El proceso de privatización de Industrias Metalúrgicas Pescarmona (Impsa), una de las principales empresas argentinas en el sector de energía y tecnología, avanza con celeridad y podría concretarse antes de que termine el año. La compañía, intervenida por el Estado en 2021 para evitar su quiebra y garantizar la continuidad de sus operaciones, volvería a manos privadas entre el 8 y el 10 de diciembre, cuando está previsto que se formalice la cesión a la compañía americana Industrial Acquisition Find, LLC.
La firma estadounidense se convirtió en la única empresa que se presentó para adquirir las acciones estatales de Impsa y las negociaciones entre el Gobierno nacional y la provincia de Mendoza se encuentran en etapas avanzadas. Cabe aclarar que el Estado, a través del Fondo Nacional de Desarrollo Productivo (Fondep), posee el 63,7% de las acciones, mientras que Mendoza es dueña del 21,2%, lo que suman un total del 84,9% del capital accionario que ahora se ofrece en licitación. El resto de los títulos se distribuyen entre acreedores y la familia Pescarmona, fundadora de la compañía.
En este caso, se están poniendo a la venta la totalidad de las acciones que están en manos estatales. El único oferente cuenta entre sus principales inversores con ARC Energy, empresa estadounidense especializada en el sector energético e infraestructura. De concretarse la compra, como parte de la propuesta, el oferente se compromete a capitalizar USD 27 millones en la compañía para garantizar su continuidad y crecimiento, y a desarrollar nuevos proyectos.
Qué debe pasar para que se concrete la venta
El proceso licitatorio cuenta con fechas muy exigentes por su corta duración, lo que obliga a todas las partes a negociaciones aceleradas durante estos días. En este contexto, el oferente también presentó ciertas condiciones para efectivizar la compra, además de cumplir con requisitos que el Gobierno puso en el pliego.
Entre estos requisitos se encuentran la refinanciación de los pasivos de la compañía. Lo que se busca es contar con el apoyo de la mayor parte posible de los actuales acreedores de Impsa para que una vez que la compañía sea adquirida, la misma pueda presentar una oferta de reestructuración de sus pasivos y sea en consecuencia aceptada por la mayoría.
Según los balances recientemente presentados por Impsa, al 30 de septiembre, cuentan con un pasivo financiero de aproximadamente USD 550 millones más intereses, lo que hace muy difícil operar la compañía el día después si no hay un reacomodamiento de plazos y una reducción del stock de deuda. Del total, más de USD 250 millones es deuda emitida en el mercado que necesitará ser administrada.
En este contexto, el oferente contrató a Adcap Securities LTD, firma experimentada en reestructuraciones en mercado de capitales tanto para empresas como para provincias, y se encuentra conversando con una multiplicidad de acreedores financieros de Impsa para compartir el plan de negocios del oferente y sus intenciones futuras respecto a la deuda, en caso de que sea IAF el adquiriente.
Claro que además de pasivos, Impsa aún tiene muchos trabajos por cobrar. El 94,95% del saldo de créditos por ventas al 30 de septiembre de 2024 se deriva de sus contratos con Corpoelec (ex ‘EDELCA’), una empresa operadora estatal encargada de la realización de las actividades de generación, transmisión, distribución y comercialización de potencia y energía eléctrica de propiedad del gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
El estado financiero de la empresa
De acuerdo al último informe financiero presentado por Impsa ante la Comisión Nacional de Valores, en el último año se registró una caída significativa del patrimonio de la compañía.
“El patrimonio neto al 31 de diciembre de 2023 fue de $37.640.751.000, mientras que al 30 de septiembre de 2024 resultó negativo en $18.993.803.000.La pérdida registrada en el período de nueve meses finalizado el 30 de septiembre de 2024 se elevó a $56.634.554.000 a causa, principalmente, de los costos financieros, los cuales ascendieron a $22.984.021.000, y del impacto del impuesto a las ganancias determinado por el método del impuesto diferido y la provisión de impuesto a las ganancias del período, que totalizó $36.677.619.000. Ambos factores incidieron de forma negativa y determinante sobre el patrimonio neto positivo que mantenía la Sociedad al 31 de diciembre de 2023″, explicó Fabián D´Aiello, Responsable de Relaciones con el Mercado de Impsa.
La Sociedad estima que, de concretarse el proceso de venta de acciones y capitalización, el mismo subsanará la situación de los estados financieros de cierre de ejercicio. “Esto, sin perjuicio de la oportuna evaluación de alternativas financieras que permitan la mitigación de dicha situación, incluyendo, en su caso, la eventual solicitud de un posible compromiso de asistencia a los principales accionistas u otras soluciones o estructuras disponibles en el mercado”, señalaron.