La última parte del año llegará, para el frente fiscal, con un aumento del gasto jubilatorio por la aplicación de la fórmula de movilidad mensual que sigue a la inflación. El Gobierno ya no puede recostar más el superávit con una poda en las erogaciones previsionales, algo que sucedió especialmente en la mitad del año, sino que en los próximos meses será un elemento de exigencia a las cuentas públicas.
Un informe del economista Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), puso en números esa noción, que ya había sido anticipada por el equipo económico en las últimas semanas, al asegurar que el colchón de ahorro fiscal de los primeros diez meses del año tendrá que servirle para cerrar el ejercicio 2024 con equilibrio en las cuentas públicas, ante una recta final con una expansión en algunas área del gasto que son decisivas, como el pago de haberes, intereses de deuda o aguinaldos tanto para los salarios públicos como para las propias jubilaciones.
Una suba real en el gasto jubilatorio fue la conclusión principal del trabajo hecho por Argañaraz. “Si bien resulta complejo poder hacer una proyección, es posible afirmar que tal vez el mes de noviembre de 2024 ya registre una suba real interanual, quizás mínima. En diciembre se daría un incremento real interanual mayor”, mencionó. “Es posible que el gasto en jubilaciones tenga una suba real interanual del orden del 0,6% en noviembre y una del 2,9% en diciembre”, indicó y dijo que “el último bimestre finalizaría con una suba real interanual, luego de varios meses de caídas permanentes”.
El colchón de ahorro fiscal de los primeros diez meses del año tendrá que servirle para cerrar el ejercicio 2024 con equilibrio en las cuentas públicas, ante una recta final con una expansión en algunas área del gasto que son decisivas
Pero también proyectó cómo podría ser el 2025 con esa fórmula mensual, en un escenario estimado de desaceleración sostenida de la inflación, a ritmo tal que alcance el 2% mensual a fin de ese año (48% interanual). En ese caso, “el haber anual real tendría una mejora del 15% respecto a este año 2024″ pero “si el gobierno mantiene fijo el valor del bono en $70.000 durante todo el año 2025, el ingreso anual real de las personas que cobran la mínima sería prácticamente igual al del año 2024″, aseguró el director de Iaraf.
De esa explicación se desprende que el año próximo, a diferencia del inicio del 2024 en el que el Gobierno puedo apoyar buena parte –se estima que un tercio– de la corrección fiscal en los gastos previsionales, en 2025 se dará vuelta esa tendencia. “De ambos comportamientos surge un gasto real mayor durante los primeros seis meses del año y un gasto real menor durante el segundo semestre del año 2025″, indicó el informe. “El gasto del primer semestre podría ser un 12,5% real interanual mayor que el del primer semestre de 2024 y el del segundo semestre prácticamente igual”, calculó.
Esa nueva tendencia de un recorte menor en jubilaciones -obligadamente por la fórmula establecida por decreto- y una poda mayor en otros renglones del gasto como salarios pagados por el Estado u obra pública ya había sido observada por otras consultoras también.
Los datos recopilados en base a información presupuestaria por parte de la consultora Analytica muestran que en el décimo mes del año hubo una caída en términos reales del gasto primario de 27 por ciento. Como comparación, un mes antes esa magnitud de poda había sido de 30 por ciento. La misma consultora estimó con esos números que en los primeros diez meses del año el ajuste general fue de 29,7 por ciento.
En el análisis por cada rubro es que se identifica el inicio de lo que podría ser un cambio de tendencia en la “fórmula” que utiliza el Ministerio de Economía para mantener a raya el gasto y sostener el equilibrio en las cuentas públicas.
Los números dejarían ver, así, que el Gobierno precisa apoyarse en lo sucesivo en un recorte más acelerado en otras partidas al tomar mayor envión las erogaciones previsionales. Como comparación, mientras en octubre la caída de gasto en términos reales en jubilaciones fue de 2,4% de acuerdo a Analytica, al observar todo el panorama de los meses transcurridos en 2024 ese número asciende a 18,3 por ciento.
Como contrapartida, los gastos que en la última foto de octubre pesaron más que en el total del año están los salarios públicos (19,6% en todo 2024, pero 31,1% de ajuste solo en octubre), asignaciones familiares más AUH (1,7% en todo 2024 y 24,6% de caída en el décimo mes del año), obra pública (-78,9% y -85,9%, respectivamente) y programas sociales (-39,5% y -61,2% para cada caso).
La nueva tendencia de un recorte menor en jubilaciones -obligadamente por la fórmula establecida por decreto- y una poda mayor en otros renglones del gasto como salarios pagados por el Estado u obra pública ya había sido observada por analistas
Entre las cuestiones que el Gobierno dejó saber sobre la política jubilatoria del año próximo se destaca que el director de Anses, Mariano de los Heros oficializó que el bono que complementa el haber mínimo, que en marzo fue actualizado a $70.000 y desde entonces no cambió, quedará congelado en términos nominales a lo largo de todo 2025, algo que generó críticas inmediatas de los bloques opositores, que reclamaron que esto implicará un recorte en el poder de compra jubilatorio para la base de la pirámide. De todas formas, en el Gobierno aseguran que no hay espacio fiscal para modificar esa decisión.
La cuestión de la capacidad de compra de los haberes previsionales no es menor porque el Gobierno sostiene que los jubilados –sin contar el bono– le vienen ganando a la inflación. Pero el deterioro real de esos $70.000 hizo erosionar el poder adquisitivo de los haberes mínimos.