La euforia que viven los mercados bursátil y financiero de la Argentina hace que a medida que sube el precio de los bonos soberanos y se reduce el riesgo-país, también suba el valor de las empresas argentinas, lo que explica los nuevos récords del Merval.
En pesos, el índice de la bolsa porteña llegó este viernes a un récord histórico y en dólares CCL a 1.865 puntos, superando por 33 el máximo intradiario al que había llegado el 1 de febrero de 2018, cuando el gobierno de Macri todavía saboreaba las mieles de la victoria legislativa de octubre 2017 y aún no había llegado el frenazo (sudden stop) del crédito externo privado, que revirtió los flujos financieros y lo llevó a pedir ayuda al FMI.
Un análisis de Quantum, con datos hasta el mediodía del viernes, atribuye en parte el envión de 2024 a la combinación de precios iniciales deprimidos y percepciones sobre la orientación política argentina. “Desde las PASO del año pasado se acelera el reposicionamiento de los inversores en activos financieros argentinos. El Merval CCL es hoy 164% más alto que en septiembre de 2023 y el precio promedio de la deuda soberana internacional en dólares pasó de 27 a 66 por cada 100 de valor nominal, un aumento del 140%”, precisa.
La consultora explica que a mayor riesgo país más alto es el costo del capital de las compañías y menor precio de sus acciones. Ergo, a menor riesgo y costo del capital, más valen empresas y acciones. “En el caso de Argentina –agrega- esa relación incluye períodos de alta volatilidad, pero también debe tenerse en cuenta que el costo de financiamiento para los privados está actualmente más disociado del riesgo país que en otras jurisdicciones y en otras épocas del país.” Y para extraer conclusiones aconseja tener también en cuenta datos adicionales de las empresas que conforman el índice y el nivel de la tasa base libre de riesgo, entre otros.
En el máximo anterior del Merval CCL el riesgo país era de 348 puntos básicos (3,48%), cuando ahora es de 772 puntos. Si el “riesgo país” siguiese cayendo, pregunta Quantum, “¿el precio del Merval en dólares seguiría el mismo camino o está ‘adelantado’ a estos niveles? Y brinda algunos datos para sugerir que el riesgo-país sigue siendo alto y que el nivel del Merval no es tan “récord” como parece.
Lejos del investment grade
El rendimiento de la deuda soberna argentina a 10 años está en el orden del 12-13% anual, muy por sobre los retornos anuales de la deuda a 10 años de Brasil (6,1%), Colombia (6,2%) o Paraguay (5,2%, cuyos bonos tienen calificación de investment grade, y es también superior al de países en dificultades, como Pakistán, Kenia o Egipto, “donde las tasas de sus bonos internacionales están en el orden del 10% anual”.
Además, si el nivel del Merval se ajustara por la inflación de EEUU desde el récord de 2018 (27%), el Merval en dólares CCL equivaldría a 2.287 de hoy, por lo que el indicador aún debería subir 21% para llegar a ese nivel.
En EEUU, nota Quantum, la tasa base era en 2018 de 2,6%, inferior al 4,4% actual, aunque las expectativas son que seguirá bajando, lo que incidiría positivamente sobre las perspectivas de crecimiento de EEUU y las ganancias netas y creación de valor de las empresas. Y para el caso de la Argentina menciona “factores adicionales específicos” a considerar, como el cepo y el ritmo de ajuste de precios relativos (como las tarifas) que también afectan las expectativas de crecimiento y generación de valor empresario.
Eso genera distorsiones que se reflejan en la percepción de riesgo. En las últimas semanas –destaca al respecto- varias compañías consiguieron financiamiento en dólares a tasas inferiores a las del Tesoro argentino. Y acota: “en la medida que se siga avanzando en la normalización, se podrían ver mejoras en precios de acciones, aunque con diferenciación posible entre sectores y nombres específicos”.
Otro factor, clave, es la evolución esperada y nivel del tipo de cambio real. Tanto los niveles en momentos puntuales como la brecha cambiaria influyen de modo dispar sobre ingresos y gastos de las compañías. Y las perspectivas sobre su evolución inciden en los mecanismos y costos de cobertura. A precios actuales, calcula, Quantum, el tipo de cambio real bilateral pesos/dólares de enero de 2018 sería de $899 de hoy, contra el “libre” actual de 1.150 pesos.
