Las acciones argentinas volvieron a destacarse este martes y reafirmaron su predominio como una de las inversiones con mejor rendimiento en la comparación internacional.
Los niveles récord en los índices de Wall Street, donde los agentes renovaron las apuestas luego del triunfo electoral de Donald Trump, le brindan a la renta variable argentina un escenario más propicio para extender las ganancias. Además, los firmes fundamentos domésticos, con el regreso del superávit fiscal y comercial que enarbola el Gobierno, la baja de la inflación y una inusual calma cambiaria potencian los negocios.
El índice S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires cerró con una mejora del 1,5%, en un récord nominal de 2.252.266 puntos. Más allá de puntuales tomas de utilidades intradiarias, el panel de acciones líderes medido en moneda dura se asienta por primera vez por encima de los 2.000 dólares.
En términos reales, si se toma la devaluación del dólar en las últimas tres décadas, el Merval parece encaminarse a desafiar los picos históricos de 1992 y de 2018, que en base a cálculos de la analista financiera Mariela Capezzuoli, se trataría de una barrera en torno a los 2.500 puntos en dólares a valor “contado con liqui” ajustado por inflación Estados Unidos, en una escala aritmética.
El S&P Merval conserva en 2024 una ganancia de 142% en pesos, y de 113% en dólares. En noviembre destaca la ganancia de las acciones de YPF en Wall Street, con un 63%, para posicional al ADR por encima de los USD 40 después de una década. Este martes encabezó Banco Supervielle (+6,1%) las alzas de los papeles argentinos en Nueva York.
“Argentina está mostrando suba de los activos financieros más allá del contexto internacional. Esto demuestra que el incremento se da por atributos propios y no por efecto manada en los mercados mundiales”, ratificó el analista Salvador Di Stefano.
Este panorama gira en torno a un nivel del riesgo país con ligera alza de seis unidades para la Argentina, en los 751 puntos básicos, aún en zona de mínimos desde marzo del 2019. Los bonos soberanos en el MAE (Mercado Abierto Electrónico) mantienen paridades récord pese a una suave “oxigenación” de precios, al promediar una caída del 0,4% en su promedio en pesos en el día.
La administración del presidente libertario Javier Milei pregona la desregulación económica con la idea de salir paulatinamente de la recesión que empujó a millones de argentinos a la pobreza e indigencia.
Analistas manejan un cambio de estrategia en las inversiones argentinas dada las condiciones macroeconómicas y, en general, suelen recomendar Letras capitalizables (Lecap), bonos atados a la inflación (CER), interés por obligaciones negociables (ON) y atracción a largo plazo por Cedears, o sea títulos empresariales con cotización en el exterior.
El dólar libre cerró negociado este martes con ganancia de cinco pesos o 0,4% en el día, a $1.135 para la venta. De esta forma se despega de un piso de precios desde el 7 de noviembre. No obstante, en el balance del mes pierde 55 pesos o 4,6%. Con un dólar mayorista que ganó un pesos, a 1.008 pesos, la brecha cambiaria alcanzó el 12,6 por ciento.
Una mejora de USD 65 millones o 25% en el monto operado, que llegó a USD 320,7 millones en el segmento de contado, no implicó este martes un aumento en las compras que efectúa el Banco Central, que absorbió USD 22 millones con su intervención, el 6,9% de la oferta privada. No obstante, el Banco Central logra sumar en el transcurso de noviembre un saldo positivo de 1.370 millones de dólares.
Por otra parte, las reservas internacionales brutas avanzaron en USD 49 millones, a USD 30.927 millones, el stock más elevado desde los USD 31.021 millones del 27 de junio de 2023.
“Tras la decisión respecto al impuesto PAIS, los operadores se encuentran atentos a la evolución del saldo diario del BCRA -el cual venía muy sostenido a partir de las compras- ante una eventual mayor participación de importadores, que comenzarían a pulsear contras las mayores liquidaciones de exportaciones en el actual contexto económico-financiero”, evaluó el economista Gustavo Ber.
“Con una convergencia cambiaria ya próxima, el corrimiento de la demanda en los dólares financieros podría acentuar su descenso, y achicar aún más la ‘brecha’ camino a una próxima evaporación, un paso importante dentro de la estrategia para seguir avanzando en la salida del cepo”, agregó el titular del Estudio Ber.