Por medidas de fuerza de los pilotos, Aerolíneas tuvo que reubicar pasajeros en otras empresas para completar los vuelos

Desde el jueves, la empresa cubre la ruta que realiza a Miami con una aeronave de menor rango con escala en Lima y ya canceló vuelos a Cancún y Europa

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El conflicto entre APLA y
El conflicto entre APLA y Aerolíneas Argentinas ya provocó la cancelación de vuelos a destinos internacionales como Madrid, Roma y Cancún. REUTERS/

La gravedad del conflicto gremial que protagonizan los pilotos aerocomerciales forzó a Aerolíneas Argentinas en los últimos días no solo a cancelar vuelos o utilizar aeronaves de menor tamaño que obligaron a tomar una ruta hacia Miami con escala no prevista, sino también a reubicar pasajeros a otras empresas como Avianca y Gol.

La crisis gremial que afecta al empresa desde la semana pasada sigue afectando a los pasajeros y al la operación de la compañía. La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), el sindicato de los pilotos, mantiene una disputa por reclamos salariales y condiciones laborales y con medidas de fuerza impide la renovación de licencias semestrales, lo que llevó a que ante la insuficiencia de pilotos habilitados para operar vuelos de larga distancia, Aerolíneas debiera modificar sus servicios, utilizar aeronaves no diseñadas para trayectos intercontinentales y reubicar pasajeros en otras compañías.

Desde el jueves, la ruta a Miami, habitualmente servida con aviones Airbus A330, se cubre con un avión Boeing 737 MAX, de menor tamaño y capacidad. No solo lleva menos pasajeros sino que debido a su menor autonomía, necesita hacer escala en Lima para recargar combustible. El cambio sorprendió a varios pasajeros, que esperaban un vuelo directo en un avión más cómodo. En un caso específico, el vuelo AR1306 que partió el viernes desde Aeroparque –normalmente en un Airbus A330– se realizó en un Boeing 737 MAX, generando incomodidad entre los viajeros.

La raíz del conflicto el el retraso en la renovación de licencias de los pilotos de largo alcance. Estas licencias deben actualizarse cada seis meses e implican prácticas en simuladores de vuelo, tarea que se realiza el Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos de la República Argentina (Cefepra), ubicado en Ezeiza. Pero los paros de APLA en ese centro impidieron a varios pilotos cumplir los requisitos y renovar sus permisos.

APLA culpa de la situación a la falta de respuesta de la empresa a sus demandas salariales y denuncia deterioro en las condiciones laborales.

Pasajeros del vuelo AR1306 a
Pasajeros del vuelo AR1306 a Miami enfrentaron incomodidades al ser reubicados en un avión Boeing 737 MAX debido a la falta de pilotos con licencias vigentes (Maximiliano Luna)

En un comunicado reciente, el sindicato liderado por Pablo Biró afirmó que la falta de pilotos con licencias vigentes “obligó a cancelar numerosas operaciones”.

La situación motivó a Aerolíneas a optar por reubicar pasajeros en otras compañías y ajustar su operativa. Por caso, algunos vuelos hacia Miami se cubren ahora con el Boeing 737 MAX, pero esta no es una solución definitiva pues implica mayores costos y una devaluación del servicio a los pasajeros. La compañía mantiene el Airbus A330 disponible solo para rutas transatlánticas, como Madrid y Roma, para minimizar el impacto en sus operaciones internacionales.

El conflicto llegó así a otras rutas. Aerolíneas canceló un vuelo programado hacia Cancún y ya suspendió dos servicios de larga distancia: uno a Madrid y otro a Roma, previstos para este domingo, impactando no solo a los pasajeros sino también la reputación de la compañía, que enfrenta una ola de críticas en redes sociales. Los reclamos apuntan a la necesidad de soluciones que permitan la continuidad del servicio sin afectar la calidad y los tiempos de vuelo.

Además, el recurso a reubicar pasajeros en otros aviones se complicará a medida que se acerque el inicio de las vacaciones estivales y las otras líneas no tengan espacios disponibles.

La raíz del conflicto se encuentra en los retrasos en la renovación de licencias de los pilotos, una tarea que realiza el Cefepra, ubicado en el aeropuerto de Ezeiza. Los paros de APLA impidieron que varios pilotos cumplan con ese requisito

APLA, por su parte, no solo exige una recomposición salarial del 90% para compensar la inflación desde mayo de 2024; también plantea críticas hacia la gestión actual de Aerolíneas. En uno de sus comunicados, el sindicato señaló a Fabián Lombardo, gerente general, y a Juan Pablo Alvarado, subgerente, como responsables de “incumplimientos convencionales” que, según el gremio, agravaron la situación de la aerolínea. Entre las críticas también se menciona que la administración actual carece de la experiencia necesaria en la industria aeronáutica para resolver las demandas de los empleados y garantizar un servicio de calidad.

APLA advirtió que, sin respuestas
APLA advirtió que, sin respuestas concretas a sus demandas, las medidas de fuerza podrían intensificarse en diciembre, en plena temporada alta de vacaciones (Maximiliano Luna)

La crisis gremial se da en un contexto económico complicado para la aerolínea, ya que enfrenta presiones fiscales en un momento en el que el Gobierno busca reducir los subsidios destinados a empresas estatales. De hecho, en el Congreso se están debatiendo proyectos de ley que, de ser aprobados, reducirían significativamente el presupuesto de Aerolíneas, e incluso abren la posibilidad de privatización. Estos factores añaden tensión a un conflicto que parece tener pocas perspectivas de resolución inmediata. Según APLA, si no se encuentran soluciones en las próximas semanas, las medidas de fuerza podrían intensificarse en diciembre, mes en el cual aumenta la demanda de vuelos debido a las fiestas y a la temporada de vacaciones de verano.

El viernes, Aerolíneas y los gremios APLA, Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y Asociación del Personal Aeronáutico (APA) sostuvieron una reunión para discutir el acuerdo salarial, pero hasta el momento no se ha llegado a una resolución. Solo los sindicatos Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) y Unión del Personal Superior Aeronáutico (UPSA) aceptaron un aumento del 11,8 por ciento, junto con un adicional del 2 por ciento para el período de junio a agosto, con la promesa de revisar nuevamente los salarios en septiembre. Sin embargo, las demandas de APLA, AAA y APA siguen sin resolverse, lo que genera incertidumbre sobre el futuro de las operaciones de la compañía.

Desde la empresa, se ha intentado calmar la situación asegurando que se están haciendo los esfuerzos necesarios para garantizar el servicio y reducir las cancelaciones. Pero los costos adicionales de utilizar aeronaves con escalas no planificadas y de gestionar la reubicación de pasajeros en otras aerolíneas son factores que la compañía estatal deberá evaluar a medida que avanza la negociación. El líder de APLA, Pablo Biró, instó a sus afiliados a “mantenerse firmes” en sus reclamos, anticipando que de no haber respuesta, la operación de Aerolíneas Argentinas podría verse gravemente afectada en los próximos meses.

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