Un factor clave dela evolución esperada el el nivel del tipo de cambio real (Quantum)
La combinación de esos elementos y la confianza y perspectivas en torno a la evolución de la macro argentina daría margen para justificar subas adicionales en los activos de renta variable, concluye Quantum, aunque advierte “el riesgo inherente a este tipo de inversiones, incluyendo su notable volatilidad” y aconseja ser “selectivo en los papeles en los que se decida invertir”.
Por su parte, en un informe titulado “Argentina entra a la era Trump”, Dante Sica, ex ministro de Producción y cofundador de la consultora Abeceb, advierte efectos potenciales contrapuestos sobre la economía local y los mercados. El 2025, dice, “no sólo es un año electoral; también promete una economía global plagada de incertidumbres” y entre estas destaca “el sesgo proteccionista que se espera que Trump les imprima a sus políticas industriales” y que “de concretarse podría retrasar la caída de la inflación y de las tasas de interés en EEUU y apreciar el dólar”, lo que a su turno “podría deteriorar el precio de las commodities y retraer la entrada de capitales en países emergentes, todos factores que dificultarían la utilización del tipo de cambio como instrumento anti-inflacionario, como se viene haciendo”.
Una eliminación rápida del cepo tendría dos beneficios enormes: permitir un roll over más eficaz de la deuda pública y acelerar la entrada de inversiones productivas, en momentos en que la inversión está deprimida (Sica)
Por otro lado, si Trump efectivamente presiona en favor de un acuerdo con el FMI con fondos frescos para la Argentina, la probabilidad de salida del cepo “aumentaría significativamente”, dice Sica. Una eliminación rápida del cepo, prosigue, “tendría dos beneficios enormes: permitir un roll over más eficaz de la deuda pública –que presenta demandas fuertes para 2025 y 2026– y acelerar la entrada de inversiones productivas, en un momento en que la inversión está deprimida por la recesión previa y por la contracción de la obra pública”.
De todos modos, reconoce, para que Trump surta ese efecto sobre el FMI “es mucha el agua que debe correr todavía debajo del puente”.
Por cierto, Milei trajo de su visita a EEUU un fuerte elogio de Trump y nuevas fotos con Elon Musk, uno de los grandes ganadores de la elección del pasado 5 de noviembre.
De Wall Street a la Bolsa porteña
Como para hacer paralelismos entre los climas bursátiles y financieros que celebran por estos días la victoria de Trump y las relaciones de Milei, Quantum recuerda que desde enero de 2018 (anterior récord del Merval) el S&P 500 aumentó 67% a precios actuales, más del doble que el Dow Jones (32,7%), debido a la influencia de las acciones tecnológicas y en especial de las “Magníficas 7″ (Apple, Amazon, Alphabet, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla) que representan más del 50% del índice. En la Argentina, en cambio, el Merval está conformado mayormente por bancos y energéticas.
De hecho, las acciones que más ganaron en lo que va del año son las del Grupo Galicia Galicia (+231%) y Banco Francés (+205%) , en tanto la acción de YPF ganó un 91%, hasta llegar a USD 32,88, máximo desde diciembre de 2014, hace casi 10 años.
Un informe sobre los primera semana post-Trump del economista Charlie Bilello, director de la consultora Creative Planning, precisa que Dogecoin, la criptomoneda más asociada a la figura de Musk, fue el activo que más aumentó (120%), seguido por el 65% de Coinbase (una bolsa cripto), el 31% de Tesla, la automotriz del propio Musk, y el 28% de bitcoin.
Menos intuitivo es el hecho de que las acciones de Trump Media hayan caído el 10,2 por ciento.
Y muy revelador que, ampliando el rango de firmas observadas de las del S&P 500 a las 1.500 más grandes de EEUU, tras la victoria electoral del ex y próximo jefe de la Casa Blanca las que más rápidamente aumentaron su capitalización (cerca de 67% en los primeros tres días) fueron Geo Group, una empresa que administra centros de detención para inmigrantes, y CoreCivic, un operador de prisiones privadas.