El crédito al sector privado sigue creciendo a todo ritmo y apunta a transformarse en uno de los principales motores de la recuperación que se espera para la economía en 2025. A pocos días para finalizar, noviembre también muestra un salto importante que prácticamente triplica la inflación esperada del mes.
La tendencia se mantiene firme desde mayo y el incremento acumulado del crédito en términos reales ya supera el 50% desde aquel momento. Pero todo indica que la maquinaria recién se puso en marcha y levantará mucho más vuelo todavía en 2025. Para eso, es clave que continúe el proceso de reducción de la inflación, lo que además llevará a nuevas reducciones de la tasa de interés.
Las cifras al 20 de noviembre muestran que el stock de préstamos al sector privado creció 7,7% en los últimos 30 días, mientras que se calcula que la inflación del mes se mantuvo por debajo del 3%. Esto es lo que viene sucediendo de manera casi lineal en los últimos siete meses.
Todas las líneas crediticias crecen fuerte, destacándose los hipotecarios que suben casi 25%. En este caso, el impulso también se explica porque el volumen venía de niveles mínimos en los últimos años. El último dato del Colegio de Escribanos reveló que se otorgaron 944 préstamos, mientras que el monto se acerca a los 100 millones de dólares.
Los préstamos personales también crecen a un fuerte ritmo, cercano al 13% mensual. Se trata de un dato clave, porque refleja que las familias empiezan a complementar sus ingresos con mayores financiamiento.
A su vez, la posibilidad de acceder a préstamos a tasas más convenientes o directamente con la posibilidad de comprar con tarjeta en cuotas (en muchos casos sin interés) da lugar a un mayor aumento del consumo.
Las líneas relacionadas con financiamiento a las empresas, como descuento de cheques o adelantos también presentan crecimientos. En todos los casos se trata de alternativas que habían caído fuertemente en términos reales tanto en 2022 como en 2023.
El crédito al sector privado ya acumula un incremento interanual del 225%, mientras que la inflación acumulada en los últimos 12 meses llegó a 193% hasta el mes pasado, pero descenderá bruscamente a niveles de 130% para fin de 2024.
Los bancos siguen acumulando liquidez, por lo que la capacidad para otorgar nuevos préstamos se mantiene intacta. El stock de Letras Financieras de Liquidez (Lefi) que coloca el Tesoro nacional a los bancos creció en el último mes de 11,1 billones a 15,3 billones de pesos en los últimos 30 días.
Por otra parte, el stock de crédito no llega a 10% del PBI, uno de los niveles más bajos del mundo. Los países de la región no bajan en general del 50%. Esto hace suponer que si la economía avanza a una mayor normalización, esa relación debería aumentar sustancialmente.
Los bancos tienen más de 15 billones de pesos invertidos en Leif, títulos de corto plazo colocados por el Tesoro. Esto significa que la capacidad prestarle es enorme y crecerá la pelea para otorgar crédito en 2025, como una de las fuentes principales para obtener rentabilidad
Es esperable que ese excedente de pesos se siga volcando al crédito tanto de empresas como de individuos. Como el Gobierno tiene superávit fiscal, entonces demanda cada vez menos financiamiento de los bancos, exactamente al revés de lo que ocurrió en los últimos años.
La reaparición del crédito apunta a ser un dato clave para recuperar el consumo, luego de un 2024 muy complicado. Es una de las grandes apuestas para darle más impulso al consumo, en un contexto en el que los salarios van recuperando terreno de manera muy lenta en relación a la inflación.
Ayer el INDEC informó que las ventas en supermercados siguen sin levantar, pese a la mejora gradual de los ingresos. La caída en septiembre respecto al mes anterior fue de 0,4% y continúa casi 13% abajo respecto al mismo mes del año anterior.
El problema es que los ingresos disponibles cayeron alrededor de un 14% en el último año. Esta medición que realiza la consultora Empiria indica que los fondos disponibles para pagar gastos fijos como la tarifa de luz, gas, transporte, alquiler y expensas se llevan una porción sustancialmente mayor de los ingresos respecto a la situación del año pasado. La forma de recuperar capacidad de gasto en el corto o mediano plazo será, por lo tanto, a través de un mayor acceso al crédito.