Stellantis Brasil confirmó el inicio de la producción de dos modelos de la marca Fiat que serán los pioneros en el uso de la tecnología Híbrido-Flex para el grupo, es decir un híbrido que adiciona electricidad a un motor que funciona con combustible combinado entre gasolina y etanol. Se trata de las versiones Mild-Hybrid de los conocidos modelos Fiat Pulse y Fastback, que comenzarán a venderse en noviembre.
Es otra demostración del poderío industrial del principal socio comercial de Argentina, que además de tener mayor escala por su mercado cuatro veces más grande, tiene un programa de incentivo a grandes inversiones en electromovilidad similar al RIGI, que se llama MoVer (Movilidad Verde), que rige desde enero, y que ya ha captado inversiones por más de 20.000 millones de dólares para los próximos años en Brasil.
Si bien es un paso muy grande para la electrificación en la región del grupo automotriz con más marcas del mundo (15 a nivel global, 9 en la región y 6 en Argentina y Brasil), para nuestro mercado es trascendente porque este desarrollo se puede adaptar al combustible derivado del petróleo que se utiliza en los autos argentinos. Concretamente, estos motores posibilitarán a Fiat, Peugeot, Citroën y Jeep, contar con modelos híbridos producidos en la región en un futuro cercano. A nivel regional, esta hibridación se podría aplicar también a los modelos RAM.
El proyecto BIO-Hybrid nació en agosto de 2023, como la tecnología de propulsión híbrida que combina energía térmica flexible y electrificación. El desarrollo y construcción de estos motores se hace íntegramente en el Polo tecnológico de Betim, Belo Horizonte. La planta, recientemente ampliada, tiene ahora una capacidad de producción de 1,1 millones de motores por año.
Stellantis ha desarrollado tres plataformas híbridas que en Brasil se aplican al uso combinado con motores de combustible derivado del petróleo y etanol (Flex), y que para el mercado argentino requiere una adaptación para su aplicación, del mismo modo que ocurre inversamente con los vehículos producidos en las plantas argentinas que se exportan a Brasil y deben adaptarse para el uso de etanol en la cámara de combustión.
La primera plataforma es la denominada Bio-Hybrid, que presenta un nuevo dispositivo eléctrico multifuncional que reemplaza al alternador y al motor de arranque. Se trata de equipos capaces de proporcionar energía mecánica y eléctrica, que generan torque adicional para el motor térmico del vehículo y también energía eléctrica para cargar la batería adicional de iones de litio de 12 Voltios, que opera en paralelo al sistema eléctrico convencional del vehículo. El sistema genera potencia de hasta 3 KW, lo que garantiza un mejor rendimiento del vehículo y un menor consumo de combustible. Esta es la que en Argentina podría equipararse con un Mild-Hybrid (MHEV).
La plataforma Bio-Hybrid e-DCT, por otro lado, funciona con dos motores eléctricos. El primero de ellos es el que sustituye al alternador y al motor de arranque. Además, a la transmisión se acopla otro motor eléctrico de mayor tamaño. Una batería de iones de litio de 48 voltios respalda el sistema y también recibe energía de los dispositivos. Se realiza una gestión electrónica que controla el funcionamiento entre modo térmico, eléctrico o híbrido, optimizando la eficiencia y el ahorro. Esta segunda podría ser una Mild-Hybrid pero también una híbrida convencional o Hybrid electric vehicle (BEV).
Bio-Hybrid Plug-in cuenta con una batería de iones de litio de 380 Voltios, recargada mediante un sistema de regeneración durante las desaceleraciones, alimentada por el motor térmico del vehículo o mediante una fuente de energía eléctrica externa. La arquitectura también presenta un motor eléctrico que entrega potencia directamente a las ruedas del automóvil. Aquí también, el sistema gestiona el funcionamiento entre modo térmico, eléctrico o híbrido, optimizando la eficiencia y el ahorro. Claramente, esta plataforma es la equivalente a un híbrido enchufable o Plug-in Hybrid (PHEV).
Más allá de decisiones políticas internas de Stellantis, de estrategias industriales relacionadas con la localización de proyectos en los tres polos brasileños o los dos argentinos que tiene el grupo, y de la mayor escala de producción que requiere el mercado brasileño por su magnitud, estos proyectos híbridos o electrificados son los que Brasil ha sabido captar mientras la Argentina perdía por falta de una política de incentivo a las inversiones industriales, tal como la que ahora existe con el RIGI.
Stellantis ha anunciado, de todos modos, una familia de nuevos vehículos (pick-up mediana) y un nuevo motor inédito para la región, que se producirá en el polo Ferreyra, en Córdoba. Si bien ese motor no será un híbrido que permitiera aplicar al RIGI, sino un turbodiésel de alta eficiencia, eventualmente, en el futuro, se podría adaptar una versión microhíbrida con los desarrollos que se acaban de anunciar en la planta de Betim.