La caída del riesgo país, que el viernes quedó por debajo de los 1.000 puntos por primera vez desde 2019, hará al Gobierno acelerar hacia el cierre de una negociación que ya tiene varios meses acumulados pero que en los despachos oficiales aseguran que está en los “detalles finales”. Se trata del préstamo directo de bancos para poder cubrir el pago de la deuda en los primeros días de 2025.
El clima financiero favorable para los activos argentinos, principalmente por la escalada en el precio de los bonos soberanos, mejora por definición las condiciones de un crédito de estas características. Un Repo (por repurchase agreement, acuerdo de recompra en inglés) requiere la entrega de una garantía como colateral, que puede ser ya sea bonos del Tesoro como tenencias de oro. Considerando que la opción con mayor fuerza es que sea el BCRA el que cierre el préstamo con un grupo de entidades privadas internacionales, la opción de utilizar el oro como garantía forma parte de las posibilidades. Incluso los Bopreales.
En todo caso, según pudo saber Infobae en base a fuentes oficiales, la cercanía del pago de unos USD 2.700 millones de capital de los títulos del Tesoro que vencen en enero -entre Globales ley extranjera y Bonares ley local- y esa baja en el riesgo argentino que mide el mercado hace acelerar los tiempos hacia un acuerdo final con los bancos. En el Poder Ejecutivo aún niegan que el desenlace sea inminente pero aseguran que las conversaciones ya versan de los “detalles finales”.
La cercanía del pago de unos USD 2.700 millones de capital y la baja en el riesgo argentino que mide el mercado hace acelerar los tiempos hacia un acuerdo final con los bancos
La parte de capital de esos vencimientos es la que falta cubrir por parte del Tesoro. Las divisas para el pago de intereses ya fueron compradas con anterioridad -desde julio- y enviadas en su mayor parte de una cuenta en el Bank of New York para garantizarles a los tenedores ese giro en los primeros días de enero. Otra parte no fue enviada a los Estados Unidos porque corresponde a bonistas locales.
Infobae ya había informado en julio pasado que el acuerdo al que apuntaba el Gobierno con un consorcios de bancos giraba en torno a esa cifra y que esperaba ser anunciado no como refuerzo de reservas sino como vehículo de acceso a divisas directas para afrontar el pago de la deuda. A lo largo de todo el proceso se mencionó a unos cinco bancos involucrados en conversaciones con el equipo económico, y la semana pasada la agencia Bloomberg detalló que se trataría de JP Morgan y Santander, mientras que precisó que tendría un plazo de tres años.
Algunas voces en el mercado alertaban que el riesgo legal de que las tenencias de oro de la autoridad monetaria intenten ser embargadas por fondos que litiguen contra la Argentina en cortes del extranjero todavía no fue del todo despejado. La única posibilidad que marcó una fuente de consulta en el mercado y organismos internacionales en diálogo con este medio es que se trate de un deal con el Banco de Basilea -que suele llamarse “el banco central de los bancos centrales” y que tiene, por ser una entidad supranacional, inmunidad ante embestidas judiciales de esa naturaleza.
Un informe de la consultora FMyA aseguró que los rumores sobre un Repo inminente colaboraron en mantener la euforia financiera sobre el cierre de la semana. “Los bonos soberanos operaron mixtos, con el driver externo como la suba de la tasa de Estados Unidos arriba del 4,2%, máximo en 3 meses, y en el mercado local menor euforia”, planteó.
En el Poder Ejecutivo aún niegan que el desenlace sea inminente pero aseguran que las conversaciones ya versan de los “detalles finales”. Según Bloomberg, sería por tres años y con dos bancos internacionales
Una interpretación que sobrevuela en el mercado es que la caída del riesgo país incrementa ”cada vez más las chances de que el gobierno intente volver al mercado”, según mencionó LCG, para lo cual utilizaría “la modificación del artículo 65° de la ley de administración financiera, ofreciendo un canje de los títulos cortos que le permita despejar el horizonte de vencimientos y moderar eventuales tensiones que surgen de un stock de reservas exiguo”, arriesgó.
“Además de un eventual canje, el gobierno se muestra activo intentando conseguir líneas de financiamiento (Repo, BIS u organismos multilaterales). Si bien por el momento son iniciativas no concretadas, el mercado toma nota de que está abierta la posibilidad de correr la escasez de dólares para más adelante”, concluyeron.
Ese viento a favor también hace descartar escenario disruptivos, que hasta hace no tanto tiempo atrás todavía formaban parte de las opciones posibles para los analistas del mercado. Abeceb aseguró a clientes que “la expectativa de que 2025 podría empezar con una corrección cambiaria fuera de programa parece estar desvaneciéndose”, algo que justificó en “la fuerza que viene mostrando el carry trade y por la incipiente reactivación que se observa en el mercado de obligaciones negociables en dólares”.