Desde Washington, Estados Unidos - Kristalina Georgieva y Luis Caputo se reunioeron este mediodía para analizar la posibilidad de acordar un nuevo programa entre Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI). La cita entre la directora gerente del FMI y el ministro de Economía empezó a las 12:45 de Washington en el auditorio de la sede del organismo multilateral, ubicada a pocas cuadras de la Casa Blanca.
Antes de este cónclave, Caputo y su equipo económico se encontraron con Gita Gopinath -subdirectora gerente del FMI- y el staff técnico para avanzar en un asunto que aún no tiene resolución: si antes de que concluya noviembre, el board aprueba las dos revisiones pendientes y desembolsa al país cerca de 1.000 millones de dólares.
Cuando esto ocurra, este programa -que mutó del acuerdo Stand-By de Mauricio Macri al crédito de Facilidades Extendidas de Alberto Fernández- ya habrá terminado para siempre.
“La reunión salió muy bien”, señaló Caputo cuando se le preguntó sobre su encuentro con Gopinath y el staff del FMI.
El jefe del Palacio de Hacienda se dirigía a un encuentro de Ministros de Economía y Presidentes del Banco Central convocado por el G20 de Brasil. Tras esta reunión, Caputo, Pablo Quirno -secretario de Finanzas- y Santiago Bausili, titular del BCRA, se acercaron hasta el despacho de Georgieva para iniciar el encuentro clave para el programa de ajuste.
Luis Caputo ya definió su estrategia para negociar un probable acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que iniciaría en 2025. Esa estrategia del ministro de Economía se apoya en dos herramientas financieras que articula en silencio: la firma de un REPO con bancos extranjeros y la prórroga del swap chino, que implicarían partidas extras por casi 8.000 millones de dólares en los próximos cinco años.
“Yo no vine a pedir, yo vine a contar”, explicó Caputo a un grupo de inversores que ayer reunió el Banco Santander en un hotel cercano a Union Station. Esta concepción del jefe del Palacio de Hacienda significa que no aceptará ciertas condiciones del FMI para obtener un acuerdo, ya que tiene work in progress un REPO y un swap de China que funcionarían como sustitutos -más rápidos y asequibles- de los desembolsos que podría dar el Fondo en un futuro lejano.
No es habitual que un ministro de Economía de un país periférico aplaque la posición dominante del FMI -y menos a 40 años de los acuerdos de Bretton Woods- para inclinarse por una línea de ayuda financiera aportada por China, que busca desplazar la influencia global de Washington.
Pero Caputo tiene el absoluto respaldo de Javier Milei, que decidió acercarse a China en un movimiento geopolítico que encendió luces amarillas en la Casa Blanca y la Secretaria del Tesoro. Para Estados Unidos, Xi Jinping -que Milei visitará en enero-, es el enemigo número uno de sus intereses globales.
Ese giro de Milei también puede implicar un cambio profundo en la historia del FMI: por primera vez, un estado miembro habrá transformado a Beijing en un prestador de última instancia, que era el rol que las potencias dominantes asignaron al organismo en Bretton Woods.
Además del swap con China, Caputo negocia un REPO que le aportaría mayor fortaleza a las reservas del Banco Central. Un cable de la agencia de noticias Bloomberg reveló anoche que Argentina negocia con el Banco Santander y el JP Morgan, un REPO por 2.700 millones de dólares destinados a pagar la deuda que vence en febrero de 2025.
Si se confirma las negociaciones que emprende Caputo, más las conversaciones que lleva Bausili con el Banco Central de China, Argentina tendría a disposición cerca de 8.000 millones de dólares. Una suma que serviría para dilatar el comienzo de una posible negociación con el FMI.
En la reunión del mediodía, Caputo plantearía a Georgieva que un nuevo programa no puede poner en jaque la estructura básica de su plan de ajuste. Es decir: la apertura del cepo debería estar por afuera del control del staff del FMI.
Si la directora aceptara este punto de vista, las conversaciones podrían avanzar. En caso contrario, aunque no haya un anuncio oficial, Caputo optaría por el tándem REPO-Swap y postergaría un probable acuerdo con el FMI hasta abril.