Un puñado de funcionarios de Javier Milei y empresarios de empresas nacionales y extranjeras que llegaron especialmente a Buenos Aires para la cita, compartieron durante varias horas este miércoles, en el Palacio Libertad (ex CCK), un raid de reuniones para plantear las dudas clave ante el Gobierno sobre lo que ve hacia adelante y por qué creen que es el momento de que las empresas inviertan en la Argentina.
La intensa agenda de reuniones del Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF) se extendió hasta cerca de las 17, bajo una regla de hierro de confidencialidad, que en la jerga protocolar se denomina Chatham House Rule y que implica un acuerdo de caballerosidad por el que los asistentes a un mitín no pueden revelar hacia al exterior nada de lo que se haya comentado.
Luego, en una charla con varios medios de la que participó Infobae, el presidente del WEF, el noruego Borge Brende, confirmó que Milei viajar nuevamente a Davos en enero de 2025. En esa ciudad suiza ser realiza todos los años la reunión central del WEF. Milei, además, avisó que tiene intención de realizar una serie de reuniones bilaterales con empresarios en ese encuentro. Del evento local participaron 58 empresas de 16 países, mayormente de EEUU y la Unión Europea.
Por la tarde, un grupo de empresarios visitó a Milei en la Casa Rosada. Estuvieron Brede; el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos; la Jefe de América Latina y miembro del Comité Ejecutivo del Foro Económico Mundial, Marisol Argueta; y los ejecutivos regionales y globales Roberto Deambrogio (ENEL), Joshua Fink (Luma Group), Javier La Rosa (Chevron), Guillermo Caló (Río Tinto), Juan Rubiolo (AES), y Alexander Seitz (Volkswagen).
El evento
El panel principal tuvo como protagonistas, tras el discurso de Milei, al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, al ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger y a la canciller Diana Mondino, que dialogaron con Brende. Las dudas que asomaron entre los empresarios fueron “la inflación, la desigualdad y la elevada deuda”, como interrogantes para “la estabilidad a largo plazo de Argentina”, en primer lugar.
A Francos, en particular, los empresarios le preguntaron cómo continuará la articulación entre el oficialismo y la oposición en el Congreso. Hacia Sturzenegger las consultas de los asistentes del WEF versaron sobre cuáles son las industrias “en las que ve el mayor potencial” y dónde cree que “se necesitan más cambios para estimular la innovación”, según pudo saber Infobae.
Al ministro desregulador también le consultaron sobre el RIGI como catalizador de grandes inversiones y también sobre los dólares paralelos y la inflación que aún es de tres dígitos, aunque Sturzenegger suele no contestar, ni en público ni en privado, preguntas sobre la macroeconomía, que deja al ministro Luis Caputo o al presidente del Banco Central Santiago Bausili.
Los paneles se desarrollaron bajo una regla de confidencialidad que implica un acuerdo de caballerosidad por el que los asistentes a un mitín no pueden revelar hacia al exterior nada de lo que se haya comentado
Otro punto importante se dio en una pregunta puntual que transmitió Brende sobre cómo espera el Gobierno “equilibrar un nuevo panorama institucional y al mismo tiempo proteger servicios esenciales como la salud y la educación”.
Los hombres y mujeres de negocios que asistieron al Mini Davos también plantearon dudas a Mondino sobre “las tensiones y disputas subyacentes entre los miembros del G20″ y sobre qué planes tiene la Argentina respecto del Mercosur y de su asociación con la Unión Europea.
Más tarde, otro panel de conversación, más informal, se dio al sumar a Demian Reidel, jefe del consejo de asesores del presidente Milei, a los secretarios Daniel González (Energía y Minería), Luis Lucero (Minería), Sergio Iraeta (Agricultura) y el embajador argentino en Washington, Gerardo Werthein. Participaron también Marisol Argueta y Francisco Betti, integrantes del World Economic Forum.
Para estas charlas abiertas tuvieron roles pautados un grupo de empresarios de empresas extranjeras. Con Mondino y Werthein, por caso, participaron Alejandro Pérez De Rosso, de la consultora especializada en marketing Bain & Company y Joakim Thrane, CED para Sudamérica de la alemana DHL Group. El equilibrio geopolítico entre los Estados Unidos y China fue uno de los ejes de conversación, junto con las elecciones presidenciales norteamericanas dentro de dos semanas.
El RIGI como catalizador de grandes inversiones, los dólares paralelos y la inflación que aún es de tres dígitos más allá de la baja de los últimos meses, formaron parte de las preguntas que hicieron los empresarios al Gobierno
Más adelante, en diálogo con Joshua Fink, fundador de Luma Group, especializada en servicios de salud, y David Kahn, manager general del Cono Sur de Pepsico, Sturzenegger y Reidel tuvo que escuchar nuevamente preguntas sobre cuestiones macro como economía, tipo de cambio. Caputo estaba, a esa hora, recibiendo una premiación como ministro en Washington.
Cerca del mediodía, los expositores cambiaron y ante Guillermo Caló, de la minera Río Tinto, y Jorge Molfino, de UPL, ligada al agro. Francos, Daniel González e Iraeta fueron los destinatarios de las preguntas de los empresarios. La competitividad del agro argentino, las perspectivas para el rol que jugará la Argentina en la minería a nivel global y un aprovechamiento mayor de los recursos energéticos del país fueron los temas de debate en ese panel.
Tras las exposiciones, empresarios y un grupo de funcionarios compartieron un almuerzo y hasta bien entrada la tarde, llevaron adelante una serie de reuniones privadas.
Al terminar su participación, en un breve diálogo con la prensa, el ministro de Desregulación aseguró que “fue una reunión con empresarios internacionales muy interesados en los cambios que se están dando en la Argentina y simplemente tratamos de comentarles sobre los ejes centrales del gobierno de Javier Milei, que son dos: el equilibrio fiscal, que es lo que nos va a dar la estabilidad macroeconómica, y la libertad económica, que es lo que nos va a permitir crecer”, dijo.