La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) proyectó que Argentina cerrará el año 2024 con un superávit comercial de bienes de 24.845 millones de dólares. Este resultado se atribuye principalmente a la recuperación de las exportaciones agropecuarias, que mostraron un fuerte impulso tras la sequía que afectó al país en 2023. Según el informe “Perspectivas del Comercio Internacional de América Latina y el Caribe”, el alza en las exportaciones argentinas de bienes será del 21%, alcanzando un total de 80.800 millones de dólares frente a los 66.836 millones del año anterior. Al mismo tiempo, las importaciones registrarían una caída del 20%, situándose en 55.981 millones de dólares, por debajo de los 69.773 millones de 2023.
De esta manera, el balance comercial argentino mostraría un cambio radical en comparación con el déficit de 2.937 millones de dólares registrado el año pasado, lo que indica una mejora sustancial en la relación entre exportaciones e importaciones. El informe destacó que el superávit proyectado para Argentina es parte de una tendencia que se observa en América del Sur, donde los mayores superávits comerciales de bienes también se registrarán en Brasil, Chile y Perú.
En cuanto al aumento de las exportaciones, el reporte señala que tanto Argentina como Uruguay mostraron el mejor desempeño exportador en la región. Esto se debe, en gran medida, al aumento en el volumen de las exportaciones agropecuarias. Las lluvias que siguieron a la sequía de 2023 permitieron que el país aumentara considerablemente la producción de soja, maíz y trigo, con incrementos en los volúmenes exportados que oscilaron entre el 70% y el 100%, según datos del INDEC. A pesar de que los precios de estos productos experimentaron caídas pronunciadas, el volumen exportado fue suficiente para compensar dicha baja.
Argentina ocuparía el tercer lugar entre los países exportadores de la región, detrás de Guyana y Venezuela, cuyas exportaciones crecerían en un 77% y 38% respectivamente, gracias a un mayor volumen de petróleo. En cuanto a las importaciones, la CEPAL proyecta que Argentina estará entre los países con las mayores reducciones. Se espera una disminución del valor de las importaciones en un rango que va desde el 8% hasta el 20% en países como Bolivia, Ecuador y Panamá.
Por otro lado, la balanza comercial de servicios tendrá un comportamiento distinto. Si bien Argentina es el cuarto mayor exportador regional de servicios en general y el tercero en cuanto a servicios modernos, el balance en este sector sería deficitario. Las exportaciones de servicios alcanzarían los 17.076 millones de dólares, lo que representa un aumento del 6% en comparación con los 16.111 millones de 2023. No obstante, las importaciones de servicios sumarían 19.782 millones de dólares, una caída del 12% respecto al año pasado, cuando alcanzaron los 22.526 millones de dólares. Esto daría lugar a un déficit de 2.706 millones de dólares en la balanza de servicios.
A nivel regional, la CEPAL pronostica que el comercio exterior de bienes crecerá un 4% en 2024, impulsado por una expansión del volumen exportado del 5% y una ligera caída en los precios del 1%. En tanto, las importaciones también aumentarían un 4% en volumen, mientras que los precios caerían un 2%, resultando en un incremento del 2% en el valor de las importaciones. La CEPAL también anticipa un incremento del 12% en el valor de las exportaciones regionales de servicios, siendo este el cuarto año consecutivo de crecimiento a tasas de dos dígitos, con el turismo y los servicios digitales como principales impulsores.
A pesar de estas mejoras, el informe advierte sobre los desafíos persistentes que enfrentan las economías de la región. Aún se necesita diversificar las exportaciones y hacerlas más intensivas en conocimiento. El documento subraya que este reto es más complejo en un entorno global marcado por tensiones geopolíticas y el aumento del proteccionismo. Estos factores ponen en duda el modelo de globalización que ha predominado en las últimas décadas.
Por último, la CEPAL señala que la recuperación de las exportaciones de bienes y servicios no será suficiente si no se adoptan medidas para agregar valor y tecnología a los productos exportados. La región debe enfrentar estos desafíos para mantenerse competitiva en un escenario internacional que se vuelve cada vez más incierto.