peg está en 2% más la inflación internacional, lo que implica una inflación inducida del 2,5%. Si llego a ese nivel, toda la inflación será inducida, lo que me permitirá levantar las restricciones”.
Dolarización
Una de las propuestas más ambiciosas y controvertidas de Javier Milei, enfrenta importantes obstáculos. La falta de reservas suficientes en el Banco Central y el rechazo de sectores políticos han pospuesto su implementación. Aunque se avanzó en la desregulación cambiaria, el peso sigue siendo la moneda de curso legal.
Milei argumentó en una entrevista que la remonetización de la economía se está dando a través de mayor circulación de dólares. Según el Presidente, la base monetaria amplia -que incluye el dinero en circulación y los encajes bancarios, más lo que eran los pasivos remunerados- permanece estable desde mediados de 2024, y cualquier aumento de liquidez dependerá del ingreso de dólares.
Baja de la inflación
“Vamos a terminar con el cáncer de la inflación”, había dicho Milei en plena campaña, durante el debate presidencial. Un año más tarde y luego de haber tenido un pico inflacionario en los primeros meses de gestión, la promesa parece estar en buen camino. Efectivamente se ha notado una desaceleración en los últimos meses.
Esta tendencia alentó una mejora en las proyecciones económicas. A principios de 2024, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central estimaba una suba del IPC anual de 227%. En noviembre, la previsión se ajustó a 120%. Para 2025, los analistas proyectan una inflación del 31,4%, un nivel muy inferior al de años recientes.