En un contexto de demanda activa de alquileres y con una oferta que creció más del 170% en la ciudad de Buenos Aires desde la derogación de la Ley de Alquileres, los inquilinos aún enfrentan obstáculos significativos para asegurar una vivienda.
La exigencia de garantes físicos dificulta el acceso a alquileres, especialmente para quienes no cuentan con familiares o amigos que asuman esa responsabilidad. Las garantías privadas surgen como una alternativa accesible para cumplir con estos requisitos sin depender de terceros.
Esta opción no solo reduce el estrés de los inquilinos, sino que también brinda tranquilidad a los propietarios, quienes aseguran el pago aun en caso de incumplimiento.
Cómo funcionan las privadas
Las garantías privadas ofrecen respaldo financiero sin necesidad de garantes físicos. En vez de depender de familiares o amigos, estas empresas asumen la responsabilidad y aseguran al propietario el pago del alquiler y servicios pactados.
Para obtener esta garantía, los inquilinos deben demostrar capacidad de pago mediante requisitos financieros y laborales, como comprobantes de ingresos o informes crediticios, que varían según su perfil laboral y buscan minimizar riesgos.
Diego Rajtman, gerente de marketing de GarantíaYa, explicó a Infobae que las garantías privadas ofrecen varios beneficios tanto a propietarios como a inquilinos al compararse con las garantías tradicionales. “Nuestra garantía asegura al propietario el flujo de ingresos, cubriendo de inmediato el alquiler, expensas y servicios en caso de incumplimiento del inquilino. Además, el proceso es ágil y sencillo, ya que nos encargamos de todos los costos”.
Con una garantía propietaria, el propietario tendría que iniciar acciones legales y eventualmente ejecutar la propiedad, un proceso costoso, largo y lleno de preocupaciones, informaron desde el sector
Además, gracias a la digitalización de los procesos, el análisis y la aprobación de una garantía privada se realizan generalmente en un plazo de 24 horas, facilitando a los inquilinos un acceso rápido y sin complicaciones.
Costos y requisitos para el inquilino
El costo de una garantía privada suele ser un porcentaje del monto total del contrato de alquiler, y puede abonarse en cuotas o mediante acuerdos de financiación que estas empresas ofrecen en conjunto con bancos locales. “Como referencia, el precio de una garantía para un alquiler de $500.000 mensuales ronda los $700.000, por única vez y se abona al inicio del contrato de alquiler″, agregó Rajtman.
Entre los requisitos, el inquilino debe demostrar ingresos estables y suficientes para cubrir el valor del alquiler y otros gastos asociados, como expensas.
Oscar Lema, presidente de Finaer, explicó cómo funciona la cobertura y el cálculo de costos de las garantías privadas para inquilinos. “Si, por ejemplo, un alquiler mensual es de $250.000 más $50.000 de expensas, el total mensual a cubrir asciende a 300.000 pesos. Para un contrato de 24 meses, el monto total sería $7.200.000 y, al aplicarse un 7,5%, el costo de la garantía resultaría en $540.000 ”, detalla Lema.
Lema también destacó la protección que estas garantías brindan a los propietarios: “Ofrecemos la seguridad de cobro no solo del alquiler, sino también de expensas, impuestos y servicios como luz y gas, incluso si el inquilino incumple el pago. Todo se cubre a simple requerimiento, sin necesidad de notificaciones formales ni de acciones legales. Y, de ser necesario, asumimos los costos de acciones legales hasta la restitución del inmueble”.
La documentación exigida depende de la situación laboral del solicitante: empleados en relación de dependencia, monotributistas o responsables inscriptos deben presentar certificados que garanticen su capacidad de pago, ajustados al nivel de ingresos. El proceso es completamente digital, lo que facilita la accesibilidad a inquilinos en cualquier zona del país.
Beneficios para ambas partes
Para los inquilinos, las garantías privadas eliminan la necesidad de conseguir personas que actúen como garantes, simplificando el proceso de alquiler y eliminando trámites complicados. Esto es especialmente beneficioso para quienes no cuentan con familiares o amigos que puedan respaldarlos.
Además, al contar con una garantía privada, los inquilinos fortalecen su perfil crediticio, lo cual puede ayudarles a asegurar futuros alquileres.
Para los propietarios, las garantías privadas aseguran el cobro en caso de incumplimiento del inquilino. Este respaldo evita procesos legales engorrosos, ya que las empresas de garantías asumen los costos y trámites hasta recuperar la propiedad.
Según Rajtman, estos beneficios han logrado que “casi todo el mercado inmobiliario acepte este sistema”, lo que demuestra la confianza creciente en esta alternativa.
Impacto en el mercado inmobiliario
Desde que se derogó la Ley de Alquileres y comenzó a bajar la inflación, los precios también dejaron de partir de valores tan altos como a inicios de año.
Para los inquilinos, las garantías privadas permiten alquilar con recursos propios, sin depender de garantes familiares o amigos. Además, la renovación de estas garantías es automática, brindando respaldo para futuros contratos.
“Hasta 2012, solo existían las garantías propietarias. Hoy, distintas empresas han innovado con sistemas ampliamente aceptados en casi todo el país, facilitando el acceso a la vivienda en cualquier ubicación. Estas garantías privadas ya son más populares que el modelo tradicional de garantes físicos”, concluyó Lema.