La emisión de Obligaciones Negociables (ON) en lo que va del año sumaron hasta octubre USD 6.700 millones, el nivel más alto desde 2016, cuando tuvo el último pico. Tres de cada cuatro dólares de deuda que tomaron las empresas en el mercado corresponden al sector de la energía, principalmente ubicados en el desarrollo del petróleo y gas de Vaca Muerta.
Así se desprende de un informe realizado por la consultora Econviews, del ex ministro de Finanzas, Miguel Kiguel. El trabajo señala que ese proceso fue posible gracias a la mejora en las condiciones financieras, la sostenida baja del Riesgo País, el cepo y el impulso del blanqueo, ya que los bonos corporativos eran una de las opciones para evitar la penalidad del 5% para quienes exteriorizaron más de 100.000 dólares.
Esto es reflejo, además, de la caída en la percepción de riesgo que tienen los inversores sobre la Argentina, que permitió a las firmas acceder a las tasas más competitivas en años. La colocación de obligaciones negociables es, por otra parte, uno de los impulsos que ayudaron al Banco Central de la República Argentina (BCRA) a aumentar el ingreso de reservas y sostener la paz cambiaria. En el caso de la energía, la balanza comercial positiva por más de USD 4.000 millones con la que finalizará el año es un condimento extra.
“La emisión de obligaciones negociables en dólares supera 2016 o 2017. Entre enero y octubre de 2024 las empresas argentinas colocaron bonos por USD 6,700 millones, números por encima de los de los primeros dos años del macrismo (aunque hubo 28% de inflación en dólares desde entonces)”, consignó el informe de Econviews.
La consultora detalló que casi la mitad de las colocaciones tuvieron lugar entre agosto y octubre. En los últimos tres meses, las empresas captaron USD 3.000 millones, el 45% del total del año, y más de la mitad de ese monto se colocó en octubre.
En promedio, las empresas se endeudaron a tasas del 7% en dólares. Es un contraste fuerte contra el rendimiento de los bonos soberanos más largos, que mantienen un 14% de rendimiento. El caso más resonante fue el de Pampa Energía, que colocó bonos en dólares al 5,75% de tasa. Antes, YPF había colocado una Obligación Negociable por USD 500 millones, a una tasa del 8,75% anual y vencimiento en 2031.
“Tres de cada cuatro dólares van al sector energético. Si clasificamos las ONs en dólares emitidas en 2024 según el sector de la empresa, el 75% o USD 5.000 millones corresponden a la energía. Dentro de esto, USD 4.000 millones son en petróleo y gas y el restante se divide entre centrales térmicas, transporte y distribución de gas y electricidad y una fracción en renovables. Supera el boom de inversión en Vaca Muerta de 2015-17, cuando se colocaron USD 2.500 millones por año en promedio”, detalló Econviews.
Por otro lado, el informe resalta que hasta octubre el resto de las emisiones correspondía a empresas industriales, la mayoría vinculadas a la cadena del petróleo y gas o el agro. “Con las licitaciones de Galicia e IRSA este mes, los sectores financiero e inmobiliario recuperaron protagonismo, sin volver a los niveles de 2016-17. En el caso de los desarrolladores y constructores, que colocaron USD 600 millones por año en aquel bienio y solo 120 millones en 2024, puede deberse a los altos costos en dólares respecto a valores del m2 aun deprimidos”, agregó.
Si bien en 2025 los vencimientos de deuda corporativa duplican los de este año, ya que suman USD 4.100 millones, las perspectivas de los analistas es que habrá rollover de estos compromisos.
Mientras tanto, se nota un impulso de este rubro para las reservas del BCRA porque las empresas tienen que liquidar en el mercado de cambios su ingreso de dólares por esta vía. La entidad compró en octubre casi USD 1.200 millones, el mejor resultado para ese mes en los años con cepo.
Las perspectivas hacia adelante son alentadoras desde el punto de vista del resultado comercial energético. Las proyecciones privadas arrojan que 2024 finalizaría con un superávit de USD 4.000 millones y en el Gobierno apuestan a que puede acercarse a los USD 10.000 millones en 2025 gracias al desarrollo de Vaca Muerta. Las inversiones a través del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) también traerán alivio al BCRA.