La demanda de bonos emergentes siguió, pero la pasión de los fondos de inversión en el exterior fueron los títulos argentinos. JP Morgan, entre otros grandes bancos, está recalculando el crecimiento del país en porcentajes más elevados. Los analistas ven venir el aumento de la actividad en la construcción que va a ser la gran impulsora de este último trimestre. “Es como si hicieras entrar a Messi en el segundo tiempo”, comentó un operador abrumado por la demanda de bonos y acciones.
Los nuevos cálculos y la aparición de rumores positivos como que pronto iba a aparecer el dinero para salir del cepo, fueron un estímulo innecesario porque los inversores ya estaban lanzados a invertir. Los gráficos que proyectaban los analistas financieros sobre la cotización de los bonos y acciones a futuro marcaban trazos ascendentes, así como las de proyección del crecimiento económico. El aumento del consumo se destaca por la aparición de financiamiento sin interés en hasta 12 cuotas de electrodomésticos, electrónicos, ropa y hasta compras en supermercados. Los proveedores, especialmente los que importan sus productos, son más indulgentes con sus clientes por el retroceso del dólar futuro.
Estas señales no pasaron inadvertidas, aunque aún no se puede hablar de una gran reactivación económica. Juan Martín Yanzón, jefe de mesa de ConoSur, vivió la situación en Uruguay donde asistió a un encuentro con inversores. “La demanda argentina está de moda. Vinimos a Uruguay y los inversores nos piden que les mostremos Argentina, que le contemos de Argentina. No solo subieron los soberanos. Las provincias volaron. Bonos de Salta, por caso, pasaron de USD 85 a 100, una locura”.
Los bonos soberanos tuvieron alzas de hasta 2,5% en los Globales que repercutieron en que el riesgo país bajara 28 unidades (-3,5%) a 772 puntos básicos, un nivel que no conocía desde abril de 2019. Cabe recordar que en aquel momento gobernaba Mauricio Macri y faltaban 4 meses para las PASO. Ante la fuerte suba de los bonos, hubo arbitraje de divisas con bonos. El dólar MEP estuvo ofrecido todo el día y se derrumbó $15,36 (-1,4%) a $1.105 y listo para perforar el piso de $1.100 cuando hasta hace pocos días las apuestas eran a que subía a $1.200.
El contado con liquidación (CCL) tuvo más demanda a pesar de la liquidación de exportadores, pero el precio quedó sin cambios en $1.157. El dólar libre sigue inadvertido y se mantiene en $1.140. Lo que se vio en el mundo fue el fortalecimiento del dólar frente a las monedas más importantes. El DXY, el índice que confronta al dólar contra el euro, el franco suizo, el yen japonés, el dólar canadiense y la corona sueca, aumentó 0,43% a 106,84, el nivel más alto desde el 1 de octubre de 2022.
En la región, las monedas que se sobre devaluaron por el triunfo de Donald Trump, se están reacomodando y subieron por segunda rueda consecutiva. Sucedió con el peso mexicano y el peso chileno, pero no con el real que es la moneda que preocupa a la Argentina y se devaluó 0,29% a 5,79 por dólar. El yuan, la divisa clave de las reservas, quedó en el mismo valor. Las reservas crecieron USD 182 millones a 30.205 millones.
El analista financiero Salvador Vitelli publicó un trabajo donde las conclusiones fueron que “con la primer etapa de blanqueo ya culminada, el stock actual de depósitos de USD 34.000 millones, está a unos USD 5.000 millones de máximos (moneda constante) de Mauricio Macri. Nominalmente ya están por encima”. Los depósitos, el lunes pasado quedaron en USD 33.996 millones tras caer USD 201 millones del máximo de 34.197 millones del viernes. La salida de los depósitos en dólares era esperada vencido el plazo de mantenerlos en cuentas CERA. Ahora se orientan a bonos soberanos, a la construcción y al sector inmobiliario buscando renta.
En el Mercado Libre de Cambios (MLC) se operaron USD 327 millones y el Banco Central compró USD 133 millones. El informe de la consultora F2 de Andrés Reschini destacó que “el S&P 500 tuvo una rueda de mayor a menor que dejó como saldo una caída del 0,6% luego de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, manifestara que la economía no arroja señales suficientes como para apurar a una reducción en las tasas”.
El informe señala que “el volumen de negocios en MLC cayó desde los USD 416 millones a 327 millones, pero aún así el BCRA logró compras netas por USD 133 millones ensanchando el saldo acumulado a USD 937 millones. Lo sorprendente es que sigue siendo el segundo mayor saldo para esta fracción del mes de los últimos 10 años, detrás de 2019, pero esta vez lo logra con el segundo Tipo de Cambio Real (TCR) más bajo a diferencia de 2019 cuando el indicador fue el mayor para el período en cuestión. Más allá de que tenemos todavía varias restricciones cambiarias, es una señal de confianza”.
Los bonos a tasa fija en pesos se adecuaron a la nueva realidad y cayeron para mejorar sus rendimientos. Las LECAP bajaron en el tramo medio y largo y los rendimientos quedaron entre 2,35% y 3% que es la renta que da la letra que vence a fin de mes. Los BONCAP con vencimiento en diciembre de 2025, rinden 2,37% efectivo mensual.
La Bolsa adhirió a la euforia coincidiendo con el optimismo por el futuro. El Merval de las acciones líderes subió 2,2% en pesos y en dólares. Las alzas más destacadas fueron las de Telecom (+11,86%), Central Puerto (+5,36%) y Transportadora Gas del Sur (+4,58%). Los ADR -certificados de tenencia de acciones argentinas que cotizan en la Bolsa de Nueva York- imitaron el movimiento local y anotaron alzas destacadas. Lo mejor pasó por Telecom con 12,1%, seguido de Transportadora Gas del Sur con 5,9% e IRSA con 5,1%.
El Bitcoin, tras un rebote que ilusionó a los tenedores al tocar USD 91.726, comenzó a bajar y cotizaba anoche por debajo de los USD 88.000. Para hoy se espera que siga el movimiento de alzas porque la expansión excede al mercado local y hay ingreso de dólares del exterior para aprovechar la caída del riesgo argentino.