La deuda en pesos, que en estos momentos es el instrumento predilecto de los inversores locales que apuestan por estrategias de carry trade, está dando una señal que ilusiona al Gobierno y entusiasma al mercado.
En las últimas semanas “se invirtió la curva de pesos”, es decir, los rendimientos de la deuda en moneda local son más altos cuanto menor es el plazo de vencimiento de un instrumento. La señal es vista como, principalmente, el anticipo de tasas de interés más bajas que, a su vez, deberían estar acompañada por menores tasas de inflación en los meses por venir. Pero, como en cada fenómeno económico, algunas voces alertan que más bien es un reflejo de que el Gobierno tendrá la capacidad de mantener la intervención cambiaria por más tiempo.
Desde el Ministerio de Economía, esta situación es celebrada como un indicador de estabilidad y confianza en la gestión oficial que se da a la par de la baja del riesgo país por debajo del umbral de 1.000 puntos básicos por primera vez desde agosto 2019. Felipe Núñez, asesor financiero del equipo de Luis Caputo, expresó en un post en “X”: “Totalmente invertida en tasa efectiva mensual y tasa efectiva anual la curva de tasa fija, pero con la desaceleración de la inflación y la caída del riesgo país (tasa real), tenemos que ver una inversión aún más pronunciada”.
Y en el mercado, sin duda entusiasma con más ganancias para instrumentos que supieron rendir más de 30% en dólares en tres meses.
Qué es una curva invertida y qué significa
Las curvas de rendimientos, representaciones gráficas de las tasas de retorno de los títulos de deuda, según su plazo de vencimiento, normalmente tienen una pendiente positiva. Es decir, los bonos y Letras de deuda de más largo plazo suelen pagar tasas más altas que las de corto plazo, compensando así la incertidumbre futura.
La curva invertida, donde los títulos de corto plazo ofrecen tasas más altas que los de largo plazo, suele indicar expectativas específicas sobre tasas de interés y de inflación futuras
Sin embargo, la inversión de esta curva en los instrumentos en pesos del Tesoro, particularmente en las Letras Capitalizables (Lecap) y Bonos Capitalizables (Boncap), llamó la atención de analistas y funcionarios. La curva invertida, donde los títulos de corto plazo ofrecen tasas más altas que los de largo plazo, suele indicar expectativas específicas sobre tasas de interés y de inflación futuras.
Para varios analistas, esta inversión de la curva de Lecap refleja en parte las expectativas de baja de inflación en los próximos meses, sumadas a una reducción en las tasas de interés dada la menor necesidad de un premio ante una dinámica de precios más calma. En diálogo con Infobae, Martín Przybylski, de Consultatio Asset Management, explicó que, de hecho, “se espera que la inflación baje fuerte” en el corto plazo. A esto se suman datos de alta frecuencia y proyecciones de algunas consultoras, que “indican una inflación cercana al 3% o incluso más baja para octubre”.
En esa línea, Pablo Repetto de Aurum Valores contó a este medio que, ante la expectativa de menor inflación en el futuro cercano, el mercado ajusta las tasas de los instrumentos de corto plazo para compensar el costo inflacionario actual.
“La curva invertida implica que la tasa de Lecap es más alta en el corto plazo que en el mediano y largo plazo en general”, explicó Repetto.
Tenés que remunerar los pesos a una tasa más alta en el corto plazo para que sea interesante quedarse en pesos (Repetto)
“Esto se debe a que, dado que la inflación actual, o la más corta, es más alta que la de más largo plazo, tenés que remunerar los pesos a una tasa más alta en el corto plazo para que resulte interesante quedarse en pesos”. Este ajuste, según Repetto, “permite ofrecer tasas más bajas a futuro en función de que la inflación también sea más baja”.
Según el informe de Quantum Finanzas, la compresión de la tasa nominal en la deuda del Tesoro en pesos “refleja expectativas de desaceleración de la inflación en tanto la variación del tipo de cambio oficial se mantiene en el 2% mensual en los próximos meses”.
El análisis de marras destaca que el mercado prevé, además, que los tipos de cambio libres se mantendrán relativamente estables en términos nominales, lo que apuntala la expectativa de menor inflación y mayor previsibilidad en el retorno de los instrumentos en pesos.
Seguro de cambio
Sin embargo, no todos los análisis son tan optimistas sobre el fenómeno de la curva invertida. Para algunos especialistas, la interpretación de esta curva va más allá de una simple expectativa de baja en la inflación.
Gabriel Caamaño, de Outlier, dijo a este medio que el “seguro de cambio implícito” que ofrece la intervención oficial en el mercado de dólar financiero podría estar influyendo en la inversión de la curva de Lecap.
Según Caamaño, el hecho de que el Gobierno mantenga una brecha cambiaria controlada, “sin permitir que supere el 30% ni que haya movimientos bruscos de los tipos de cambio financieros” a través de ventas de reservas en el dólar MEP y el contado con liquidación, reduce el riesgo de quedarse en pesos. De ahí el entusiasmo.
El ‘seguro de cambio implícito’ que ofrece la intervención oficial en el mercado de dólar financiero podría estar influyendo en la inversión de la curva de Lecap (Caamaño)
Así, el analista explica que “el mercado entiende que están dadas las condiciones para bajar la tasa”, y, en consecuencia, se invierte la curva de Lecap.
“El Gobierno te va a decir que la curva se invierte por la perspectiva de baja inflación, pero en realidad es un tema de riesgo de estar en pesos y el diferencial de tasa que necesitás para eso”, enfatizó Caamaño.
En la consultora que dirige, sin embargo, esperan que las tasas bajen, pero no que esas bajas sean significativas.
Para la consultora 1816, mientras tanto, el entusiasmo de los inversores no debería ser lineal. “La curva de tasa fija en pesos se invirtió, reflejo de un mercado cada vez más optimista con la desinflación. Pero ojo: esto no quiere decir que los inversores hayan incorporado a los precios el escenario más optimista posible”, destacó en su informe semanal.
La consultora agrega que la proximidad de la licitación del próximo 29 de octubre, en la que se renovarán $1,6 billones de Lecap puede traer novedades rápidas en cuanto a tasas. ”La dinámica reciente del mercado secundario y las singularidades de esta licitación” indicarían que las tasas de Lecap y Boncap podrían descender aún más respecto a los niveles de corte de principios de octubre, que se situaron entre 3,87% y 3,90% mensual para vencimientos entre enero y diciembre del próximo año.