
Las cámaras que nuclean a las líneas de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) advirtieron este lunes que si en los próximos meses no reciben más ingresos a partir de un aumento en el boleto o mayores subsidios, no estará en condiciones de cumplir con el convenio firmado la semana pasada con la UTA y con el que desactivaron el paro previsto para el jueves. Es por eso que reclamaron una mejora en las condiciones de operación al Gobierno nacional, el de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y la Provincia de Buenos Aires.
“Bajo el principio de priorizar la paz social, y evitar un daño mayor tanto para usuarios, empresas y trabajadores, hemos arriesgado este acuerdo, con la confianza de que ni tarifa ni subsidios quedarán congelados en simultáneo hasta enero, ya que de otra forma será imposible pagar los salarios acordados, o comprar los insumos necesarios para sostener el servicio”, resaltaron AAETA, CEAP, CEUTUPBA y CTPBA a través de un comunicado.
La paritaria con UTA prevé que los choferes pasen a cobrar en noviembre un salario básico de $1.140.00 y lleguen a $1.200.000 en enero. Esa negociación fue avalada por la Secretaría de Trabajo y permitió desactivar el paro que había anunciado el gremio para el jueves pasado.

Las cámaras resaltan que la paritaria definida tuvo lugar a pesar de que no hubo precisiones por parte de los diferentes gobiernos sobre los futuros ajustes de tarifa o en subsidios. “Las 3 autoridades responsables de los servicios del AMBA, conocedores de las estructuras de costos de los operadores (información que por otro lado es pública), saben perfectamente que esto es así, ya que con una inflación que aún sigue entre 3% y 4% mensual no hay otra forma de evitarlo”, apuntaron.
Las empresas reciben de Nación, CABA y PBA, dependiendo de la jurisdicción, compensaciones por la diferencia entre el pasaje que pagan los usuarios y el “costo real” de mantener el servicio. Eso implica, en definitiva, un subsidio que va a la oferta y que ahora la Secretaría de Transporte espera modificar para apuntar directamente a la demanda.
El boleto mínimo de colectivos del AMBA pasó de $53 a $371 desde diciembre pasado, lo que implica un aumento del 600% en este período, con una pérdida del 5% en la cantidad de pasajeros transportados. Pero la transferencias por subvenciones crecieron un 78% con una inflación que acumuló 193% en el último año, según las estimaciones que realizaron las cámaras hasta octubre.

El pasaje podría saltar de $371 a $530, según los cálculos privados en base al sistema de actualización vigente, aunque el Gobierno no está dispuesto a convalidar esa suba en el corto plazo mientras que deberá coordinar el sendero con las autoridades de la Ciudad de Buenos Aires y la provincia de Buenos Aires. La prioridad actual es sostener la desaceleración de la inflación y evitar que se acreciente el malhumor social. Sin embargo, en los despachos oficiales también indican que la postura de Nación es que no habrá más giros hacia las empresas.
En paralelo, el Ministerio de Economía y la Secretaría de Transporte establecieron un nuevo esquema para asignar subsidios al transporte público, enfocado en la demanda y la eficiencia. Este modelo asignará fondos según el volumen de pasajeros y los datos proporcionados por el sistema SUBE. Los operadores deberán ajustar los kilómetros recorridos a la demanda real y evitar prácticas ineficientes, bajo un esquema de monitoreo y ajustes mensuales. Además, la compensación considerará tarifas reducidas por atributos sociales y boletos integrados.
“No hemos elegido este régimen de subsidios, por lo que si por las empresas fuera promovemos su total eliminación o asignación exclusiva a los usuarios que los necesiten”, afirmaron este martes las cámaras de colectivos.
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