Mediante el decreto 1028 publicado este viernes en el Boletín Oficial, el Gobierno modificó la reglamentación del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), y amplió su alcance a los proyectos preexistentes no adheridos al RIGI. Esta medida tendrá enorme impacto en la industria automotriz local, que tendrá la posibilidad de dar curso a proyectos que hasta ayer no podían acceder a los beneficios de este programa, incluso a pesar de estar dentro de los alcances técnicos del mismo.
Como se sabe, la industria automotriz tiene sólo un modo de incluir inversiones dentro de este régimen, las relacionadas con motorizaciones de nueva tecnología, es decir, vehículos eléctricos e híbridos en todas sus especificaciones, aunque también entrarían, hipotéticamente, otras tecnologías como las relacionadas con el hidrógeno, tanto sea por medio de la pila de combustible, la más extendida en su uso, como por inyección directa en motores de combustión. Eventualmente, también este régimen alcanzaría el desarrollo de combustibles electrónicos o sintéticos, los conocidos como e-fuels.
Sin embargo, había una traba que podía frenar anuncios o decisiones de los fabricantes de iniciar proyectos electrificados, y que era la imposición de tener que ser vehículos completamente nuevos, es decir, un modelo de auto que no se fabricara en la Argentina y que comenzara a producirse localmente con esa tecnología de propulsión sustentable para aplicar a los beneficios impositivos del programa de gobierno.
De este modo, producir versiones híbridas de modelos que ya se fabrican en las plantas locales no era posible, salvo que fueran una versión completamente nueva que llegara con esa tecnología. Hay dos casos puntuales que ejemplifican la situación y son los de las pick-up medianas Toyota Hilux y Ford Ranger, que al ser modelos que ya se producen en Argentina, no podían incorporar un modelo híbrido y acogerse al RIGI. Ahora podrán hacerlo gracias a la ampliación reglamentada. Del mismo modo, si hubiera una versión híbrida de una Volkswagen Amarok o Taos, de un Fiat Cronos, un Peugeot 208 y un 2008, un Chevrolet Tracker, una Nissan Frontier/Renault Alaskan o un Renault Kangoo.
Distinto es el caso de Renault con la pick-up compacta anunciada para 2026, que por ahora lleva el nombre de Niágara Concept, porque al ser una plataforma nueva que admite la hibridación, hipotéticamente ya estaba alcanzada por el RIGI. Con esta aclaración del gobierno, esa situación queda confirmada y aunque comiencen con una versión de combustión interna, el modelo híbrido estará en el RIGI de cualquier modo.
“En los casos en los que se solicite la adhesión al RIGI para la ejecución de un Proyecto Único cuyo objeto sea la Ampliación de un Proyecto Preexistente no adherido al RIGI, el proyecto de Ampliación podrá calificar como Proyecto Único beneficiario del RIGI”, señala el texto oficial.
“Es una de las aclaraciones que faltaban para que no queden dudas de que se puede producir compartiendo equipos o línea con vehículos fuera y dentro del RIGI. Con esta modificación, queda claro que esa condición de compartir no te deja afuera. Si bien para algunos analistas debía ser así, es mejor que quede claro y explícito así se evitan riesgos a futuro, ya que uno de los objetivos del RIGI es la seguridad jurídica”, explicaron esta mañana desde el sector industrial.
La confirmación de esta modificación está especificada al señalar que “la utilización compartida de la infraestructura y/o los activos entre la Sucursal Dedicada y el titular del Proyecto Preexistente no implicará incumplimiento de las condiciones del RIGI”.
Cuando se habla de Sucursal Dedicada y de titular del Proyecto Preexistente, en realidad lo que se está diferenciando son dos empresas distintas en términos formales, que es una condición existente en la reglamentación original.
El texto dice que “con el fin de lograr una adecuada y diferenciada aplicación de los incentivos previstos en el RIGI, el respectivo vehículo societario del Proyecto Preexistente objeto de Ampliación deberá constituir una Sucursal Dedicada que tenga por único objeto la ampliación del Proyecto Preexistente”.
En palabras más simples, esto significa que quién produzca el vehículo alcanzado por los beneficios del RIGI, por ejemplo la versión híbrida de una pick-up actual, debe tener CUIT y nombre propio único, y no puede ser la misma empresa que fabrica la versión con motor de combustión interna. Sin embargo, ante la habilitación para compartir herramental, línea de producción y autopartes comunes, esta medida podría quedar como una contradicción del programa.
De todos modos, para las terminales automotrices se tratará simplemente de una cuestión de papeles y contabilidad interna, algo que ya existe en otras partes del mundo, con empresas como Ford o Renault, que han dividido sus empresas de vehículos térmicos y eléctricos con nombres diferentes. Ford tiene Ford Blue y Ford Model-e para una y otra tecnología, y Renault tiene Horse y Ampere del mismo modo. Lo que ocurre es que en ambos casos, los vehículos híbridos quedan en la misma empresa de los térmicos, y los eléctricos van por otro lado.