Tesla Inc. vio un importante aumento en sus acciones en la jornada del miércoles, registrando una suba de hasta 14% en las primeras horas de operaciones en Wall Street. La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses ha generado expectativas favorables para Tesla y otras grandes empresas tecnológicas. Elon Musk, CEO de Tesla y prominente defensor de la candidatura republicana, se ha posicionado como uno de los principales beneficiarios de este nuevo panorama en el país norteamericano.
Musk, quien este año destinó más de 130 millones de dólares para respaldar a los candidatos republicanos, ha sido un ferviente defensor de las políticas promercado impulsadas por el Partido Republicano. A través de su red social X, el empresario apoyó activamente la candidatura de Trump y criticó a los demócratas, apostando por una reelección que podría ser beneficiosa para sus negocios. Analistas como Daniel Ives, de Wedbush Securities, destacan que, ante un potencial recorte de los incentivos fiscales para los vehículos eléctricos en un gobierno republicano, Tesla podría posicionarse mejor frente a sus competidores en la industria automotriz. En su informe reciente, Ives señaló que la victoria de Trump representa una “ventaja competitiva” para Tesla, en un contexto donde se espera una reducción de subsidios que favorecería especialmente a empresas con una sólida infraestructura en Estados Unidos.
Además del respaldo financiero, Trump ha manifestado en varias ocasiones su apoyo a Musk. Incluso ha prometido crear una comisión de eficiencia gubernamental encabezada por el empresario. Según Susannah Streeter, directora de mercados y finanzas de Hargreaves Lansdown, este vínculo entre Musk y Trump podría traducirse en un mayor poder de influencia para Tesla en un segundo mandato republicano. La ejecutiva consideró probable una política menos restrictiva hacia las empresas tecnológicas, lo que daría a Musk un papel relevante en futuras decisiones regulatorias.
El efecto del respaldo político y las proyecciones de crecimiento han impactado notablemente en las acciones de Tesla tanto en el mercado estadounidense como en el europeo. En la Bolsa de Frankfurt, las acciones de Tesla también registraron un crecimiento superior al 14% durante la sesión del miércoles. Esta alza refleja el optimismo de los inversores respecto al crecimiento de la empresa en un escenario regulatorio que podría tornarse favorable para el sector privado bajo la administración de Trump.
A finales del mes pasado, Musk anticipó una posible expansión en las ventas de Tesla para el próximo año, con un incremento de entre 20% y 30%. Este pronóstico de crecimiento, sumado a la expectativa de una política fiscal menos restrictiva, impulsó la cotización de Tesla en los primeros días tras la confirmación de la victoria republicana.
La tendencia positiva de Tesla se alinea con un movimiento más amplio en los mercados, marcado por un crecimiento generalizado en activos de riesgo y sectores afines al enfoque promercado que caracterizó a la administración de Trump en su primer mandato. Desde que comenzaron a publicarse los resultados electorales, los principales índices de Wall Street han registrado subas significativas, reflejando la apuesta de los inversores a favor de una mayor desregulación y recortes de impuestos.
Los futuros del Dow Jones Industrial Average llegaron a ganar hasta 1.133 puntos, lo que representa un aumento de 2,7%. De igual manera, los futuros del S&P 500 y del Nasdaq 100 avanzaron en un 2,4% y 1,8%, respectivamente, impulsados por las expectativas de un mayor crecimiento económico y una política fiscal orientada al sector privado. Esta tendencia también se reflejó en el índice Russell 2000, que agrupa a empresas de menor capitalización con una exposición directa al mercado estadounidense y experimentó un incremento de 5% en sus contratos.
Otros activos también reaccionaron de manera favorable. El dólar mostró un fortalecimiento frente a las principales divisas, mientras que el Bitcoin alcanzó un nuevo máximo histórico, con un avance de más del 8% en la madrugada del miércoles. Según expertos, este repunte en la criptomoneda podría estar vinculado a la perspectiva de Trump de fomentar el uso de los activos digitales, en línea con su discurso de autonomía financiera.
En el mercado de deuda, los bonos del Tesoro de Estados Unidos también experimentaron cambios importantes. El rendimiento de los bonos a 10 años subió 15 puntos básicos, situándose en torno al 4,435%, lo cual refleja la inquietud de los inversores sobre un eventual incremento del gasto fiscal bajo la administración de Trump. Según Stephanie Roth, economista jefe de Wolfe Research, esta subida en las tasas de interés puede estar motivada por las previsiones de recortes impositivos que generarían un déficit público mayor.
Algunas instituciones financieras se beneficiaron notablemente con el triunfo de Trump. Firmas como JPMorgan, Bank of America y Wells Fargo registraron avances en sus acciones por encima del 6% en las operaciones previas a la apertura del mercado. En el sector de la salud, la compañía Humana reportó un incremento del 5% en el premarket. Sin embargo, las empresas de energías renovables mostraron una tendencia a la baja. Las acciones de First Solar y SolarEdge Tech cayeron más del 12%, ante la posibilidad de que el gobierno de Trump retire el apoyo a las energías limpias en favor de los combustibles fósiles.
El índice S&P 500, que ya había ganado un 23% en 2024, se consolidó como uno de los más rentables en años electorales. George Saravelos, jefe de investigación de divisas en Deutsche Bank, explicó que el mercado anticipa efectos positivos en activos de riesgo, destacando que “cuanto mayor sea el peso de la reducción de impuestos y la desregulación en la agenda, mayor será el impacto positivo en los activos de riesgo”. Este sentimiento se extiende a las posiciones largas en futuros de índices como el S&P 500 y el Nasdaq 100, que alcanzaron niveles cercanos a los 400.000 millones de dólares, el doble de lo registrado hace dos años.
Finalmente, las expectativas de retorno a una política de aranceles podrían impactar en la inflación global. La posibilidad de que se restablezcan tarifas en el comercio internacional abre un nuevo frente de discusión sobre los efectos en el mercado global, además de las implicancias para las empresas que dependen del comercio exterior con Estados Unidos.