Ante el recorte de fondos desde la Nación, aseguran que Kicillof debió ajustar sus cuentas en la misma medida que Milei

Un informe de un legislador bonaerense asegura que si las finanzas de la provincia resistieron a la motosierra del gobierno nacional fue porque el gobernador achicó salarios y jubilaciones, que representan más del 60% del gasto

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Por necesidad o por disciplina, el ajuste fiscal en la provincia de Buenos Aires impulsado por el gobernador Axel Kicillof en los primeros 8 meses del año ha sido tan intenso como el que Javier Milei decidió para las cuentas de la Nación. Y como no podía ser de otra manera, los recortes pegaron fuerte en el rubro que se lleva la mayor parte del gasto: los sueldos de los empleados públicos y las jubilaciones, que representan más del 60% del gasto público bonaerense.

Por el lado de los ingresos, ni los fondos que llegaron a través de la coparticipación federal ni los impuestos provinciales recaudados pudieron superar a la inflación. Entre enero y agosto, la caída interanual en términos reales de las transferencias desde la Nación fue del -15,1% mientras que la recaudación provincial bajó un -6,1%.

Los datos -y la comparación con el Gobierno nacional- surgen del “Informe Fiscal de la Provincia de Buenos Aires” publicado por el senador provincial de la oposición Marcelo Daletto cuyo análisis no hace tanto foco en críticas a la decisión del gobernador sino en cómo administraba antes de la motosierra a nivel nacional.

“La provincia de Buenos Aires está mejor que el año pasado porque Kicillof hizo un ajuste más grande que Milei” (Marcelo Daletto)

“El ajuste se vio en salarios y jubilaciones, porque ambos son algo más del 60% del gasto público. Kicillof aumentó ambos por debajo de la inflación. Si Kicillof hubiera gobernado este año como lo hizo en su primer periodo, hoy estaríamos con patacones y los trabajadores deambularían por los supermercados con esos papeles, hubieran perdido casi un 30% contra la inflación”, dijo Daletto en declaraciones a Canal E.

Un interrogante que se esparció en el mercado y entre los analistas desde el comienzo de la gestión Milei y su decisión de alcanzar el superávit fiscal sin contemplaciones (los vetos a gastar más en jubilaciones o sueldos docentes lo prueban) es qué actitud tomarían los gobernadores ante el recorte de las transferencias discrecionales que llegaban desde la Nación. La decisión de Kicillof pesa no sólo por tratarse del distrito más grande del país sino también por ser la provincia que más aporta y menos se lleva de la masa de recursos coparticipables. Kicillof, explica Daletto, decidió achicar el gasto.

“La provincia de Buenos Aires está mejor que el año pasado porque Kicillof hizo un ajuste más grande que Milei”, afirmó el legislador, cuyo informe sostiene que que frente a una suba de la inflación en el período analizado del 268%, la recaudación subió sólo un 228% y el gasto un 204%, por lo que asegura que “Kicillof aumentó el gasto por debajo de la inflación”.

El legislador ironizó sobre el ajuste nacional y el provincial: “Creo que esta transformación de keynesiano a austríaco de Kicillof, a la fuerza, le ha venido muy bien a la provincia, gracias a eso no está quebrada. Kicillof y Milei tienen en común muchas cosas, excepto la comunicación: uno tiene el discurso de la motosierra mientras que Kicillof hace todo esto en silencio. Y los gremios colaboraron mucho”.

El informe del legislador opositor explicó que la poda en los envíos de Nación a la Provincia, como era de esperar, se trasladó hacia los envíos de la provincia a los municipios, la Coparticipación Municipal. En los primeros 8 meses del año, el gobierno provincial transfirió $2,02 billones a las 135 intendencias de su territorio. “De ese total, el 78% fue en concepto de coparticipación de Impuestos y el resto de transferencias corresponde a fondos con asignaciones específicas, dentro de las cuales se destaca el Fondo de Financiamiento Educativo con el 6,7% y el Fondo de Fortalecimiento de Recursos Municipales con el 4%.

De esa forma, en relación a 2023 las transferencias a los municipios “variaron un 250,3%, presentando una caída real de -4,8%” e incluyendo en el recorte varios rubros de impacto social. “La provincia, ajustando y achicando el gasto, ha podido defender la transferencia a los municipios para que no baje tanto. Si bien esto es por ley, los municipios no lo han sufrido, lo que no quita que no estemos en crisis”, señaló Daletto. Y resalta un punto a favor de Kicillof: este año la provincia cumplió con compromisos de deuda por USD 700 millones y, hasta el momento, no hizo nuevas emisiones, lo que indica que la deuda bruta bajó

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