La recuperación del salario real, medido en pesos y dólares, es una de las principales variables de la economía real que se sigue con atención. Con una desaceleración en los últimos registros, los índices oficiales marcan una recuperación de los ingresos prácticamente en todos los niveles. Salarios formales, privados, públicos y jubilaciones, algunos de ellos ya se recuperaron por encima del nivel que tenían en noviembre del año pasado mientras que otros, aunque ganaron algo del terreno perdido, siguen abajo.
El economista director del Instituto de Análisis Fiscal (Iaraf), Nadín Argañaraz, describió en un breve resumen cómo le fue a cada uno de estos sectores desde el cambio de gestión. Sorpresivamente, entre los que ya recuperaron el poder adquisitivo e incluso perciben ingresos en términos reales por encima de hace un año se encuentran los jubilados, el sector más castigado y que más aportó al ajuste fiscal en la primera parte del año.
Según Argañaraz, a 8 meses de la devaluación de diciembre de 2023, el salario privado formal tuvo un nivel real equivalente al 98,2% del que tenía en noviembre de 2023, mes previo a la devaluación. Es decir, aunque avanza mes a mes y recuperó hacia agosto casi la totalidad del poder adquisitivo que tenía hace un año, todavía se encuentra por debajo del nivel pre devaluación.
El salario público, en cambio, todavía tiene mucho por recuperar, ya que tuvo un nivel real equivalente al 83,6% del que tenía en noviembre de 2023. Para decirlo a la inversa, perdió 16,4% del poder adquisitivo de hace un año.
“Con la devaluación de diciembre de 2023, todos los ingresos reales se precipitaron aún más de lo que ya lo estaban”, explicó el economista del Iaraf, quien destacó que los de mayor caída fueron los haberes de los jubilados que no cobran la mínima. Es decir, quienes no perciben un bono que complemente o compense las pérdidas. El poder adquisitivo de este sector tocó un mínimo en febrero de 2024.
Pero a partir de mayo, dada la baja gradual de la inflación, el haber real se mantuvo en suba, llegando a octubre con un nivel que es 6,8% superior al de noviembre del año pasado. Esto con el supuesto de que la inflación del mes se ubica en 3,5% mensual, registro que podría ser inferior y con ello algo más alta la suba del haber jubilatorio. En agosto, por lo pronto, la suba real era del 5,5 por ciento.
“Con la devaluación de diciembre de 2023, todos los ingresos reales se precipitaron aún más de lo que ya lo estaban”
Eso para el caso de todos los pasivos que no cobran el haber mínimo. Para quienes sí cobran la mínima, la cuenta es bien diferente. Los jubilados que cobran la mínima y el bono de $70.000 tuvieron su peor situación relativa en febrero y luego su ingreso real hizo pico en el mes de junio de 2024. En efecto, el ingreso real de este mes fue un 1,4% inferior al del mes de noviembre de 2023, no llegando a recuperar el nivel real del mes previo a la devaluación. A partir de junio, en tanto, el ingreso real viene cayendo, dado que el bono se mantuvo fijo en los $70.000. Así, durante octubre, el ingreso real sería un 3,4% inferior al del mes de noviembre, ampliándose la brecha que ya había.
En cuanto a los trabajadores activos, en el caso de los trabajadores privados formales, en el mes de diciembre de 2023, la caída real del salario era del 11,5%, mientras que en agosto se redujo al 1,75%. Lleva 5 meses seguidos de aumento real.
El empleado público es el que más poder adquisitivo está perdiendo en estos meses. En el mes de agosto tuvo un ingreso real equivalente al 83,6% del que tenía en noviembre de 2023, es decir que perdió un 16,4% de ingreso real respecto a ese mes. “La mayor caída se había registrado en febrero, con un 21,9 por ciento”, concluyó Argañaraz.