Un motivo de incertidumbre para los inversores empezó a quedar atrás en las últimas semanas, el de la capacidad de pago de la deuda soberana en moneda extranjera, ante un exigente calendario de vencimientos el próximo año.
Esta percepción más positiva se trasladó a los precios en alza de los bonos argentinos, en sus niveles más altos en más de cuatro años, desde que salieron al mercado, y por ende en el rápido descenso del riesgo país, cada vez más cerca de los 1.000 puntos básicos.
Las señales recientes fueron fuertes y claras. En septiembre el Tesoro giró unos USD 1.528 millones al Banco Central para contar por adelantado con las divisas para honrar los vencimientos de enero del año próximo. De dicho monto, la entidad ya habría depositado en el Bank of New York unos USD 1.054 millones para acreditar los pagos.
La mejora en las reservas, alimentada por la dinámica del blanqueo, contribuye al optimismo financiero y la escalada de los bonos
La confianza inversora en el Gobierno se plasmó además en la apreciable adhesión al blanqueo de capitales. A partir de septiembre de 2024 los depósitos en dólares en efectivo del sector privado se expandieron en más de USD 11.000 millones, y ahora con un stock por encima de USD 30.000 millones están cerca de los máximos de agosto de 2019, cuento se reimpuso el cepo cambiario.
Ya que parte de los depósitos en dólares se contabilizan como reservas, su crecimiento aporta al incremento de los activos internacionales brutos en las arcas del BCRA. Y en forma indirecta, también aportan al saldo neto de reservas -todavía negativas en unos USD 6.000 millones-.
¿Por qué sucede esto? Porque dada una mayor liquidez bancaria en dólares por el aumento de depósitos, aumenta a la par la capacidad prestable en divisas, una dinámica que se observa en el paulatino incremento de los créditos en dólares en el sistema.
En este punto, destacan los analistas de mercados que, como las empresas que se endeudan en dólares necesitan pesos para operar en el país -pagar insumos, materiales, salarios, etcétera- liquidan divisas en el mercado y le facilitan al Banco Central sus compras en el mercado. Estas impactan en el stock de reservas netas.
Otra apuesta del Gobierno para apuntalar el ingreso de divisas en los próximos meses pasa por el avance del RIGI
Otra apuesta del Gobierno para apuntalar el ingreso de divisas en los próximos meses pasa por el avance del RIGI (Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones), que ofrece incentivos fiscales, aduaneros y cambiarios durante 30 años para atraer capitales productivos.
El RIGI establece “incentivos, certidumbre, seguridad jurídica y un sistema eficiente de protección de derechos adquiridos” para “titulares de un único proyecto” de inversiones que superen los 200 millones de dólares. El plazo de adhesión son 2 años a partir de que se sancione la Ley Bases, y el Poder Ejecutivo podrá prorrogarlo por un período de hasta un año.
Por último, es otro aliciente para despejar el escenario financiero del año próximo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó el viernes 11 medidas que reducirán los costos de endeudamiento de los países miembros, situación que le permitirá a Argentina ahorrar más de 3.000 millones de dólares.
Los expertos de Estrategia de Adcap Grupo Financiero puntualizaron que “luego de estabilizarse en USD 48 a fin de septiembre, los bonos soberanos subieron 14,5%, de USD 48 a USD 55 para el GD35 (Global 2035). Mientras tanto, el GD30 (Global 2030) quedó rezagado con suba de 10 por ciento”.
“Consideramos que los catalizadores de esta suba fueron la habilidad del Banco Central de comprar dólares del Régimen de Regularización de Activos y una lectura positiva del dato de inflación de 3,5%. Sin embargo, nos inquieta la caída en la suba potencial de los bonos, especialmente sin un cambio fuerte en los fundamentos en el horizonte, que consideramos esencial para cambiar a una perspectiva optimista”, destacaron los estrategas de Adcap.
¿Qué dicen los analistas?
Jorge Vasconcelos, economista Jefe del Ieral de Fundación Mediterránea, explicó que “causa y consecuencia del remanso de los mercados, en las últimas diez ruedas el Banco Central acumuló un saldo comprador en el segmento oficial de cambios. Una dinámica que claramente no responde a mejoras en los flujos del comercio exterior, sino al hecho que el blanqueo está operando como una suerte de entrada de capitales, en la medida en que el aumento de los depósitos en dólares se empieza a reciclar a través de nuevos créditos en esa moneda, o por la suscripción de Obligaciones Negociables emitidas por empresas locales”.
Walter Morales, presidente y estratega de Wise Capital, aportó que “el escenario óptimo para la liberación cambiaria en Argentina ocurriría acompañado de una desaceleración sostenida de la inflación, el fortalecimiento de reservas internacionales, políticas que incentiven la exportación y diversifiquen los mercados. Además, resulta crucial atraer inversiones extranjeras mediante un ambiente favorable y seguro -que esperamos se cristalice con el RIGI-, mantener una política fiscal sostenible, y desarrollar a los sectores productivos con inversiones en infraestructura y tecnología. Existe un alto nivel de expectativa por el resultado del RIGI y del blanqueo, en relación a cómo podrían aportar los fondos derivados de estas políticas a la acumulación de reservas”.
Gustavo Ber, director del Estudio Ber, expresó que “aun aprovechando el favorable apetito por riesgo global de fondo, los bonos en dólares continúan impulsando sostenidas mejoras a partir de una creciente valoración de los inversores también respecto a los progresos en la estrategia de ordenamiento de la ‘macro’ en marcha, y así es que el riesgo país se encamina hacia los 1.000 puntos básicos. Dicha positiva dinámica alimenta las expectativas entre los operadores de que se pudiera recuperar el acceso al crédito externo a futuro, en busca de dicha manera de poder refinanciar vencimientos, un hito que resultaría muy importante, al igual que la consolidación fiscal y el proceso de desinflación -entre otros- que vienen mejorando las perspectivas económicas”.
“En la medida que el Gobierno siga logrando superávit fiscal en las cuentas públicas, una constante compra de dólares en el mercado, aumento de las reservas y baja sustancial del riesgo país, los dólares van a converger en un precio común, y la discusión del ‘cepo’ pasará a otro plano, ya que con o sin ‘cepo’ se podrá migrar dólares de Argentina a un precio similar al de la exportación”, dijo el analista Salvador Di Stéfano.
“La abundancia de dólares ha calmado los ánimos y mejorado las cotizaciones de los activos locales, aunque su causa tengan una duración transitoria como es el blanqueo”, reportó VatNet Financial Research. ”Es un fenómeno de psicología social, hace pocas semanas parecía que venía un diluvio de complicaciones; pero ahora cundió el optimismo como si ya se hubieran solucionado los problemas de fondo de la economía”, agregó el informe.