En medio de la euforia de los mercados financieros, con los bonos en alza y el riesgo país que hoy perforó la línea de los 900 puntos básicos, el Gobierno iniciará la compra de los dólares necesarios para pagar el capital del vencimiento de deuda del próximo 9 de enero. Anteriormente, había hecho lo propio para hacer frente al pago de los intereses de ese compromiso.
El anuncio fue hecho por el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, a través de un mensaje en la red social X: “El Tesoro anuncia el proceso de compra al BCRA de USD 2.701 millones para hacer frente al pago en dólares y euros correspondientes a la amortización de capital de los bonos Globales y Bonares con vencimiento en enero de 2025″.
“Esta operación se realizará con parte de los pesos del Tesoro depositados en el BCRA, correspondientes al financiamiento neto alcanzado a septiembre de 2024, que al 27/10 ascendían a $13,26 billones. Esta transacción asegura el pago de capital e intereses de enero 2025 y contraerá la cantidad de pesos por $2,67 billones”, señaló el funcionario.
La decisión del Gobierno es una nueva señal a los mercados, tal vez la más contundente, de que incumplir sus compromisos no está dentro de las posibilidades. De esa forma, el ministro de Economía, Luis Caputo, le asegura a los bonistas que tiene los dólares suficientes para el primer escollo del exigente calendario 2025 de la deuda pública, mientras se prepara para hacerle frente a los compromisos siguientes.
Por otra parte, según explicaron fuentes oficiales a Infobae, esta medida no cambia en nada todo lo que viene gestionando el equipo económico para conseguir fondos para las reservas del BCRA. Por lo tanto, seguirán adelante todas las negociaciones con los bancos internacionales para sellar un préstamo “repo” que le permita hacerse de más dólares. La caída del riesgo país, por supuesto, facilita esa tarea.
Tampoco se descarta seguir adelante con la chance de obtener dinero fresco del Fondo Monetario Internacional en el marco de un nuevo programa que reemplace al actual, a punto de concluir. Los contactos del equipo económico con las autoridades del organismo la semana pasada en Washington, en el marco de la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial, fueron en ese sentido.
Un dato adicional explica la oportunidad que eligió el equipo económico para empezar esa compra de dólares con los pesos que tiene depositados en el BCRA. La operación, además de asegurar el pago de deuda de enero, ayuda al Tesoro a “limpiar” de pesos la economía. Esos 2,67 billones de pesos que van a salir de la plaza ayudarán a Caputo a cumplir con el límite de la base monetaria amplia de $47,5 billones fijado en abril.
El BCRA viene comprando dólares con intensidad, al punto que el saldo de su intervención cambiaria en octubre ya se acerca a los USD 1.500 millones. De esa manera, vuelca pesos al mercado que, con esta operación anunciada hoy, comenzarán a retirarse.
Sobre el final de la jornada, un tuit del director del BCRA Federico Furiase explicitó los planes oficiales: “Esta operatoria no reemplaza el repo que el BCRA analiza como parte de su estrategia de administración de reservas. La compra anticipada de los USD al BCRA contrae la base monetaria amplia (topeada en $47.7B), luego de la expansión por la compra de USD del BCRA en el último mes.”
Más allá de la negociación del préstamo “repo” en curso y de lo que termine acordando con el FMI, a los efectos de seguir fortaleciendo su posición en dólares, el Gobierno tiene abiertas otras puertas. Los dólares del blanqueo, cuya primera etapa para regularizar dinero en efectivo termina el jueves 31, están comenzando a engrosar en forma paulatina las reservas del BCRA. El retiro de los dólares blanqueados fue menor de lo previsto y los bancos ya empezaron a “encajar” parte de esos fondos. Los depósitos en dólares bordean los USD 32.000 millones y siguen con su crecimiento diario.
Otra herramienta que en el mercado tienen presente para el manejo de los compromisos en dólares para 2025 es la posibilidad de hacer un canje de títulos. Un DNU dictado en septiembre le facilitó las condiciones a Caputo para hacerlo: se eliminó la regla de la Ley de Administración Financiera (LAF) según la cual para convalidar un canje de deuda el Gobierno debía conseguir dos de tres posibles mejoras en términos de plazo, intereses o quita de capital. El proyecto de Presupuesto 2025 también incluía un artículo en ese sentido.
Caputo ya no tendrá esas obligaciones por lo que el mercado no descarta que haya un canje antes de empezar a pagar los voluminosos vencimientos de 2025. Por el lado del sector público, el gobierno tendrá aceptación asegurada con los bonos que están en manos de organismos estatales, con la Anses y el propio BCRA a la cabeza.
En el sector privado, un canje voluntario puede ser atractivo. Más allá del excepcional rally de los últimos meses, los bonos surgidos de la reestructuración de 2020 llevada a cabo por Martín Guzmán tienen cupones muy bajos. Es el caso de los títulos que vencen en 2029 y 2030, que en enero comienzan a devolver el 8% de su capital, pero con una renta reducida. Un bono que alargue los plazos y postergue la devolución de capital, pero que pague un rendimiento más alto puede convencer a muchos y, por supuesto, reducir los compromisos para el Gobierno.