La Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) consiguió que la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos extienda hasta fin de año el plazo para completar los ajustes pendientes en materia de seguridad aeronáutica, según confirmó la Secretaría de Transporte. Esta prórroga permite a la ANAC mantener la Categoría 1, la calificación de seguridad más alta otorgada por la FAA, la cual habilita a las aerolíneas argentinas a operar vuelos directos hacia Estados Unidos y acceder a acuerdos de código compartido con aerolíneas de ese país. El país corría el riesgo de ser degradado y así ver reducida su conectividad aérea.
La Secretaría de Transporte indicó que la FAA realizó recientemente una visita al país para evaluar el estado de avance de las mejoras comprometidas en el sistema aeronáutico argentino. “La FAA evaluó y reconoció positivamente los avances técnicos realizados por la ANAC desde el inicio de su intervención en julio de este año, lo que permitió a nuestro país continuar en Categoría 1″, afirmó el organismo. Argentina retiene así su calificación en seguridad aérea internacional y dispone de un nuevo plazo hasta fin de año para presentar las correcciones de las deficiencias observadas.
En abril de este año, durante una auditoría realizada por la FAA, Argentina había quedado en riesgo de descender a la Categoría 2, lo que hubiera tenido efectos negativos sobre la conectividad aérea con Estados Unidos. El resultado de esta inspección fue un listado de 82 observaciones, que abarcaron áreas críticas como aeronavegabilidad, operaciones y licencias. En este contexto, se designó a María Julia Cordero como interventora de la ANAC para dirigir el proceso de subsanación y restablecer el cumplimiento de los estándares internacionales. Desde entonces, la ANAC implementó un plan de acciones correctivas para dar solución a los puntos observados por la FAA, con el respaldo de expertos de la Oficina Regional Sudamericana de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
Durante la reciente visita, la FAA reconoció que Argentina ya resolvió el 92% de las observaciones realizadas en abril. Específicamente, de las 82 observaciones señaladas, 75 han sido corregidas, y solo 7 se encuentran en proceso de resolución. El plan de acciones incluyó la actualización de manuales de procedimientos, la coordinación de capacitaciones para los inspectores en aeronavegabilidad y operaciones, así como la modificación de normas en el Código Aeronáutico. Según el comunicado de la Secretaría de Transporte, este plan de trabajo “permitirá a la ANAC continuar trabajando en las acciones iniciadas para el fortalecimiento del sistema aeronáutico argentino con el objetivo de mantener la Categoría 1, máxima calificación de seguridad operacional otorgada por la administración de aviación norteamericana”.
El Gobierno también precisó que, en conjunto con los especialistas de la OACI, se llevaron a cabo diversas reformas regulatorias orientadas a subsanar observaciones en áreas de operaciones y aeronavegabilidad. Estas áreas habían sido especialmente problemáticas durante la auditoría realizada en 2022 por la OACI, en la que Argentina obtuvo una calificación de 60,47% en cumplimiento efectivo de las normas internacionales, ubicándose por debajo del promedio regional.
La intervención de la ANAC, que comenzó en julio, derivó en un avance en tiempo récord según las declaraciones oficiales, y logró que la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía asumiera el liderazgo en la implementación de medidas de mejora. A través de un plan de acción enfocado en cumplir los estándares internacionales de seguridad operacional, la ANAC adoptó cambios en normativas de seguridad, procedimientos internos y capacitaciones técnicas. También impulsó reformas en el Código Aeronáutico junto con el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, actualizando la normativa nacional para alinearla con los estándares de la OACI y la FAA.
De acuerdo con el comunicado oficial, esta prórroga representa un respaldo significativo para el país. En el año 2005, Argentina alcanzó la Categoría 1 y la mantuvo desde entonces. Sin embargo, una pérdida de categoría implicaría consecuencias notables para la aviación comercial y el vínculo aéreo con Estados Unidos. La Categoría 1 es un requisito para que los operadores aéreos de un país puedan brindar servicios directos a Estados Unidos o participar en acuerdos de código compartido con aerolíneas estadounidenses, como los vigentes entre aerolíneas argentinas y norteamericanas. Un descenso a Categoría 2 limitaría estas posibilidades, afectando tanto a las frecuencias y destinos de las rutas como a la capacidad de las aerolíneas argentinas para sustituir sus aeronaves.
Además de los cambios en el Código Aeronáutico, el plan de la ANAC incluyó la creación de un equipo técnico especializado y coordinado con expertos de la OACI para abordar de manera eficiente los puntos señalados en la auditoría. Las correcciones se centraron principalmente en “aeronavegabilidad, operaciones y licencias”, según indicaron las autoridades. El plan de trabajo comprende un cronograma de acciones con plazos determinados para cada punto señalado, incluyendo el desarrollo de nuevos manuales de procedimiento, regulaciones de seguridad actualizadas y el diseño de nuevos programas de capacitación para el personal técnico y operativo.
La Secretaría de Transporte también destacó que los resultados de la evaluación de la FAA obedecen estrictamente a factores técnicos y no responden a factores políticos o diplomáticos. El comunicado subraya que los logros alcanzados hasta el momento son resultado de un “arduo trabajo contrarreloj en el que se le otorgó al tema máxima prioridad”, y no a gestiones externas. Esto se tradujo en la asignación de un equipo técnico exclusivamente enfocado en resolver las observaciones señaladas, a través de un plan de acción correctivo con la asesoría de especialistas internacionales.
Este proceso correctivo, que incluye manuales de procedimientos actualizados y capacitaciones, es una medida fundamental para sostener el nivel de seguridad en el sector aeronáutico argentino, cuya calificación en años anteriores estuvo en riesgo de deteriorarse. Con las nuevas modificaciones normativas, la autoridad aeronáutica posee también una mayor capacidad de control sobre los operadores, que ahora se encuentran obligados a facilitar a la ANAC el cumplimiento de sus funciones. Esta medida busca asegurar la implementación de los Anexos Técnicos de los Convenios Internacionales y ajustar los procesos en el menor tiempo posible.
El avance obtenido por la ANAC desde su intervención refleja una rápida respuesta a las exigencias de la FAA y de la OACI en los últimos meses. Durante el año que resta de prórroga, el país deberá finalizar las medidas correctivas necesarias para mantener la Categoría 1 y sostener la conectividad directa con Estados Unidos, así como los acuerdos comerciales con aerolíneas de ese país.