“Posiblemente esta sea la última obra pública que financie el Estado Nacional, porque, como ya estamos viendo, el sector privado está dispuesto a invertir en infraestructura que tiene todo el sentido económico, como esta que inauguramos hoy”, dijo el lunes pasado el secretario coordinador de Energía y Minería, Daniel González, durante la inauguración de la reversión del Gasoducto Norte.
Esta obra será clave para transportar el gas natural desde Vaca Muerta a siete provincias del norte argentino y sustituir importaciones por USD 1.000 millones, según la previsión oficial.
Las declaraciones de González sintetizan el rumbo trazado por el presidente Javier Milei para las futuras obras de infraestructura en la Argentina. El sector energético será la punta de lanza de los planes del gobierno, con proyectos que buscan apuntalar las exportaciones de gas y petróleo, con el objetivo de consolidar el superávit comercial energético en los próximos años.
Se estima que el saldo positivo del sector energético alcanzará unos USD 5.000 millones este año, y casi se duplicaría en 2025
Se estima que el saldo positivo del sector energético alcanzará unos USD 5.000 millones este año, casi se duplicándose en 2025, y que para 2030 podría llegar a USD 30.000 millones.
Este flujo de divisas, que funcionarios, empresarios y consultoras esperan, sería comparable al generado por el sector agropecuario, lo que contribuiría a la estabilidad macroeconómica.
Una de las obras que el Gobierno tiene en carpeta es la segunda etapa del Gasoducto Norte. La primera fase, inaugurada la semana última, revirtió el flujo del ducto para abastecer de gas a Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy, sumando 19 millones de metros cúbicos diarios.
A continuación, se requerirá avanzar en una segunda etapa para aumentar la capacidad de transporte, posiblemente con financiamiento privado. Esto permitiría añadir un excedente de 10 millones de metros cúbicos diarios, con un potencial incremento en verano, facilitando así la llegada del gas de Vaca Muerta al mercado de Brasil. Para ello, también será necesario negociar con Bolivia una tarifa por el uso de sus gasoductos.
Una de las obras que el Gobierno tiene en carpeta es la segunda etapa del Gasoducto Norte
Otra opción es utilizar el Gasoducto del Noroeste Argentino (GNEA) desde Formosa para exportar a Paraguay. El ducto podría abastecer la demanda en Asunción y extenderse hacia Campo Grande y San Pablo.
Además, se evalúa la posibilidad de expandir el suministro a Río Grande do Sul, Santa Catarina y Paraná, apuntando a la demanda industrial brasileña. Para esto será clave completar la segunda fase del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), que conecta Tratayén (Neuquén) con Salliqueló (Buenos Aires) y un ducto adicional desde Uruguaiana hasta Porto Alegre. La licitación de esta obra está prevista para los próximos meses.
El Gobierno tenía previsto poner en marcha en estos meses la licitación internacional del segundo tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), con la intención de que los USD 2.500 millones necesarios para su construcción sean financiados por el sector privado. La primera etapa del proyecto, que inició el gobierno anterior y finalizó en el inicio de la gestión de Milei, generará un ahorro de unos USD 3.600 millones en importaciones.
El proyecto de ampliación fue diseñado por el exsecretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, pero su renuncia dejó el proceso en pausa. González buscaría retomarlo bajo el mismo enfoque, con la expectativa de finalizar la obra a mediados de 2026. Esta extensión permitirá transportar 40 millones de metros cúbicos de gas desde Vaca Muerta al Litoral, con el objetivo de impulsar las exportaciones al sur de Brasil.
Otra oportunidad para el país radica en la producción de Gas Natural Licuado (GNL) para la exportación. Se anunció la barcaza de PAE junto con la noruega Golar
En paralelo, avanzan otras iniciativas, como el proyecto Vaca Muerta Sur, liderado por la petrolera estatal YPF, que busca duplicar las exportaciones de petróleo para 2026. La licitación se lanzará en las próximas semanas y demandará una inversión de USD 2.500 millones, financiados junto a Vista, Pan American Energy (PAE), Pampa Energía, y las internacionales Chevron y Shell.
Otra oportunidad para el país radica en la producción de Gas Natural Licuado (GNL) para la exportación. Se anunció la barcaza de PAE junto con la noruega Golar, que arribará a las costas de Río Negro y comenzaría a operar en 2027, con una inversión anual de USD 300 millones. Además, hay negociaciones para incorporar YPF, Pampa Energía y la británica Harbour Energy al proyecto.
Mientras tanto, YPF acelera las gestiones para sumar más empresas a su proyecto de construir una planta de GNL en Punta Colorada, Río Negro, y desarrollar plenamente el potencial de Vaca Muerta, pese a las dudas sobre la continuidad de Petronas. Hay negociaciones en marcha para incorporar a Shell y otras grandes empresas del sector.
Además, la petrolera planea abrir oficinas comerciales en Londres, considerada como “la meca del GNL”, con el objetivo de facilitar negociaciones con futuros compradores y gestionar la atención administrativa. Esos “off-takers” serán clave para conseguir el financiamiento necesario -estimado en al menos USD 30.000 millones- a través de bancos internacionales.
Con un superávit comercial energético proyectado en cerca de USD 30.000 millones entre 2026 y 2027, los mayores riesgos para el programa económico se concentran en la primera mitad de la administración Milei (Consultora 1816)
Un informe de la consultora Econviews subrayó que, hasta septiembre, el balance energético de Argentina acumuló un superávit de USD 4.700 millones en los últimos 12 meses, mejorando en casi USD 5.000 millones en un año. En lo que va del año, las exportaciones de petróleo crudo aumentaron 52,4%, mientras que las importaciones de combustible se redujeron 48,3 por ciento.
“El potencial de Vaca Muerta para transformar la macroeconomía argentina es algo que los inversores conocen desde hace años. Con un superávit comercial energético proyectado en cerca de USD 30.000 millones entre 2026 y 2027, los mayores riesgos para el programa económico se concentran en la primera mitad de la administración Milei”, concluyó la consultora 1816.