El ministro de Economía, Luis Caputo, ratificó esta semana una vez más que no saldrá al mercado a buscar nueva deuda para pagar los vencimientos de enero de 2025 y que tampoco apunta a un canje que postergue esos pagos. El funcionario insistió en que esos compromisos se afrontarán con recursos propios. La contracara de esa decisión, sobre la que había dudas a mediados de año pero que se fueron disipando en la medida que el ingreso de dólares del blanqueo cambió el humor del mercado, es la presión que soportarán las reservas del Banco Central.
Dicho de otra manera: al no postergar ni refinanciar los vencimientos de capital e interés, los dólares para pagar la deuda deberán salir indefectiblemente de las reservas del Banco Central. Parte de los USD 4.200 millones que deberán abonarse a los acreedores ya está en el Bank of New York (BoNY). Se trata del monto que asegura los intereses, por USD 1.500 millones. En cuanto al capital, desde el equipo económico se anunció que el Tesoro comprará al Central los USD 2.700 millones necesarios. De esa cifra, ya se adquirieron poco más de USD 500 millones, lo que implica que todavía queda pendiente un saldo por más de USD 2.000 millones que saldrá de las reservas cuando se efectivice el pago.
A menos que en las próximas seis semanas, el Banco Central logre reducir el rojo de las reservas netas que hoy los analistas calculan en unos USD 6.000 millones, el pago impactará en esa cifra. A menos, claro, que para esa fecha se haya alcanzado un nuevo entendimiento con el FMI y, tal vez, también se haya logrado algún crédito REPO con bancos privados tal como se anunció se está negociando. Las fechas, entre el receso de fin de año y la transición política en Estados Unidos, son algo ajustadas y todo indica que estos sucesos podrían darse a fin de enero. Claro que, de todos modos, el Gobierno tiene en su haber el cumplimiento de las metas del segundo trimestre del año por el que no recibió aún el desembolso correspondiente y que podría hacer menos pronunciada la caída de las reservas.
“Dado que por el cepo todo sale de las mismas reservas, y a éstas les está costando crecer, sobre todo en términos de ‘netas’, entendemos que salvo que medien dólares provenientes del FMI ya que aún falta un desembolso de unos USD 1.000 millones, o el cierre de algún acuerdo como ha anticipado el ministro Caputo, las reservas netas dependen de las compras de lo que queda de noviembre y diciembre para no deteriorarse aún más”, sostuvo el informe diario de la consultora financiera Outlier. Según el reporte, para efectivizar el pago resta que el Tesoro compre unos USD 3.000 millones al BCRA. Aun suponiendo que se destraban los USD 1.000 millones del Fondo, el Central debería comprar poco más de USD 2.300 millones más en lo que resta de 2024 para que las reservas netas se mantengan en los valores actuales (negativos). “No es improbable, pero es bueno tenerlo en cuenta”, advirtió Outlier.
Estos análisis surgen tras la desmentida de Caputo, el lunes, a varios informes de research que planteaban como una posibilidad que se lleve adelante un canje de deuda amigable para aliviar los vencimientos de capital que debe enfrentar la Argentina en los próximos años. “Se pagarán los cupones de amortización e interés y no se saldrá al mercado, independientemente del nivel del riesgo país”, dijo el ministro y agregó que “son más de USD 4.000 millones que inversores recibirán y probablemente querrán reinvertir en riesgo argentino, pero como dije, no será en bonos soberanos”