La industria de Mendoza no son solo la vitivinícola y la del turismo, y así lo vio Coca-Cola Andina Argentina. La empresa de capitales chilenos apostó fuerte al país y con una inversión de 40 millones de dólares decidió reactivar su planta embotelladora ubicada en la ciudad de Godoy Cruz, cuyo funcionamiento había sido interrumpido durante la crisis de 2001. Allí, se producirán envases retornables PET de 2 y 2.5 litros y de botellas de vidrio de 1.25 litros, con la capacidad de procesar hasta 48 mil litros de gaseosa por hora en distintos formatos y en simultáneo.
El proyecto, enmarcado en una estrategia regional, busca un impacto social, económico y ambiental positivo, ya que las botellas retornables que se producirán tienen un formato 100% circular y, a su vez, reducen el costo del producto para el consumidor final.
“A partir de esta inauguración, queremos reflejar el compromiso de Coca-Cola Andina Argentina y el Sistema Coca-Cola con la inversión y el desarrollo sostenible en el país. Esperamos que esta nueva operación en Mendoza sea fundamental para continuar expandiendo la retornabilidad en Argentina y dar un paso clave hacia una economía circular que fortalezca la industria local”, expresó durante la reinauguración Miguel Ángel Peirano, vicepresidente ejecutivo de la compañía.
Presente en el acto, el gobernador Alfredo Cornejo recordó que la planta, inaugurada en la década de 1950, llegó a trabajar ininterrumpidamente con tres turnos diarios. En medio de la crisis de 2001, tras la creación de la fábrica que la firma posee en Córdoba e impulsados por la baja del consumo, las instalaciones mendocinas se convirtieron en un depósito para la distribución de la mercadería que llegaba desde la provincia mediterránea. Tal como el formato de sus nuevas botellas, la historia de esta fábrica en Godoy Cruz es circular.
“Estamos aquí porque queremos dar testimonio de lo que significa para Mendoza esta inversión. Coca-Cola Andina ha creído en la provincia y ha depositado su confianza a largo plazo con una inversión de 40 millones de dólares. Con esta inversión, se genera crecimiento y trabajo genuino y bien remunerado. Coca-Cola Andina vuelve a producir en Mendoza de manera competitiva a nivel internacional y con estándares de sostenibilidad que nos llenan de orgullo y de optimismo”, resaltó Cornejo.
El entusiasmo del gobernador también reside en que esta reapertura significó también la creación de 200 nuevos puestos de trabajo directos e indirectos.
Las botellas retornables que se producirán y rellenarán allí son más resistentes y duraderas, y pueden reutilizarse hasta 25 veces, reduciendo la cantidad de plástico utilizada. Es la única empresa fabricante de gaseosas que utiliza envases de este tipo en el país.
Esta nueva infraestructura cuenta con tecnología LED de iluminación de bajo consumo y alta eficiencia, lo que favorece el ahorro energético. Además, cuenta con un sistema de agua de dos pozos propios que permiten abastecer a todos los servicios de la planta.
“La inauguración de esta nueva línea acompaña el compromiso de Coca-Cola por liderar el cambio hacia un futuro en el que ‘Vivamos Más Retornable’”, señaló Enrique Pérez Estévez, gerente de Asuntos Públicos y Comunicación de Coca-Cola Andina Argentina.
Pérez Estévez destacó que “hay una conciencia importante dentro de los cuyanos que entienden el tema de la retornabilidad. Aparte de un beneficio para el bolsillo, hay un beneficio ambiental también”.
En diálogo con Infobae, Pérez Estévez agregó que “el retornable vienen teniendo un aumento muy importante hace años” y que “es más el peso de la conciencia ambiental de la gente a la hora de elegir un envase retornable”.
Consultado sobre si cree que esa elección está más ligada a la intención de contaminar menos que a la situación económica del país, aseguró estar “convencido que sí, porque la diferencia de precio siempre estuvo, pero la conciencia que hay con el medioambiente ha cambiado totalmente”.
Estuvieron también presentes en la reinauguración el Intendente de Godoy Cruz, Diego Costarelli, y otras autoridades gubernamentales y empresariales, así como representantes del ámbito de la sustentabilidad.
Coca-Cola Andina Argentina es uno de los cuatro embotelladores asociados a Coca-Cola en el país y atiende 13 de las 23 provincias, distribuidas en las zonas de Centro, Litoral, Cuyo, Sur y Patagonia. Tiene una red de cuatro plantas embotelladoras, en Córdoba, Bahía Blanca, Trelew y Mendoza; una planta de empaques en Buenos Aires; y 40 depósitos. Específicamente en la región cuyana, que será la abastecida por la renovada planta, el 50% del consumo de sus productos pertenece a la línea de retornables.
El recorrido de estos envases funciona mediante un sistema de “Logística Inversa”: los camiones de distribución que llevan las botellas llenas son los mismos que vuelven con los envases vacíos a la fábrica, de allí el resaltado esquema circular. Para poder ser reutilizados, los envases PET cuentan con un diseño homogéneo llamado Botella Universal, una iniciativa que comenzó en Argentina y hoy es producida por toda América Latina. Esta botella no tiene marcas y puede ser reutilizada no solo para todas las variedades de Coca-Cola, sino también para Fanta y Sprite, lo que la hace aún más sostenible.