Desde Washington, Estados Unidos - “Estamos todos muy contentos, estamos muy felices”, señaló la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, cuando salió de la reunión con el ministro de Economía, Luis Caputo. Y añadió con su habitual sonrisa: “Estamos alineados con las prioridades del país”.
-¿Hay posibilidad de avanzar hacia un nuevo programa con la Argentina?-, se le preguntó.
La directora gerente del FMI esquivó con soltura la respuesta. “Tenemos un objetivo, que es pensar juntos, como un solo equipo, qué es lo mejor para la Argentina”.
Georgieva también hizo referencia al premio que le entregó la revista LatinFinance como mejor ministro del mundo. “Felicité al ministro por el premio que obtuvo. Es un premio merecido, si miramos objetivamente los indicadores económicos de Argentina, se ve la mejora”.
El encuentro sucedió en un salón de la planta baja del Edificio 1 del Fondo. Allí concurrieron Georgieva con Gita Gopinath -vicedirectora gerente del FMI- y Luis Cubeddu, a cargo del Caso Argentino. Al otro lado de la mesa se alinearon Caputo, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili.
La reunión duró 40 minutos, y no hubo definiciones de fondo.
“La reunión fue muy buena, el FMI nos van a seguir apoyando y están conformes con los resultados”, destacó a Infobae un integrante del equipo económico que participó de la cita con Georgieva y su staff.
La directora gerente elogió la gestión económica del gobierno, y Caputo rescató el apoyo del FMI a su plan de ajuste. Pero no ocurrieron definiciones hacia adelante.
Esto significa que quedó sin resolver cómo se harán los desembolsos de la novena y décima revisión del actual programa, y que pasará hacia adelante respecto a la posibilidad de negociar un nuevo acuerdo a partir de 2025.
Para dilucidar estos interrogantes técnicos y políticos, Caputo y su equipo económico también se encontraron con Gopinath y el staff técnico para avanzar en estos dos asuntos que aún no tienen respuesta: si antes que concluya noviembre, el board aprueba las dos revisiones pendientes y desembolsa al país cerca de 1.000 millones de dólares.
Y sí, finalmente, Argentina solicita formalmente iniciar una negociación para acordar un nuevo programa con el FMI. Caputo no está apurado para resolver los dos interrogantes, y todo terminaría de resolverse antes de Navidad.
“La reunión salió muy bien”, señaló Caputo cuando se le preguntó sobre su encuentro con Gopinath y el staff del FMI.
“Fue un muy buen encuentro”, ratificó Gopinath ante la pregunta puntual de Infobae.
La diplomacia de ambas partes encierra una certeza: es inédito que Argentina cumpla las metas del programa -con una pequeña salvedad en las reservas prometidas para el último trimestre-, y que el Ministerio de Economía asegure al FMI que no está urgido por pedir un nuevo crédito.
Es lo que sucedió en estas reuniones anuales del Fondo.
Pero al margen de la situación inédita, Caputo ya definió su estrategia para negociar un probable acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que iniciaría en 2025. Esa estrategia del ministro de Economía se apoya en dos herramientas financieras que articula en silencio: la firma de un REPO con bancos extranjeros y la prórroga del swap chino, que implicarían partidas extras por casi 8.000 millones de dólares en los próximos cinco años.
El REPO se anunciaría en las próximas semanas, y sería -en principio- por 2.700 millones de dólares, mientras que el swap de China continuaría en 5.000 millones de dólares. Xi Jinping recibirá a MIlei en Beijing, y en ese cónclave bilateral quedaría confirmada esta herramienta financiera que fortalece las reservas del Banco Central.
En este contexto, es muy probable que la negociación formal entre Argentina y el FMI recién iniciaría en 2025, porque la Argentina ya tendría las partidas necesarias para cancelar sin problemas su deuda pública.