El presidente Javier Milei puso como fecha límite diciembre para el primer intento de Argentina de vender una larga lista de empresas públicas al sector privado, dejando en evidencia lo difícil que será para el gobierno deshacerse de ellas.
Las privatizaciones forman parte de la agresiva campaña de austeridad de Milei, que simboliza con una motosierra. El mandatario no cree que el gobierno deba administrar las empresas, y dice reiteradamente que “todo lo que se pueda privatizar, lo vamos a privatizar”. Milei espera vender ferrocarriles, bancos, una aerolínea y muchas otras empresas públicas.
Su administración eligió a la constructora de proyectos hidroeléctricos Industria Metalúrgicas Pescarmona (Impsa) como su primer objetivo de privatización. Y ha mantenido negociaciones con un posible comprador: Industrial Acquisitions Fund (IAF), un vehículo de propósito especial estadounidense que adquiere y revitaliza empresas en los sectores de energía e infraestructura, según una fuente con conocimiento directo.
La administración de Milei impone un plazo: Impsa debe ser privatizada antes del 15 de diciembre, o, de lo contrario, se declarará en quiebra
Pero el problema es que Impsa todavía debe USD 536 millones a sus acreedores, e IAF quiere liquidar esas deudas antes de comprar la empresa, según la fuente, que pidió no ser identificada porque el proceso está en curso. Impsa es en su mayor parte propiedad del gobierno nacional y del gobierno provincial de Mendoza, donde tiene su sede.
La empresa es un microcosmos de las propias debacles de la deuda soberana argentina. Reestructuró su deuda dos veces en la última década, mientras que sus bonos internacionales representan el 38,4% de su cartera y se ofrecen actualmente a solo una décima parte de su valor de emisión.
La administración de Milei impone un plazo: Impsa debe ser privatizada antes del 15 de diciembre, o, de lo contrario, se declarará en quiebra, según la fuente. Para resolver la carga de la deuda, IAF contrató a la corredora AdCap Securities, con sede en Buenos Aires, antes de adquirir la empresa.
Impsa es en su mayor parte propiedad del gobierno nacional y del gobierno provincial de Mendoza, donde tiene su sede
AdCap declinó hacer comentarios sobre cuál sería la solución exacta para la deuda. Impsa, IAF y el Ministerio de Economía de Argentina no respondieron a solicitudes de comentarios.
El caso de esta empresa ejemplifica los desafíos a los que se enfrenta Milei para liberar al gobierno argentino de su red de empresas. Huelgas laborales han perturbado este año las operaciones de la estatal Aerolíneas Argentinas y del mayor empleador público, el gigante ferroviario Trenes Argentinos. El presidente inició recientemente el proceso de licitación de la empresa ferroviaria de carga del país, pero un posible comprador se enfrentaría a una red en profundo deterioro.
Creada en 1907, Impsa se fundó en Mendoza, la principal región vitivinícola de Argentina, donde fabricaba piezas de repuestos de material de fundición de hierro, equipos para la industria vitivinícola y compuertas para los canales de irrigación. Más recientemente, se ha centrado en proyectos hidroeléctricos y maquinaria pesada en puertos de carga.
Con información de Bloomberg