Las cotizaciones de las acciones y los bonos de Argentina se mantuvieron en sus niveles más altos del año, tanto en la plaza local como en el exterior. Los ADR argentinos escalaron hasta 7,6% en dólares en Wall Street, liderados por YPF, que llegó a superar los USD 40 por primera vez desde el 30 de julio de 2014.
Los analistas reconocen un persistente apetito inversor que se sustenta en señales de una recuperación de la economía, situación que debilitaba el precio de los dólares alternativos al “cepo” oficial y alentaba a la vez negocios especulativos, dada la tradicional volatilidad de los activos bursátiles argentinos.
El índice S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires trepó este viernes un 3,4%, a un récord nominal de 2.211.988 puntos, mientras que medido en dólar “contado con liquidación”, el panel líder porteño también alcanzó un récord en los 1.997 puntos. Los papeles de YPF subieron un 9% en pesos, dada una rotación de carteras que hasta octubre se habían enfocado en las acciones bancarias y en las últimas semanas se volcaron sobre activos más atrasados, como las compañías del sector energía.
Solo en el 2024 la plaza bursátil ronda un alza de 137,9%, mientras que en dólares avanza un 109,1%, una rentabilidad sin igual en la comparación con el resto de los mercados accionarios.
El equilibrio fiscal alcanzado por el Gobierno, la desaceleración de la inflación y acercamientos con el FMI (Fondo Monetario Internacional) para renegociar el acuerdo de facilidades extendidas vigente hasta fin de año por USD 44.000 millones, crean un clima positivo para el mercado.
“Argentina está mostrando suba de los activos financieros más allá del contexto internacional, esto demuestra que el incremento se da por atributos propios, y no por ‘efecto manada’ en los mercados mundiales”, afirmó el analista Salvador Di Stefano. “Si seguimos por este sendero virtuoso no tardaremos demasiado en salir del ‘cepo’, acordar con el FMI y mejorar la calificación de nuestro mercado, por eso no paran de subir bonos y acciones en el mercado doméstico”, agregó.
Mientras que los bonos soberanos promediaron un descenso del 0,1% en el MAE (Mercado Abierto Electrónico), en el marco de selectivas y esperadas tomas de utilidades, el riesgo país de JP Morgan finalizó la semana en los 745 puntos básicos, un nivel similar al alcanzado en marzo de 2019.
“Teniendo en cuenta este contexto, para que Argentina pudiera emitir a tasas de un dígito en el mercado internacional, el riesgo país debería ser inferior a 550 puntos básicos. Asimismo, si el target de tasa fuera el costo promedio de los bonos emitidos entre 2016 y 2017, entonces el riesgo país debería ser cercano a 200 puntos básicos”, consideró GMA Capital.
“La deuda soberana en dólares quitó el pie del acelerador”, señaló un reporte de Portfolio Personal Inversiones. “El desempeño de nuestros Globales aún es muy positivo en la semana”, agregó.
En el plano cambiario, el volumen operado en el segmento de contado volvió a ser discreto este viernes, por solo USD 210,6 millones –unos USD 20 millones más que el jueves–, con compras por parte del Banco Central de 7 millones de dólares. El Banco Central logra sumar en el transcurso de noviembre un saldo positivo de USD 1.290 millones por la intervención.
Por otra parte, las reservas internacionales brutas avanzaron USD 28 millones, a USD 30.873 millones, el stock más elevado desde los USD 31.021 millones del 27 de junio de 2023.
El dólar libre revirtió la baja que registró a la mañana y cerró negociado con ganancia de cinco pesos o 0,4% en el día, a $1.135 para la venta. En noviembre mantiene una pérdida de 55 pesos o 4,6%. Con un dólar mayorista que ganó dos pesos este viernes, la brecha cambiaria quedó en el 12,7 por ciento.
Amílcar Collante, economista del CeSur (Centro de Estudios Económicos del Sur), consignó que “el dólar financiero hace un año cotizaba en un nivel similar al actual En el mismo periodo Los precios –IPC del Indec– se multiplicaron por 2,7, y los salarios privados por 2,4. Se generó un efecto ‘riqueza en dólares’. Esto potencia la demanda de bienes durables y dolarizados -autos, motos, viajes al exterior- e inmuebles”.
“Creemos que la aceleración esperada de la demanda privada podría estar contenida por la expectativa de eliminación del impuesto PAIS a fines de diciembre sin devaluación compensadora”, estimó Portfolio Personal.
Tras una reciente liberación al flujo de importaciones, el BCRA autorizó a importadores a pagar con fondos propios que tengan depositados en sus cuentas las operaciones en un plazo inferior a 30 días para preservar sus limitadas reservas.