En el mercado de alquileres local, la baja de la inflación comenzó a incidir en los precios y las modalidades de ajuste de los últimos contratos. Con el fin de la Ley de Alquileres a través del DNU del Gobierno que cumplirá un año el mes que viene, los acuerdos libres ganaron terreno y permitieron que inquilinos y propietarios negocien de forma directa los mecanismos de actualización.
Esta flexibilidad logró que las propiedades con valores ajustados a la demanda actual se alquilen más rápido, mientras que aquellas que no encuentran un precio acorde pueden tardar hasta 60 días en concretarse y perdurar publicadas sin mostrar interesados.
Este contexto trajo cierta estabilidad a los inquilinos, quienes pueden optar por contratos en pesos, dólares o con ajustes que se alejan de las subas abruptas que tuvo la ley derogada.
Además, la baja en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), utilizado cada vez más en los contratos de alquiler, generó cierto alivio en comparación con otros índices, como el Índice de Contratos de Locación (ICL). Este último, que en noviembre ajustó los contratos interanuales preexistentes en un 227,14%, aún muestra variaciones elevadas pese a haber iniciado una tendencia descendente en los últimos tres meses.
El mercado de alquileres en Argentina está experimentando “cambios significativos”, según declaraciones de Iván Ginevra, presidente de la Cámara Inmobiliaria.
Según datos brindados por esta entidad, los ajustes intermensuales aumentaron un 3,5 % a través del IPC y un 5,21 % mediante el ICL en octubre último. En el primer caso, el descenso inflacionario está impactando más favorablemente para los inquilinos que buscan alquilar.
Ginevra explicó a Infobae que los contratos de alquiler se están ajustando en función del IPC. “La disminución del IPC es positiva en comparación con el ICL y es el método más aconsejable para los nuevos contratos, que en su mayoría tienen ajustes cuatrimestrales y ya van por debajo de la inflación”, afirmó.
Dinámica
La baja de la inflación y el uso creciente del IPC como índice influyen en el mercado de alquileres, donde la oferta supera ampliamente a la demanda.
Patricio Bedetti, de Patricio Bedetti Servicios Inmobiliarios, señaló que, esta sobreoferta permite que algunos precios se mantengan estables e incluso disminuyan ligeramente en ciertas propiedades nuevas en el mercado, “mientras que las propiedades ya alquiladas suelen ajustarse de manera trimestral o cuatrimestral según el IPC”.
Actualmente, hay más de 15.000 departamentos disponibles en CABA en todos los barrios, en contraste con noviembre de 2023, cuando prácticamente no había unidades en zonas como Parque Patricios, Agronomía o Mataderos
Esta dinámica también condujo a que algunos inquilinos opten por resolver sus contratos anticipadamente al encontrar mejores precios en la oferta actual.
“En estos casos, las opciones disponibles permiten a los locatarios acceder a contratos más favorables en un contexto que parece estar ofreciendo mayor flexibilidad”, agregó Bedetti.
Las negociaciones entre propietarios e inquilinos se volvieron más flexibles y pausadas. Con una oferta en aumento y menor urgencia en la demanda, las propiedades ya no se alquilan con la rapidez de hace un año, cuando en muchos casos se cerraban contratos casi sin realizar visitas previas.
Valores de referencia
En cuanto a los precios promedio actuales en la ciudad de Buenos Aires, Bedetti informó que los departamentos de un ambiente se consiguen en promedio por $300.000, los de dos ambientes por $400.000 y los de tres ambientes por $650.000 mensuales.
“Sin embargo, se está observando un fenómeno de negociación en los valores de cierre, que suelen ser un 15% a 20% inferiores a los valores de publicación. En zonas como Caballito, Almagro y Boedo, los precios varían según la antigüedad, estado y servicios del edificio. Los mayores incrementos de precios se registran en el corredor norte de la ciudad, en barrios como Palermo, Belgrano, Recoleta y Puerto Madero, donde la oferta en dólares es más común, comentó Bedetti.
En contraste, los precios están más contenidos en la zona sur, incluyendo Parque Patricios, Pompeya, Lugano y partes de La Boca, debido al alto costo de vida que afecta el gasto en alimentos y servicios.
“En comparación con un año atrás, los valores de los alquileres son más razonables hoy en día, ya que acompañan más la inflación que los salarios. Esto permite a los inquilinos elegir entre contratos en pesos, dólares o valores fijos, según su comodidad”, concluyó Ginevra.