La economía circular está ganando terreno en el ámbito empresarial argentino como un modelo clave para afrontar los desafíos socioambientales. En contraste con la economía lineal, caracterizada por el consumo y desecho de recursos, este enfoque se basa en la reducción, reutilización y reciclaje, extendiendo el ciclo de vida de los productos a través de un diseño consciente. Este cambio de paradigma se centra en transformar residuos en insumos para nuevos procesos productivos, lo que contribuye a un desarrollo social y económico más equitativo y sostenible.
Pacto Global Argentina ha desempeñado un papel central en la promoción de este enfoque en el país. Esta iniciativa de las Naciones Unidas, creada en el año 2000, se dedica a fomentar la responsabilidad social corporativa. Las empresas participantes se comprometen a cumplir con 10 principios universales relacionados con derechos humanos, estándares laborales, medioambiente y lucha contra la corrupción. En Argentina, esta red cuenta con más de 900 empresas participantes distribuidas en más de 20 provincias, promoviendo los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2015.
Entre sus actividades más destacadas, Pacto Global Argentina ha desarrollado un Programa de Formación Ejecutiva en Economía Circular y ODS, que ya cuenta con cuatro ediciones. Este programa se ofrece en el primer semestre de cada año, y ya se está planificando la quinta edición para 2025 con un arancel accesible para facilitar el acceso de más empresas y personas interesadas. Además, durante todo el año, la red organiza webinarios en los que se abordan temas vinculados a la economía circular, promoviendo el intercambio de prácticas innovadoras entre sus miembros.
Para las empresas que ya participan activamente en Pacto Global, existe un grupo de trabajo especializado en economía circular, donde se combinan conocimientos teóricos con un espacio para el intercambio entre pares. Actualmente, 19 empresas están involucradas en este grupo, cuya actividad concluye a fines de noviembre.
La economía circular en acción: Mastellone, BASF y Provincia Vida Seguros
Tres casos emblemáticos de empresas que han implementado estrategias en economía circular son Mastellone, BASF y Provincia Vida Seguros, las cuales compartieron sus experiencias en el marco del Programa de Formación en Economía Circular y ODS de Pacto Global Argentina.
Mastellone, líder en la producción de lácteos en el país, ha trabajado en iniciativas integrales que incluyen la reducción de desperdicios en envases y la promoción del reciclaje. La compañía ha conseguido que 52% de los materiales de empaque provengan de fuentes renovables, reduciendo así el uso de plástico virgen. Además, lanzó su plan de Packaging Sustentable 2030, comprometiéndose a que todos sus envases sean 100% reciclables, reutilizables o compostables para ese año.
Por su parte, BASF, una de las mayores empresas químicas del mundo, ha centrado sus esfuerzos en innovar en la cadena de valor a través de materias primas sostenibles, nuevos ciclos de materiales y modelos de negocio orientados a la circularidad. La empresa ha aumentado el volumen de materias primas renovables y recicladas y ha diseñado materiales que facilitan el reciclaje. Un proyecto destacado es “Cooperativas más tecnológicas”, que, mediante la colaboración con cooperativas de reciclaje en América del Sur, ha introducido el dispositivo trinamiX para mejorar la identificación y separación de plásticos, lo que eleva la calidad del reciclaje.
Provincia Vida Seguros, en tanto, ha puesto en marcha un Programa Integral de Formación y Concientización en Economía Circular y ODS dirigido tanto a asegurados como empleados. El objetivo es capacitarlos en prácticas sostenibles para enfrentar los desafíos ambientales actuales, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Esta iniciativa busca contribuir al desarrollo de un entorno más equilibrado y sostenible a largo plazo.
El apoyo brindado por Pacto Global Argentina ha sido fundamental para que estas empresas puedan desarrollar y ejecutar sus proyectos. La mentoría proporcionada por la red ha asegurado que los esfuerzos sean no solo innovadores, sino también efectivos en la creación de un impacto positivo tanto en la sociedad como en el medioambiente.
A través de estas iniciativas, las empresas que participan en el Pacto Global demuestran un compromiso firme con la economía circular, desafiando las prácticas tradicionales y adoptando modelos sostenibles que fomentan un crecimiento económico compatible con la preservación del entorno.