La desaceleración de la inflación, el dólar planchado y la suave recuperación de los salarios reales están generando un cambio en el humor de la sociedad de cara a los próximos doce meses. Según el último informe de la consultora Moiguer “Social Mood”, en el tercer trimestre se percibió una caída en las expectativas de crisis económica y comenzó a sugir una visión más optimista sobre la situación del país. De todos modos, esta mejora en la visión hacia adelante y también en la capacidad de compra se observa con más claridad en los segmentos socioeconómicos altos o medio altos. Las restricciones continúan para muchos consumidores, que siguen necesitando ajustar sus hábitos de consumo para hacer rendir sus presupuestos.
En cuanto a la expectativa de crisis económica, la flamante encuesta de Moiguer sostiene que mientras que en el primer trimestre del año el 56% de las personas consultadas creía que había una probabilidad alta o muy alta de que hubiera una crisis, ese porcentaje se redujo al 44% en el segundo trimestre y en el tercero bajó aún más, a 42%. En cuanto el Índice de Mood Social (humor social), calculado a partir de respuestas respecto de la situación del país, situación personal y capacidad de consumo, mientras que las respuestas que hablaban de optimismo y satisfacción alcanzaban el 18% en el primer trimestre, en la última encuesta fue de 26%; mientras que los que contestaban con pesimismo bajaron del 63% al 55 por ciento, según el informe.
Respecto de la capacidad de compra actual versus la de un año atrás, el 24% de los encuestados dijo que mejoró su capacidad de compra frente al año pasado, cuando ese porcentaje era de 20% en el segundo trimestre y de 16% en el primero. Al desagregar por estratos socioeconómicos, se observa que en los consumidores de clase alta la mejora fue de 11 puntos porcentuales; en los de clase media, de 8 puntos; y en los de clase baja, de 7 puntos versus el primer trimestre del año.
También se reflejaron números positivos cuando se les preguntó a las personas que participaron de la encuesta acerca de los consumos suntuarios, el ahorro y las deudas. Con respecto al primer tema, el 59% respondió que realizó consumos suntuarios (salidas, vestimenta, electro) en los últimos 30 días (en el primer trimestre ese porcentaje era del 50%). Por otra parte, bajó de 51% a 48% la cantidad de personas que debió usar ahorros para pagar gastos del presupuesto cotidiano; y finalmente, el 50% de los entrevistados tenía deudas al tercer trimestre, frente al 56% que las tenía al finalizar el primer trimestre, informó Moiguer.
Cómo llegar a fin de mes
El 34% de los encuestados dijo que no tuvo que reducir gastos en el último mes, frente al 18% y 26% del primer y segundo trimestre, respectivamente. En los niveles altos, el 51% dio esa respuesta, en tanto que en los sectores medios, el 36%, y en los bajos, el 22%. Ello claramente demuestra que la recuperación de la capacidad de consumo se está observando con mucha mayor fuerza en los segmentos más elevados y, en muchos casos, de la mano de la financiación.
Por otra parte, esta mejora aún es incipidiente y todavía hay muchos consumidores que no están recuperando poder de compra y todavía deben hacer magia con sus presupuestos para llegar a fin de mes. El informe informe de Moiguer que habla sobre las mejores expectativas también cuenta que aún el 48% de los encuestados considera que la capacidad de consumo de su hogar es peor o mucho peor que la de hace un año atrás; el 62% considera que los ingresos de su hogar se encuentran aún por debajo de la inflación; el 48% debió utilizar ahorros para pagar gastos del presupuesto cotidiano; el 52% posee deudas y el 41% no realizó consumo suntuarios en el último mes.
Las promos y los descuentos siguen siendo el principal driver para un consumidor “estresado”, afirma la consultora. Ante la pregunta acerca de cuáles alternativas utilizaron en la última semana a la hora de hacer las compras, el 47% contestó ´comprar marcas más económicas´, mientras que el 44% se refirió al uso de las promos en los supermercados; el 42%, las promos de los bancos y billeteras y el 36%, comprar en distintos lugares según cada producto, entre otras.
El informe también da cuenta de los productos que muchos consumidores dejaron de consumir para optimizar sus presupuestos. Y como las preguntas van orientadas a una comparación con el 2023 -año de fuerte consumo- se sostienen cifras similares en cuanto a estas restricciones. Concretamente en el tercer trimestre de este año, el 83% de los hogares redujo la compra de un producto habitual de sus compras cotidianas. En el puesto número uno se ubicó el asado, le siguieron los snacks y papas fritas, los postres y helados, los yogures, chocolates, aceite de oliva, golosinas y gaseosas.
En contraposición, los que fueron incorporados fueron los productos de limpieza sueltos, el pollo, los aceites económicos, nuevas frutas y verduras de estación, arroz blanco, las pastas secas, agua de la canilla y polenta.